SANTIAGO.- No da el salto la U nomás. Después de la derrota del fin de semana pasado ante Wanderers, era urgente para el equipo azul obtener un triunfo en la segunda fecha del Apertura. Y el rival parecía el indicado: Antofagasta, un equipo que había caído como anfitrión en su estreno frente a Temuco.
Pero ni los refuerzos ni un tibio cambio de esquema le sirvió al equipo laico para ganar su primer partido. Sólo igualó 1-1 ante un ordenado elenco visitante que hizo un duelo inteligente y sin complicarse ante un conjunto universitario que se ve sin ideas y con poca chispa y que al término del lance se fue entre pifias.
La visita no tuvo que esmerarse mucho para arrancar con un punto desde Ñuñoa. Nunca la U mostró un juego arrollador que hiciera merecer o estar cerca de una necesitada victoria. Es más, los primeros minutos, con orden táctico y salidas rápidas tuvieron las mejores ocasiones ante el arco de Johnny Herrera.
Pasado el primer cuarto de hora la U comenzó a tener más el balón, a manejar el partido, pero sin peligro en el pórtico de Dituro. El ingreso de Gustavo Lorenzetti desde el minuto 1 en el medio para tratar de acompañar a un perdido Gastón Fernández no les resultó.
Tampoco causó efecto el soltar a los laterales. Beccacece puso a Alejandro Contreras en la zaga acompañando a Jara y Vilches con la idea de darle más libertad a Rodríguez y Beausejour. Ese proyecto del DT no tuvo el resultado esperado.
A pesar de eso, los azules abrieron la cuenta después de una jugada personal por izquierda del mejor de la U, Nicolás Maturana. El centro encontró un zapatazo de Alejandro Contreras qu mandó el balón al fondo del arco.
Era el minuto 55 de partido y parecía encontrar el camino el conjunto dirigido por el ex ayudante de Sampaoli. Pero no. Fueron sólo cinco minutos los que duró la alegría en el local, porque a los 60' Augusto Barrios agarra un balón sin marca en el área y guarda el esférico en el fondo del arco de Herrera.
De ahí en más fue más de lo mismo. La U teniendo el balón, lateralizando, pero con poca profundidad y claridad. La posesión fue azul con más del 60 por ciento.
Pitazo final y la hinchada laica mostró su descontento. Los azules y su entrenador se fueron entre una cerrada sonora de pifias. Agacharon la cabeza y camino al camarín donde se sacarán las conclusiones y el futuro de Beccacece que sigue incierto después de un mal inicio.
