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Colitis ulcerosa crónica, la enfermedad inflamatoria intestinal por la que el Primer Ministro de Japón se vio obligado a renunciar

Afecta específicamente al colon y recto, y su principal síntoma es la aparición de sangre en las deposiciones. Asimismo, una vez que se manifiesta estará presente durante toda la vida de la persona, aunque con períodos de actividad e inactividad.

28 de Agosto de 2020 | 15:13 | Por M. Francisca Prieto, Emol
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EFE
"Mis condiciones de salud no son perfectas. Una salud pobre puede derivar en decisiones políticas erróneas (...). He decidido renunciar", anunció este viernes el Primer Ministro de Japón, Shinzo Abe.

La autoridad nipona agregó que la colitis ulcerosa crónica que padece, y que ya lo obligó a dimitir en su primer mandato (2006-2007), había regresado, y que el tratamiento que debe recibir exige una revisión continua y vigilada.

Según explica a Emol Raúl Araya, gastroenterólogo de Clínica Universidad de Los Andes, la colitis ulcerosa es una enfermedad inflamatoria del intestino, que compromete específicamente el recto y el colon.

"Es una enfermedad crónica, por lo que cuando se manifiesta va a estar presente durante toda la vida", sostiene el especialista. Asimismo, indica que presenta diferentes niveles de gravedad, dependiendo del lugar donde se ubica la inflamación y la extensión de esta.

"Hay colitis ulcerosas que comprometen solamente al recto, pero también puede extenderse al resto del colon y comprometerlo hasta en forma completa. Entonces, mientras más extensa sea la inflamación, sin duda que va a ser una enfermedad de mayor gravedad", afirma.

Respecto a las causas de la inflamación, Araya indica que en ella influyen factores de susceptibilidad genética, es decir, factores genéticos que cuando son sometidos a otros ambientales -alimentación, cuadros infecciosos, etc.-, dan pie a un fenómeno inmunológico que gatilla que la membrana que recubre el colon y el recto por dentro, se inflame.

Patricio Ibáñez, jefe de gastroenterología de Clínica Las Condes, agrega que la colitis ulcerosa crónica es "prima hermana" de la enfermedad de Crohn y que en los últimos 30 años ha experimentado un aumento de casos, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo.

"En el último tiempo se ha planteado que la industrialización y los alimentos industrializados -alimentos muy ricos en emulsificantes, edulcorantes, espesantes- podrían de alguna manera favorecer el desarrollo de estas enfermedades, que son fundamentalmente de los últimos 50 años", indica Ibáñez.

Otra característica de la enfermedad que afecta a Shinzo Abe es que tiene períodos de actividad e inactividad. ¿Qué puede reactivarla? "El estrés, ciertos rasgos de personalidad, cuadros depresivos, fenómenos de angustia, etc.", detalla Araya.

Síntomas y diagnóstico


Según los especialistas, la colitis ulcerosa crónica se presenta fundamentalmente en personas jóvenes de entre 20 y 45 años, aunque el gastroenterólogo de Clínica Universidad de Los Andes agrega que también puede darse en pacientes cercanos a los 60 años.

Asimismo, ambos coinciden en que se manifiesta tanto en hombres como en mujeres en una proporción casi por igual.

En relación a los síntomas, tanto Raúl Araya como Patricio Ibáñez sostienen que el principal es el sangrado rectal, es decir, la aparición de sangre en las deposiciones.

El examen clínico, la colonoscopía y la toma de biopsia son los tres pilares en los que se basa el diagnóstico de la enfermedad

"Otro síntoma que aparece es el llamado pujo rectal, que es la sensación de querer ir al baño a cada rato y no poder", añade el gastroenterólogo de Clínica Las Condes, quien asegura que se trata de una enfermedad que afecta enormemente la calidad de vida de quien la padece.

"Las personas no pueden desarrollar su vida de manera normal y pueden tener frecuencia de deposiciones de ocho, 10 y hasta 15 veces al día, en ocasiones en la noche, o con incontinencia y eso genera un menoscabo en la autonomía y en la calidad de vida", dice.

Respecto al diagnóstico de la enfermedad, Raúl Araya sostiene que se basa en tres pilares. El primero es el clínico, donde se toma en cuenta la edad del paciente, la recurrencia del sangrado y si tiene antecedentes familiares, entre otros factores.

Tras descartar otras causas de los síntomas, la persona debe ser sometida a una colonoscopía, que con un instrumento -el colonoscopio- permite al médico revisar el recto y el colon por dentro.

Por último, en esa misa exploración, se toman biopsias de la mucosa que recubre el intestino.

"La impresión clínica, la visión endoscópica que es relativamente característica y la toma de biopsia (...) se van sumando, y al final hacen el diagnóstico de la enfermedad", sostiene Araya.

Tratamiento


Sobre el tratamiento, el especialista de Clínica Universidad de Los Andes recalca que lo primero es informar bien al paciente en qué consiste su enfermedad. "Hacer énfasis que es un fenómeno crónico, y que va a tener períodos de tranquilidad y de actividad", indica.

Luego, dependiendo del tipo de intensidad con que se manifiesta, es el enfoque con la que se trata. Así, cuando la colitis ulcerosa crónica debuta como un brote grave -sangrado, fiebre, la inflamación compromete todo el colon, etc.-, el paciente tiene que ser hospitalizado.

"En ese tipo de pacientes tiene que iniciarse un tratamiento en base a corticoides que permiten generar una desinflamación rápida, pero por un tiempo acotado. Si tienen una buena respuesta dentro de los primeros cinco a siete días, en general se mantiene el tratamiento con corticoides. Pero si se ve que son pacientes que no están respondiendo bien a los corticoides y se ha descartado que exista una infección de por medio, en ese tipo de pacientes entran a jugar tratamientos con terapias biológicas", explica Raúl Araya.

Estas últimas, de acuerdo al gastroenterólogo, son medicamentos que actúan en componentes específicos de la inflamación.

Por otra parte, cuando la enfermedad no debuta en forma grave, los pacientes pueden ser manejados de forma ambulatoria y con medicamentos por vía oral.

Asimismo, se les recomienda mantener un régimen, liviano y de tolerancia, haciendo énfasis en la hidratación.

Patricio Ibáñez llama la atención en que, tal como ocurre con la enfermedad de Chron, la colitis ulcerosa crónica es perfectamente controlable y puede permitir una vida completamente normal.

Asimismo, apunta a que en la actualidad no solo se busca que los pacientes no tengan diarrea, no sangren y que se sientan bien, sino que el objetivo es que el daño que se ve en el colon esté completamente reparado, incluso a nivel microscópico.

"Cuando uno logra eso, y que incluso la colonoscopía y la biopsia estén perfectamente normales, eso permite en primer lugar que el pronóstico de la enfermedad, permita hacer una vida perfectamente normal y, en segundo, reducir el riesgo de cáncer de colon que es una condición que se asocia a tener colitis ulcerosa por mucho tiempo", concluye.
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