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"Emparejar la cancha" versus "sobre escolarización": Los argumentos a favor y en contra del proyecto de kínder obligatorio

La iniciativa del Ejecutivo fue rechazada el lunes en Comisión Mixta. La senadora Yasna Provoste (DC), que votó en contra, sostuvo que "era un buen titular con un mal contenido", ya que "ponía barreras de acceso a la educación básica, escolarizando erróneamente la educación inicial".

16 de Junio de 2021 | 08:00 | Por Natacha Ramírez, Emol
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Se estima que, antes de la pandemia, el 3% de los niños en edad de asistir a kínder no estaba matriculado.

El Mercurio (Imagen referencial)
SANTIAGO.- "Así como en 1920 el ex Presidente Sanfuentes estableció la instrucción primaria obligatoria de cuatro años; en 1965 el ex Presidente Frei Montalva hizo lo mismo con la educación básica de ocho años; y el año 2003 el ex Presidente Lagos instauró la educación media obligatoria; hoy quiero anunciar que enviaré a este Congreso una reforma constitucional que establece el kínder obligatorio para todos los niños de Chile". Con estas palabras –pronunciadas durante la cuenta pública del año 2013–, el Presidente Sebastián Piñera anunciaba la obligatoriedad del último nivel preescolar, aumentando a trece los años de enseñanza obligatoria en el país.

Un enunciado que en ese momento tuvo un amplio respaldo y ese mismo año el Congreso aprobó la reforma constitucional que estableció el kínder obligatorio. No obstante, para que esto se materializara se debía contar con una ley, que fue enviada por el Ejecutivo y que se aprobó por unanimidad en la Cámara de Diputados. Sin embargo, en el Senado tuvo un revés, ya que se rechazaron los aspectos centrales de la iniciativa, y el lunes la Comisión Mixta le dio un nuevo golpe al proyecto, que ahora está a punto de perderse. Solo quedaría la opción de un veto presidencial.

¿Por qué una iniciativa que concitó un amplio respaldo, terminó siendo rechazada en el Congreso?

"Barreras a la educación básica" y "escolarización de la educación inicial"


La senadora Yasna Provoste (DC) fue uno de los seis legisladores de oposición que votó en contra del proyecto en la Comisión Mixta. La parlamentaria publicó en su cuenta de Twitter que el proyecto "era un buen titular con un mal contenido", ya que "lejos de asegurar el kínder a los niños de Chile, ponía barreras de acceso a la educación básica, escolarizando erróneamente la educación inicial".

"Cuando se conoce la realidad de los diversos territorios de Chile se entiende que exigir el kínder a niños y niñas que viven alejados de centros urbanos que cuenten con jardines, es condenarlos a quedar fuera del sistema educacional", afirmó la senadora.

"(El proyecto) era un buen titular con un mal contenido. Lejos de asegurar el kínder a los niños de Chile, ponía barreras de acceso a la educación básica, escolarizando erróneamente la educación inicial"

Yasna Provoste, senadora DC
En la misma línea, el senador Jaime Quintana (PPD) dijo a Emol que, actualmente, "hay un 4% de apoderados que no envía a sus niños a kínder, pero hay que atender las razones por lo que eso ocurre: eso responde fundamentalmente a sectores muy apartados, territorios de la alta cordillera, en donde no hay ninguna posibilidad de enviar a los niños a kínder porque sencillamente no hay kínder".

"Si alguien cree que porque ponemos en la ley que ahora es obligatorio la gente va a ir, eso es no entender lo que pasa en el país hoy día, es no entender los contextos de pandemia (...) creo que la tarea hoy día es otra, es cómo recuperamos matrícula y eso es con dialogar más que obligar", sostuvo.

Reforzaría "que las familias manden a los niños a clases"


La ex ministra de Educación, Mariana Aylwin, criticó duramente los argumentos esgrimidos por los legisladores de oposición. En una columna publicada el martes en "El Mercurio", afirmó que se basan en "prejuicios, porque todo lo miran desde la desconfianza".

