La Fiscalía de Manhattan retiró los cargos de "denuncias falsas" contra Amy Cooper, una mujer blanca
que en mayo de 2020 hizo una llamada a la policía asegurando falsamente que estaba siendo amenazada por una persona negra, en una escena grabada en video y que se volvió viral.
Los fiscales solicitaron al juez la retirada de la acusación, alegando que Cooper se había sometido a varias sesiones de terapia en las que se abordaron los prejuicios raciales, informaron varios medios locales.
Según un ayudante del fiscal, citado por The New York Times, las cinco sesiones a las que asistió la procesada se centraron en cómo
las identidades raciales dan forma a la vida de las personas.
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Fue enviada al Centro de Terapia Crítica (...) que ofrece educación psicológica y servicios terapéuticos, que se centró en la forma en que Cooper podría apreciar la manera en la que las identidades raciales dan forma a nuestras vidas, pero que no podemos usarlas para hacernos daño o hacer daño a los demás", dijo el ayudante del fiscal Joan Illuzzi-Orbon, citado por el New York Post.
La Fiscalía indicó al juez que
la psicóloga de Cooper resaltó que había sido una "experiencia conmovedora" y
que la acusada había "aprendido mucho".
El pasado mayo,
Cooper llamó a la policía asegurando que un hombre afroamericano la estaba amenazando en Central Park cuando este solo le había reclamado que le pusiera la correa a su perro, según un video del incidente que se volvió viral y causó indignación por su componente racista.
La mujer recibió tal lluvia de críticas que fue despedida de su trabajo en una importante empresa financiera y tuvo que entregar a su perro a la asociación que facilitó su adopción, acusada de crueldad animal, aunque después pudo recuperarlo.
Tras lo sucedido,
Cooper pidió "disculpas públicas a todo el mundo" en los medios y
aseguró que no es racista ni "pretendía dañar a aquel hombre de ninguna manera", y agregó que "tenía miedo" porque estaba sola.