SANTIAGO.- Un plan de reforma a Fonasa que abarca cuatro ejes principales fue lo que presentó este domingo el Presidente Sebastián Piñera. De acuerdo a sus palabras, el proyecto tiene base en "lo que la gente ha pedido" y pretende beneficiar a las 14,5 millones de usuarios del sistema.
Pero la reforma —que incluye la creación de un Plan Universal de Salud, establece tiempos máximos de espera para enfermedades no contempladas por el Plan AUGE y busca disminuir los costos de los medicamentos— tuvo una recepción mixta en el Congreso, específicamente en las comisiones de Salud.
En el Senado, donde ya se discute el proyecto que pretende terminar con la discriminación en las isapres, el anuncio fue celebrado por el oficialismo pero duramente criticado por la oposición. "Es el cumplimiento de una palabra empeñada", aseguró el senador RN, Francisco Chahuán, quien consideró el proyecto como un "avance sustantivo".
"Sin lugar a dudas se está avanzando en salud, y esperamos que el Congreso Nacional esté a la altura de las circunstancias, estableciendo y tomando el tiempo de deliberación política para la agenda social que importa a los chilenos. Menos show mediático, menos política de espectáculo, menos política del reality y más trabajar para sacar adelante proyectos de ley emblemáticos en favor de los chilenos", añadió.
La senadora Carolina Goic (DC), en tanto, tuvo un juicio lapidario. "Estamos una vez más frente a una práctica cada vez más habitual en este Gobierno: grandes anuncios, anuncios grandilocuentes que sabemos que no se van a cumplir", afirmó. "Pareciera que, de un minuto para otro, el ministro Mañalich encontró la varita mágica para tener la mejor salud del planeta".
"Las personas, desde el sentido común, necesitan mayor seriedad. Hablésmosles con seriedad. ¿Cómo vamos a creer que, de un día para otro, se van a solucionar los problemas de salud y las listas de espera para las enfermedades no GES, cuando tenemos la experiencia de los pacientes con cáncer?", ejemplificó. "(Se les dieron) nuevas garantías, y significaron que quedaron en peores condiciones de lo que algunos estaban (...) Avancemos en serio en salud, pero no con anuncios que no se van a cumplir", agregó.
Disponibles para "proyectos que favorezcan a la mayoría"
En tanto, en la comisión de Salud de la Cámara de Diputados el escenario fue similar. Un sector que criticó fuertemente el anuncio fue el Frente Amplio, cuyos dos miembros de la comisión informaron de inmediato su parecer con respecto a los detalles del plan.
"Uno esperaría que luego del estallido social las reformas del Gobierno sean estructurales, vayan al corazón del problema, pero el Gobierno y el Presidente insisten en los dogmas privatizadores que nos llevaron a esta crisis", expresó el diputado Diego Ibáñez (CS).
Su crítica apunta a la opción entregada por el Presidente de que instituciones privadas puedan participar en licitaciones para atender pacientes de Fonasa, en caso de que no exista suficiente capacidad en la red pública, universitaria o de instituciones de las Fuerzas Armadas. Se trataría, aseguró Ibáñez, de una "lógica subsidiaria".
"Estaremos discutiendo este proyecto en la comisión de Salud, pero desde ya creo que hay una distancia, una brecha gigante entre lo que pide la ciudadanía y lo que este Gobierno le está prometiendo a la gente en el futuro"
Diego Ibáñez
"Hoy las clínicas y las isapres son parte del problema, concentran recursos, discriminan, segregan y construyen una salud entre ricos y pobres, y nos gustaría que el gobierne deje de cuidarle el bolsillo a los empresarios de la salud y que regule el negocio de una buena vez", señaló.
Sobre el tópico, el diputado Andrés Celis (RN) aseguró que "la oposición siempre va a tratar de encontrarle algo malo" a los anuncios del Gobierno y aseguró que "lo importante es lo mejor para el paciente". "Aquí no se trata de privatizar la salud, sino que de prestar el mejor servicio a aquellas personas que se encuentren enfermas o requieran con urgencia una prestación médica", respondió.
El diputado Miguel Crispi (RD) declaró que la reforma es "otro maquillaje que mantiene la lógica del sistema y que cuida el negocio de las isapres y las clínicas". Aunque reconoció como un "avance importantísimo" la inclusión de soluciones para los afectados por enfermedades fuera del GES, opinó que "la noción detrás de este proyecto de ley es que el problema lo vamos a resolver privatizando la salud".
La comisión de Salud, explicó el parlamentario, está "disponible a trabajar con toda la prontitud posible, pero para proyectos de ley que favorezcan a la mayoría, a las personas, no a las isapres ni a las clínicas privadas".
"Estaremos discutiendo este proyecto en la comisión de Salud", añadió Ibáñez, "pero desde ya creo que hay una distancia, una brecha gigante entre lo que pide la ciudadanía y lo que este Gobierno le está prometiendo a la gente en el futuro".
