Seis meses después de la muerte de Anton Chejov, su esposa, Olga Knipper se aleja por unas semanas del Teatro de Artes de Moscú, en donde es la actriz principal, para actuar en un teatro de San Petersburgo.
Llega a la ciudad en medio de la intensa turbulencia revolucionaria del invierno de 1905. Las tropas zaristas han reprimido salvajemente una masiva marcha y han matado a cientos de personas en una fatídica jornada posteriormente llamada Domingo Sangriento.
En la sala de teatro, Olga espera a que llegue el resto del elenco. A los otros dos actores presentes les habla de su culpa por haber vivido lejos de Antón durante su enfermedad. Esta culpa la paraliza y no le permite ser buena actriz. Para tratar de superar esta limitación les pide a los dos actores que la acompañan, que actúen la muerte de Chejov para poder revivir sus memorias.
Te invitamos a opinar y debatir respecto al contenido de esta noticia. En Emol valoramos todos los comentarios respetuosos y constructivos y nos guardamos el derecho a no contar con las opiniones agresivas y ofensivas. Cuéntanos qué piensas y sé parte de la conversación.
¡Bienvenido #ComentaristaEmol!
Ver condiciones
Te invitamos a opinar y debatir respecto al contenido de esta noticia. En Emol valoramos todos los comentarios respetuosos y constructivos y nos guardamos el derecho a no contar con las opiniones agresivas y ofensivas. Cuéntanos qué piensas y sé parte de la conversación.