Meghan, la esposa del príncipe Harry, aseguró en la esperada entrevista con Oprah Winfrey, que había preocupaciones sobre cuán oscura sería la piel de su hijo Archie antes de su nacimiento y que eso explica por qué no se le dio el título de príncipe
"No querían que fuera un príncipe o una princesa, sin saber cuál sería el género, que sería diferente en el protocolo y no iba a recibir seguridad", dijo la duquesa, cuya madre es negra y su padres es blanco, en la conversación de dos horas transmitida en horario de máxima audiencia por la cadena CBS en la noche del domingo.
"En esos meses en los que estaba embarazada, tuvimos una serie de conversaciones sobre que
'no se le daría seguridad, no le darían un título' y también preocupaciones y conversaciones sobre qué tan sería su piel cuando naciera".Agregó que
el Palacio de Buckingham se negó a otorgar protección al niño, a pesar de que esa es la tradición, y
reveló que tuvo pensamientos suicidas "muy claros, reales y constantes, que daban miedo" durante ese tiempo.
"Simplemente, ya no quería vivir más", dijo con lágrimas en los ojos. Y agregó que cuando le transmitió a la familia real que estaba luchando y que necesitaba ayuda profesional, le contestaron que "no podía, que no sería bueno para la institución".
Ella evitó decir quién había expresado tales preocupaciones. Al ser preguntada sobre si quería guardar silencio o había sido silenciada, respondió: "Esto último".
"Realmente decepcionado"
La muy esperada entrevista intensificará una disputa ya enconada entre Meghan y Harry por un lado, y la monarquía británica por el otro.
La pareja renunció a sus deberes reales y está comenzando una nueva vida en Estados Unidos. Al respecto,
Harry -quien se unió en la segunda mitad de la conversación-
dijo que se fue por falta de comprensión y porque le preocupaba que la historia se repitiera, una referencia a la muerte de su madre Diana en 1997.
En ese sentido,
aseguró sentirse "realmente decepcionado" por la falta de apoyo de su padre, el príncipe Carlos, en toda la situación, "porque él pasó por algo similar". Él sabe cómo se siente el dolor".
No obstante, señaló que "siempre amaré" a
su padre -heredero al trono- y a su hermano,
el príncipe William, quienes -sostuvo-
"están atrapados" en las convenciones de la monarquía.
"No pueden irse. Y les tengo una gran compasión por eso", señaló.
Según afirmó, su salida no fue una sorpresa para su abuela, la reina, ya que la respetaba demasiado, aunque
su padre, el príncipe Carlos, había dejado de atender sus llamadas.
"Tuve tres conversaciones con mi abuela y dos con mi padre antes de que dejara de atender mis llamadas. Y luego me dijo, '¿puedes poner todo esto por escrito?'", dijo Harry.
"Me entristece que haya pasado lo que pasó, pero me siento cómodo sabiendo que hicimos todo lo que pudimos para que funcionara", dijo Harry.
"Oh, Dios mío, hicimos todo lo posible para protegerlos", agregó Meghan.
"La reina ha sido maravillosa"
La semana pasada surgieron voces que acusaron a Meghan de acoso con personas que trabajaron para ella mientras era miembro activo de la familia real, tras lo cual el Palacio de Buckingham manifestó su preocupación y anunció una investigación.
En respuesta al reporte, una portavoz de Meghan dijo que estaba "triste por este último ataque a su persona, sobre todo como alguien que ha sido blanco de acoso a sí misma".
Meghan dijo a Winfrey que las personas dentro de la institución real no solo no la protegieron contra afirmaciones maliciosas, sino que mintieron para proteger a otros.
"Fue tan solo nos casamos y todo comenzó a empeorar cuando llegué a comprender que no solo no estaba protegida, sino que ellos estaban dispuestos a mentir para proteger a otros miembros de la familia", dijo Meghan.
"Está la familia, y luego está la gente que dirige la institución, esas son dos cosas separadas, y es importante poder dividir eso porque la reina, por ejemplo, siempre ha sido maravillosa conmigo", agregó.
Meghan dijo que había sido ingenua antes de su boda y que no se dio cuenta de con qué se casaba cuando se unió a la familia real británica.
"Diré que lo analicé ingenuamente, porque no crecí sabiendo mucho sobre la familia real", señaló.
Harry y Meghan actualmente viven en Montecito, California, junto a su hijo Archie y otro en camino. Crearon la fundación Archewell, firmaron contratos con Netflix y Spotify, y se asociaron con la plataforma Apple TV+ en colaboración con la misma Oprah Winfrey.
