HOLANDA.- El problema del exceso de velocidad en las carreteras se genera tanto en Chile como en Europa. La diferencia es que en el Viejo Continente están constantemente innovando para terminar con esto y en Holanda, por ejemplo, se la jugaron por un novedoso sistema que motivaba a los conductores a reducir la velocidad. Se trata de una "carretera que canta" y que, pese a todo, no terminó dando los resultados que se buscaban.
Fue en el pueblo de Jeslum donde se implementó un particular sistema de bandas rugosas ubicadas antes de la línea que indica el fin del carril y que al pasar sobre ellas a una velocidad de 60 kilómetros por hora hacía sonar el himno de la región holandesa de Friesland.
También tenían como objetivo avisar a los automovilistas que estaban muy cerca de los límites laterales de la carretera. Algo así como la alerta de mantenimiento de carril que llevan equipados algunos vehículos en la actualidad, pero más rústico.
No obstante el problema no fue para los conductores, que al transitar por las bandas sí escuchaban la melodía, sino que fueron los vecinos los que se vieron perjudicados. Y es que al pasar tantos vehículos por las bandas las notas terminaban una encima de otra y haciendo sonar una canción totalmente irreconocible y molesta.
Fue tanto el revuelo e indignación que causó esta idea que las autoridades de la región Friesland decidieran retirar estas bandas y terminar así con la conocida “carretera que canta”.