"Aún persiste en la cultura familiar que enviar a los niños en parvularia no es importante. Y, sin embargo, las consecuencias son enormes hacia el futuro, lo cual está muy documentado. Por ello el signo de que kínder es un nivel obligatorio reforzará que las familias manden a los niños a clases"

Mariana Aylwin, ex ministra de Educación
"El desprecio de suponer siempre que las cosas se hacen mal es demasiado grande. La mayoría de los colegios (y hablo de los vulnerables) tiene separados los niveles de transición, tienen un currículum y materiales adecuados. Honorables: ¿sus hijos y nietos estuvieron o están sobre escolarizados? Además hay ignorancia, porque desconocen toda la evidencia que hay de lo importante que es para el desarrollo socioemocional, cognitivo y valórico de los niños asistir a kínder", apuntó.

Dijo que "es efectivo que hay un 97% de niños que acceden al kínder, pero quedan más de seis mil niños que justamente son los más vulnerables. Y la mayoría no son de sectores rurales. El proyecto pone $2.000 millones para construir salas el primer año".

Hizo ver además que "en Chile enfrentamos un alto ausentismo de los niños de primer y segundo nivel de transición" y que en kínder –según un estudio de Mide UC– el 66% de los niños tiene "ausentismo crónico". A eso se suma que con la pandemia la deserción en ese nivel se duplicó y en 2021 se matricularon 20 mil niños menos.

"Aún persiste en la cultura familiar que enviar a los niños en parvularia no es importante. Y, sin embargo, las consecuencias son enormes hacia el futuro, lo cual está muy documentado. Por ello el signo de que kínder es un nivel obligatorio reforzará que las familias manden a los niños a clases. Finalmente, no hay mejor oportunidad para emparejar la cancha que en la educación inicial. Si miramos con tanta liviandad los proyectos que tienen relación con la infancia, estamos hipotecando el futuro de miles de niños y niñas", concluyó la ex ministra.

"Proyecto con buenas intenciones, pero que va contracorriente"


El director del centro UC para la transformación educativa, Centre, Ernesto Treviño, comenta a Emol que "a todas luces es un proyecto con buenas intenciones, pero que va contracorriente, introduciendo mecanismos de mercado en la educación inicial, que es justamente lo que se quiere desterrar en la Constitución".

Al respecto, señala que "la política de kínder obligatorio está de la mano con la promoción de la inclusión de los niveles medios mayores y sala cuna en instancias donde podría haber selección, y se incorpora la lógica de subvención por asistencia, que no rige en los jardines Junji". "El financiamiento por asistencia es muy nocivo para la educación parvularia, en especial para las edades más pequeñas, que son más susceptibles a faltar", explica.

Agrega que "por otro lado, ya se observa sobre escolarización en los niveles de prekínder y kínder que están en escuelas, que podrían profundizarse con este proyecto".

En tanto, Jorge Ibañez, subdirector de política educativa de Educación 2020, señala que "entendemos que el proyecto de ley que establece el kínder como obligatorio se haya rechazado". Afirma que "si bien es una buena señal (que kínder sea obligatorio), que ayuda a visibilizar la relevancia de la educación inicial en el desarrollo psicomotor, cognitivo y socioemocional de niños y niñas, es un proyecto de ley que no logra entregar garantías para ampliar la cobertura".

Al respecto, indica que "actualmente, kínder posee un nivel de cobertura del 97%, por lo que el proyecto de ley hoy día nos parece insuficiente, ya que no logra destinar esfuerzos a ese 3% excluido –que representa a cerca de 6 mil niños y niñas–, que justamente corresponde a los quintiles más bajos y con necesidades educativas especiales, y son justamente esas familias las que necesitan mayor apoyo a través de una oferta educativa que permita llegar a todos los rincones del país, que sea inclusiva y pertinente a las diversas realidades y territorios de Chile".
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