Para muchas personas el dolor se considera un síntoma que acompaña a las enfermedades o lesiones, una sensación pasajera que termina una vez que se alivia el problema que lo está provocando. Sin embargo hay pacientes para los que el dolor se vuelve la enfermedad en sí. Esta patología, hasta hace poco ignorada, está cada vez ganándose más espacios en los sistemas de salud en el mundo.
Un ejemplo de lo anterior es la Unidad de Alivio del Dolor Infantil del Hospital Roberto del Río. Esta experiencia ha sido pionera en el sistema de salud pública y busca tratar el dolor en niños y adolescentes de forma especializada e integral.
La doctora Viviana Portilla, coordinadora de la unidad, conversó en Emol TV sobre esta experiencia y recalcó la importancia de visibilizar y tratar adecuadamente el dolor infantil. En primer lugar, la anestesióloga explicó que si bien en Chile no hay cifras oficiales, se estima que el dolor crónico podría afectar a más de un millón de niños en el país.
“Crear una unidad especializada en dolor infantil era un sueño que teníamos hace muchos años”, destacó la doctora. Para lograrlo, el primer paso fue la capacitación de los profesionales del área a través de posgrados en el extranjero. Tras varios años de trabajo, en abril de 2019 se dio formalmente inicio a la Unidad de Alivio del Dolor Infantil.
En el día a día, el trabajo de la unidad se divide en dos tipos de atenciones. En la mañana las consultas se concentran principalmente en pacientes con dolores agudos, posoperatorios o que han sufrido quemaduras, mientras que en la tarde el equipo se concentra en atender pacientes con dolor crónico, donde las consultas pueden extenderse por más de una hora.
La especialista aseguró que la reacción de las familias al trabajo que realizan en la unidad ha sido muy positiva. “Cuando tienes un niño con dolor tienes una familia con dolor. Nos encontramos muchas veces con papas que llegan agotados, que han pasado por decenas de consultas antes, y al llegar aquí, donde lo tratamos de forma integral y en la que empezamos a actuar de cierta forma como director de orquesta, se les facilita mucho el trabajo. Se crea un lazo muy fuerte con las familias”, dijo Portilla.
Respecto a los ámbitos en los que aún hace falta avanzar en tratamiento del dolor infantil, la doctora destacó el ampliar el espectro de fármacos que existen en pediatría hoy en día. “En nuestra farmacia muchas veces tienen que pulverizar comprimidos y darnos de a gramos, porque no está la versión pediátrica. Tenemos un marco muy restringido, mientras que en otros países hay presentaciones que vienen por ejemplo como un lollipop para los niños, esperamos que con el tiempo podamos ampliar esa variedad aquí también”.
Otra de las prioridades que destacó la especialista es posicionar y visibilizar el dolor infantil como tema. “En Chile estamos recién partiendo. Esta es la primera unidad pediátrica de dolor no oncológico y necesitamos más unidades en el país para poder crear conocimiento colectivo respecto a este tema y poder crecer en conjunto”.
Para conocer más sobre el tema puedes revisar la entrevista completa.
