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Respuestas seguras, según la edad y en el momento adecuado: Consejos para hablar del Covid-19 con los niños

También es importante no ocultarles información y que los padres -o adultos a cargo- se tomen el tiempo suficiente para lidiar con las emociones que puedan surgir.

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Reuters (imagen referencial)
En momentos en que el Covid-19 es tema de conversación en todas partes, los expertos estiman "necesario" informar a los niños sobre la crisis mundial generada por el coronavirus, ya que la ambigüedad puede despertarles incertidumbre y ansiedad. No obstante, señalan que también hay que trasladarles confianza y seguridad.

En este sentido, Tony Crespo, psicólogo del servicio de Psiquiatría del Hospital La Salud de Valencia, advierte que "hay una delgada línea entre asustarlos innecesariamente y armarlos con los detalles, no solo de la enfermedad, sino también de cómo puede afectar tanto a los adultos, como a ellos mismos".

"Debemos ser conscientes -afirma Crespo- de que los niños no disponen de una autorregulación emocional desarrollada plenamente, y por tanto será la manera en que sus adultos afronten el tema a tratar lo que determinará su mayor o menor impacto en ellos. Como padres, debemos tener anticipadamente las respuestas listas para las preguntas más obvias. Responder con confianza y sin dudarlo, asegurará de que el niño sepa de qué se está hablando. Por el contrario, si el adulto parece confundido y ansioso, responderá de una forma contradictoria a los ojos del hijo", explica.

"Nadie como los propios padres -continúa el psicólogo- para conocer mejor a sus hijos. Este conocimiento debe ser el punto de apoyo básico en la planificación de la conversación. Como adultos tenemos la capacidad de comprender un acontecimiento y situarnos en la perspectiva de nuestros hijos a la hora de recibir determinada información. Si bien es cierto que debemos intentar protegerles, también es necesario informarles de una manera adecuada de lo que acontece a su alrededor, ya que la contrariedad y ambigüedad despertará incertidumbre y ansiedad en los niños manifestada en forma de irritabilidad o conductas negativistas-desafiantes entre otras".

Y añade: "Nunca debemos perder de vista que la autonomía emocional se adquiere de forma progresiva durante toda la etapa escolar, y debemos tener claro que para nuestros hijos e hijas somos sus figuras de referencia, protección y seguridad.

Consejos para afrontar la conversación


Desde el hospital valenciano aconsejan a los progenitores tomarse el tiempo necesario y procurar que no haya interrupciones durante la conversación. Los niños reaccionan de diferentes maneras y el adulto necesitará el tiempo suficiente para lidiar con las emociones que puedan surgir. Mientras estén jugando o realizando actividades de ocio, e incluso durante la cena y de una manera natural puede ser un buen momento, ya que a menudo están más tranquilos y relajados.

Hay que mantener la calma, ya que los niños a menudo perciben la energía de sus familiares. Si es posible, deberán esperar hasta que hayan tenido tiempo de procesar las noticias para que pueda mantener la tranquilidad.

Los expertos instan a no mentir ni ocultarles información. Hay que comunicar la información sobre el coronavirus de forma adaptada a la edad y nivel madurativo. Con los más pequeños podemos servirnos de diferentes cuentos infantiles que simbolicen determinadas enfermedades a través de "bichitos", mientras que con los niños más mayores, ya podremos utilizar palabras más concretas que incluso les permitan tomar conciencia.

Asimismo, sugieren hablarles en términos que puedan entender, no interponiendo demasiada terminología médica. Se debe, además, transmitir tranquilidad y apoyo; permitirles hacer tantas preguntas como deseen y responder con respuestas apropiadas a su edad, manteniéndose enfocado en la pregunta específica en cuestión. Incluir más detalles de los necesarios puede ser abrumador para los niños.

También es buena idea que los padres hagan preguntas para ver qué reacciones despiertan y aclarar cuanto se les pueda quedar en duda: ¿Cómo crees que esto cambiará las cosas aquí en casa? ¿En la escuela?, etc.

Desde el punto de vista de este psicólogo, no hay que esconder los sentimientos. Si bien no se desea asustar a los hijos, sí se quiere que sepan que hay momentos en los que puede sentirse abrumados, y esta será una buena fórmula.

¿Y si hay un enfermo?


En caso de hospitalizaciones de algún familiar y, de ser posible, es necesario que a los niños puedan disponer de un medio u opciones con los que mantengan el contacto con los suyos: llamadas, WhatsApp, dibujos, una carta e incluso ofrecernos como mensajeros. Si la persona afectada permanece en casa, debemos favorecer que los niños sigan en la medida de lo posible con sus quehaceres y rutinas diarios, con el fin de que no experimenten ansiedad con lo acontecido en el hogar.

Finalmente, Crespo señala que "los padres tendrán muchas oportunidades de hablar con sus hijos sobre esta enfermedad, pero contarles la noticia es difícil".

"Dependiendo de cómo se maneje, permitirá que sus hijos lo comprendan sin estar demasiado asustados. Puede haber lágrimas, berrinches, abrazos y besos. Lo más probable es que haya una combinación de todas estas reacciones. Sin embargo, si se mantiene la calma y se los rodea de amor, todo saldrá bien", aconseja.
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