La Región Metropolitana enfrenta una de las sequías más graves y extensas de su historia y si bien las lluvias de junio y julio redujeron en algo la brecha, lo cierto es que los niveles aún siguen bajos en comparación con años anteriores.
Es por eso que los esfuerzos de Aguas Andinas se han centrado en implementar una serie de medidas para enfrentar los efectos del cambio climático. Entre ellos, mejorar y modernizar las plantas de agua potable para minimizar la profunda escasez hídrica. En este sentido, la planta Padre Hurtado, ubicada en la comuna de La Reina, asoma como una de las más importantes al abastecer a más de un millón de personas.
La planta se encuentra en funcionamiento desde 1997 y ahora será objeto de importantes obras de modernización entre las que destaca el uso de tecnología de punta para asegurar una producción más eficiente y segura.
Así, se ampliarán los decantadores, floculadores mecánicos e incorporará nuevas baterías de filtros adicionales, un nuevo desarenador, telecontrol, automatización de procesos, gestión centralizada, lavado de filtros automático y producción de cloro a partir de sal.
De esta manera el caudal tratado en la planta pasará de los actuales 1.300 litros por segundo a los 2.300 cuando entre en funcionamiento en junio de 2022, ayudando además a mejorar la presión y continuidad del suministro. Estas mejoras se implementarán sin que afecte al suministro de agua a la comunidad.
La modernización de la planta Padre Hurtado se prolongará alrededor de 660 días y generará nuevos puestos de empleos además de contar con una importante inversión total de 17 mil millones de pesos.
Plan de reconstrucción verde y social
Las mejoras tecnológicas y ampliación de la capacidad de la planta se enmarcan en el plan de Reconstrucción Verde y Social que lleva adelante la empresa, resaltó la gerenta general de Aguas Andinas, Marta Colet.
En ese escenario manifestó que "estamos convencidos de que lo que Chile necesita para salir adelante son inversiones y generación de empleos que reactiven y muevan al país y que, a la vez, nos permitan hacer frente a la emergencia climática con soluciones concretas y de largo plazo para contar con una ciudad cada vez más resiliente".
En otra vereda, el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, destacó durante una visita a la planta que "tuvimos en 2019 el año más seco desde que hay registros. Llevamos once años seguidos de sequía, no habíamos tenido más de cuatro y, por lo tanto, tenemos que hacer las obras necesarias para enfrentar este cambio climático al cual tenemos que adaptarnos".
