El miércoles,
Buenos Aires volvió a una cuarentena más rígida, a raíz del aumento de casos de covid-19. La capital argentina veía cómo las cortinas de los locales comerciales cerraban nuevamente y cómo los controles policiales se endurecían en las calles,
provocando una gran congestión vehicular. Los autos avanzaban muy lentamente y se registraban colas kilométricas, lo que colmó la paciencia del ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires,
Sergio Berni, que recriminó en plena vía pública a los agentes que estaban a cargo de uno de los operativos.
La autoridad provincial se subió a su moto y se dirigió al sector del Puente La Noria, donde el taco era de grandes proporciones. Ahí comenzó a discutir enérgicamente con personal de la Policía Federal para exigirles que dieran paso a dos ambulancias que se encontraban varadas en el lugar, ante la presencia de los medios de comunicación. "Le pido por favor premura, que esto es un caos", dijo Berni, pasando por alto un pequeño detalle: no tiene poder alguno sobre la Policía Federal, que depende directamente del Gobierno central argentino.
A este médico de profesión, de formación castrense, poco le importó ese punto. "En una situación como esta tenemos que facilitar la situación de la gente.
Una ambulancia no puede tardar 30 minutos en pasar", decía a los medios de comunicación. El hecho llegó a oídos de la Casa Rosada, que reaccionó con profunda molestia:
no es la primera vez que tienen conflictos con el jefe de seguridad provincial, hombre de confianza de la actual vicepresidenta
Cristina Fernández, pero que es visto con recelo por el Mandatario,
Alberto Fernández, quien nunca avaló su nombramiento, según la prensa local.
De acuerdo con La Nación, para el Gobierno trasandino esta vez el ministro provincial "cruzó una línea". "Lo que hizo fue alterar el orden público, porque si un ciudadano hace eso, puede ir preso. Pero además nos jugó en contra en un momento muy delicado. Le ahorró a Patricia Bullrich (ex ministra de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri) tener que hablar", dijo una fuente de la Casa Rosada.
La ex ministra de todos modos habló: "La perspectiva de todos los argentinos es que es un papelón que los ministros mínimamente no puedan coordinar, y para la Policía Federal Argentina es una situación de mucha incomodidad que venga un ministro de la provincia a ordenar", dijo a radio La Red.
Es sabido además que Berni tiene una mala relación con la ministra de Seguridad de la Nación,
Sabina Frederic, quien tras este nuevo episodio se comunicó con el gobernador de Buenos Aires,
Axel Kicillof (referente del kirchnerismo), para quejarse por lo ocurrido, según confirmó
Eduardo Villalba, secretario de Seguridad y Política Criminal de la Nación. "(Berni) se extralimitó en sus funciones", afirmó, agregando que el jefe de seguridad bonaerense "tiene mis teléfonos, podría haberme llamado".
Ante estos cuestionamientos, Berni respondió fiel a su estilo en radio La Red: "¿Pretendían que les lleve medialunas al Ministerio de Seguridad para debatir cómo arreglábamos un retén?" Y agregó: "Conozco perfectamente la tarea del mando del personal policial, se lo enseñé cuatro años a Eduardo Villalba, me llama la atención que no lo haya aprendido".
Hombre de confianza de Cristina
Sergio Berni (58 años) es médico de profesión, pero está marcado por la formación militar. Hizo su residencia médica en el Ejército argentino, donde luego siguió una carrera. También ha estado vinculado a la política y el peronismo durante años. Primero fue senador y luego llegó a ser secretario de Seguridad de la Nación entre 2012 y 2015, durante el segundo periodo de la entonces presidenta Cristina Fernández.
Y es precisamente la ex Mandataria una de sus referentes. Según señalan medios locales, fue ella quien puso a Berni como ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, cargo que aceptó sólo porque se lo pidió la ahora vicepresidenta argentina. "Si Cristina le dice que se vaya a vivir a la Antártida, él ya se está poniendo el traje", aseguró un antiguo colaborador del jefe provincial al diario La Nación.
"¿Pretendían que les lleve medialunas al Ministerio de Seguridad para debatir cómo arreglábamos un retén?"
Sergio Berni
Como jefe de seguridad ha desarrollado
un estilo ultra mediático que lo diferencia de sus antecesores: se le ha podido ver fusil en mano persiguiendo delincuentes, encabezando operativos en su moto y visitando barrios afectados por el covid-19 vistiendo trajes especiales para evitar contagios.
Siempre, acompañado de las cámaras de televisión.
Según sus cercanos, tiene mucha confianza en sus capacidades y es muy crítico del resto, lo que ha quedado claro en el último tiempo, con sus diferencias con la ministra Sabina Frederic. Ambos funcionarios hicieron una tregua en febrero, con la mediación de Axel Kicillof, sin embargo, semanas atrás Berni aseguró que "en materia de seguridad, en la provincia estamos solos", luego de un acuerdo entre el Ejecutivo y el municipio de Moreno, donde no participó.
Ahora, detrás de este estilo habría algún interés político del ministro provincial pensando en las elecciones de 2023. Él lo niega: "Yo estoy donde están los problemas, no estoy encerrado en el ministerio. Hace 30 años que trabajo en el Estado y ando en la calle, entonces podrían decir que llevo 30 años en campaña".
"Uno tiene que entender lo que está pasando y para eso hay que estar en el lugar. Eso me lo enseñó (la gobernadora de Santa Cruz) Alicia Kirchner hace años, cuando me hizo ver que la única manera de sensibilizarse es compartir los zapatos del otro; si no, nunca lo va a entender", cerró.
