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Kosovo recuerda los 20 años del fin de la guerra: Las heridas aún no se cierran

Con la presencia del ex Presidente de EE.UU. Bill Clinton, los kosovares celebraron la llegada de las tropas de la OTAN. Por otro lado, los serbios lamentan lo ocurrido después, en un conflicto político que todavía no tiene una solución definitiva.

12 de Junio de 2019 | 14:02 | AFP/EFE/Editado por Ramón Jara A., Emol
Hace veinte años, las lágrimas fluían en Kosovo, de alegría o de tristeza, dependiendo del bando, cuando las tropas de la OTAN entraron en el país y anunciaron el final de la guerra con Serbia.

Para los albaneses de Kosovo, el 12 de junio de 1999 fue un día de liberación de la represión serbia. Pero para la minoría serbia, fue una pérdida que marcó el comienzo de un nuevo capítulo de miedo e incertidumbre.

Este miércoles se cumple el 20º aniversario de este punto de inflexión, y Kosovo lo celebra en una ceremonia en la que el ex Presidente estadounidense Bill Clinton, un aliado fundamental durante su mandato, y su entonces secretaria de Estado, Madeleine Albright, fueron recibidos como héroes.

Al grito de "USA, USA, USA" y "Clinton, Clinton" una masa humana homenajeó en el centro de Pristina a los dos políticos demócratas, considerados los artífices de los bombardeos de la OTAN de la entonces Yugoslavia para frenar la limpieza étnica de albanokosovares y que allanaron el camino hacia la creación de ese Estado, el más joven de Europa.

En un discurso pronunciado en la céntrica plaza Skenderbeu, a pocos metros del Parlamento kosovar, Clinton destacó que "hace 20 años el pueblo de Kosovo se ganó la paz, mientras que la OTAN ganó el conflicto".

La intervención de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), que duró tres meses, puso fin a la violencia entre los separatistas albaneses y las fuerzas serbias bajo el mando de Slobodan Milosevic.

Sin embargo, aunque cesó la violencia, las dos partes nunca se reconciliaron plenamente y las relaciones entre las comunidades albanesa y serbia de Kosovo siguen siendo tensas.

"Hace 20 años el pueblo de Kosovo se ganó la paz, mientras que la OTAN ganó el conflicto"

Bill Clinton
Los recuerdos del 12 de junio trazan esa división. Por un lado, varios hablan de la "explosión de emociones" que sintieron cuando llegó la noticia de que las tropas internacionales entraban a Kosovo.

"Me puse mi mejor traje, me puse una corbata y salí a recibir a las tropas de la OTAN", recuerda sonriendo Esat Rexhepi, un hombre de 72 años que vive en Pristina.

La amargura serbia

Pero el miedo y la amargura siguen dominando los recuerdos de los serbios de Kosovo, una comunidad atrapada en el fuego cruzado. Después de la guerra, muchos fueron presionados a huir o a recluirse en enclaves.

También hubo una serie de ataques de venganza contra su comunidad, considerados como una forma de saldar cuentas tras años de opresión sufrida por los albaneses étnicos bajo el régimen de Milosevic.

Según Belgrado, 200.000 serbios abandonaron Kosovo para refugiarse en Serbia, mientras que quedan unos 120.000, principalmente en el norte, cerca de la frontera.

"Estaba llorando... Vi cómo se retiraba nuestro ejército y llegaban los extranjeros", dice Dobrosav Jakovljevic, un serbio de 73 años que ahora vive en el norte de Kosovo, una región pobre.

Culpa al despiadado líder de Serbia, Milosevic, por la guerra, pero todavía siente que su pueblo se llevó la peor parte.

"Los albaneses están consiguiendo lo que quieren, lo hemos perdido todo", se lamenta.

Serbia perdió el control de su antigua provincia dos días antes del 12 de junio, cuando Kosovo fue puesto bajo protección internacional por la ONU.

Pero Belgrado nunca ha aceptado la independencia que Pristina declaró en 2008.

Esto ha dejado a Kosovo en un limbo geopolítico, con el apoyo de los Estados Unidos y gran parte de Occidente, pero con el rechazo de Belgrado y sus aliados de Moscú y Beijing o de España, donde el separatismo es fuerte en Cataluña y el País Vasco.

Las tensiones siguen siendo muy fuertes entre los antiguos enemigos de la guerra, y alrededor de 4.000 efectivos de mantenimiento de la paz dirigidos por la OTAN permanecen hoy en Kosovo.

Ahora, uno de los vecinos serbios cree que la presencia de los soldados internacionales es esencial.

"Que se queden. Si no existieran, habría una nueva guerra aquí".
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