WASHINGTON.- Ha sido una semana de duelos para la agencia espacial de Estados Unidos, al inicio de la semana, la NASA recordaba 33 años del accidente espacial del transbordador Challenger y este viernes 1 de febrero se conmemoran 16 años del desastre de su hermano, el Columbia, que un día como hoy, en 2003, se desintegró al reingresar a la atmósfera.
En la oportunidad fueron siete los tripulantes que viajaban en la nave, la misma cantidad que abordó 17 años y cinco días antes el Challenger para la primera misión que incluiría a una profesora en la Estación Espacial Internacional.
Esta catástrofe ocurrió durante el lanzamiento de la misión STS-107, que era la número veintiocho del Columbia, cuando una pieza de aislamiento de espuma se desprendió del tanque externo del transbordador espacial y golpeó el ala izquierda. Dado que no fue la primera vez que esta nave sufría el desprendimiento de espuma, algunos ingenieros sospecharon que el gaño en esta oportunidad fue más grave.
Por su parte, los investigadores de la NASA decidieron limitar la investigación del incidente a que los tripulantes no podrían haber solucionado el problema durante el viaje.
De acuerdo a la explicación que entregó en su momento el organismo federal, cuando el transbordador reingresó en la atmósfera, el daño causado permitió que los gases atmosféricos calientes penetraran y destruyeran la estructura interna del ala. Con esto, la nave se tornó inestable y causó -finalmente- su destrucción en el aire.
Los restos que quedaron del Columbia cayeron sobre el territorio de Texas y Luisiana en Estados Unidos. Sólo ocho años después, la NASA cancelaría completamente su programa de transbordadores -en 2011-, para no volver a volar astronautas desde suelo norteamericano hasta la actual promesa de 2020 con vuelos comerciales de la mano de SpaceX y Boeing.
