SANTIAGO.- "Me imagino que él tendrá sus razones para haber dicho eso".
Así de tajante fue la reacción de la fiscal de Río Negro, Leyla Chahín, luego que el intendente de la región de Los Lagos, Harry Jürgensen, insinuara la existencia de un acto terrorista en la contaminación de agua en Puerto Octay.
La presencia de hidrocarburos en el sistema de producción implicó el corte del suministro el pasado miércoles, afectando a cerca de 2.800 personas, y el cual podría extenderse por otras dos semanas, según señaló el intendente.
Ya consultado sobre las sospechas de que sea un acto intencional, la autoridad manifestó: "Yo por lo menos lo asocio eso a un acto terrorista, porque realmente si existe alguna persona que ha pensado traer combustible, hidrocarburo y ponerlo en la sentina del agua potable, para una villa como lo es Puerto Octay, está pensando realmente en causar un tremendo daño a la comunidad".
Distinta opinión tuvo la persecutora a cargo de la investigación y que ya ha decretado distintas diligencias, entre ellas toma de declaración a funcionarios externos y municipales, además de la incautación de la documentación relacionada con el agua potable municipal.
"Lo que le puedo decir es que mi investigación no arroja un resultado semejante ni tampoco alguna de las hipótesis que barajamos, van en ese sentido", zanjó la fiscal.
Acerca de la posibilidad de que sea intencional o no, dijo que "puede ser un accidente, puede ser un hecho voluntario, pero de ahí a ser un acto terrorista me parece que hay muchos escalones en el medio".
"Nosotros creemos que, efectivamente, si uno analiza las condiciones en que se prestaba este servicio, la forma en que se administraba esto, yo creo que hay alternativas para una aplicación -no un accidente de la naturaleza, porque eso es imposible que se haya caído accidentalmente- un hecho voluntario pero tal vez con otra finalidad", agregó.
Por el momento, la población está siendo abastecida mediante camiones aljibe y estanques de agua distribuidos en 34 puntos.
