Turbulento podría llegar a ser el inicio de la Copa América. A las 21:30 horas (20:30 de Chile) Brasil -país anfitrión- estará disputando su primer partido ante la selección boliviana con un complejo ambiente que inició este jueves. El descontento a las reformas a las pensiones que el Presidente de la nación, Jair Bolsonaro, busca implantar en el gigante sudamericano han provocado una intensa jornada de huelgas que podría afectar el desplazamiento de los hinchas.
Según G1, los
26 estados del país se han visto afectados, sobre todo, en lo que respecta a la falta de
transporte y la suspensión de clases, ya que también existe oposición a los cambios que el Ejecutivo busca hacer dentro de las aulas.
A pesar de esto, la ciudad de Sao Paulo, en donde comenzará el torneo, ha logrado estabilizar la situación y miembros del comité organizador del evento tomaron medidas para prevenir complicaciones.
Las reformas que iniciaron la polémica
En medio de su periodo de campaña, y como lo hizo tras ser electo, Bolsonaro comenzó a trabajar de lleno para materializar sus propuestas. Una de ellas apuntaba a atacar el desempleo que se había propagado dentro del país, en donde cerca de 13 millones de personas se encontraban en este estado en 2018.
Ante esto, el Mandatario pensó flexibilizar las leyes laborales para combatir esta situación, y así estimular su economía.
"Todos deben entender que la situación de las jubilaciones está complicada", dijo en noviembre de 2018, agregando que los gastos en esta materia estaban "subiendo de manera asombrosa". Todo fue un anticipo a lo que se vendría: en febrero presentaría su propuesta al Parlamento para elevar hasta los 65 años la edad para jubilar -no existe una edad mínima para dejar de trabajar, sólo se establece que los hombres deben hacerlo por 35 años y las mujeres 30-, lo que implicaría ahorrar 300.000 millones de dólares.
El proyecto del Ejecutivo, que tiene como inspiración el sistema previsional chileno, es una de las razones de la paralizaciones y que complican el inicio del torneo, que será en el estadio Morumbí, en Sao Paulo.
Hoy en día, el proyecto se encuentra en el Congreso y en un complejo proceso para su legislación, ya que no son pocos los diputados que se resisten a las medidas de Bolsonaro -debe ser aprobado por tres quintos de la Cámara.
El Gobierno ablandó la propuesta, intentando poner fin a la oposición y las manifestaciones. Por ejemplo, eliminó la idea de transformar el actual sistema de reparto a uno de capitalización individual, y también dejó afuera una medida que afectaba a ancianos discapacitados indigentes y trabajadores rurales, que gozaban beneficios a pesar de no cotizar.
Control en Sao Paulo
La situación ha sido parecida en los 26 estados de Brasil, aunque algunos presentan más complicaciones que otros. De hecho, en Sao Paulo los llamados de los líderes sindicales no consiguieron generar el impacto esperado.
En la localidad, cuatro líneas del metro han registrado funcionamiento parcial, mientras que la circulación de autobuses se ha mantenido de forma regular. Asimismo, se consignaron bloqueos en algunas avenidas y un vehículo incendiado que fue rápidamente repelido por las autoridades. Además, la mayoría de los bancos cerraron.
En Río de Janeiro, en tanto, se registraron bloqueos en carreteras, lo que generó complicaciones en el tráfico de la ciudad, mientras que en Salvador un autobús fue atacado por piedras. En Belo Horizonte una mujer se encuentra en estado grave tras sufrir una complicación cardiorrespiratoria, luego de inhalar un humo en las protestas. Las universidades y escuelas de Rio Grande do Sul, Sao Paulo, Sergipe, Distrito Federal y Minas Gerais amanecieron cerradas.
Tranquilidad en Sao Paulo
Sobre si habrá alguna complicación dentro del Morumbí, el director general del Comité de Organización Local (COL) de la Copa América, Agberto Guimaraes, dijo el miércoles que "todo lo que ocurre afuera, es responsabilidad de las autoridades locales. Confiamos en ellos y esperamos no tener ningún tipo de evento grave para organizar esta fiesta".
Además, mencionó que "nuestras áreas de operación y seguridad trabajan en asociación con mandos locales para enterarse de todo lo que sucede en el país", mientras que "las acciones necesitan ser tomadas por las entidades gubernamentales, no tenemos autoridades para impedir nada de eso".
Agregó que las puertas del recinto se abrirán con cuatro horas de antelación, esperando que los hinchas puedan llegar "sin grandes trastornos" en una jornada inaugural que espera la presencia de Bolsonaro en las tribunas y de un triunfo de la selección local para apaciguar los ánimos de las últimas jornadas.
