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¿Son Harry y Meghan los nuevos Eduardo y Wallis? Conoce la historia que remeció a la monarquía británica en los años '30

Al ser una mujer divorciada, el Parlamento del Reino Unido se oponía a que Simpson se casara con el rey, por lo que este decidió abdicar al trono, causando un gran revuelo en la corona.

10 de Enero de 2020 | 06:11 | Redactado por María José Hermosilla, Emol
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The New York Times
La familia real británica pasa desde hace algunos meses por un complejo momento, que seguramente quedará para siempre en la historia de la monarquía del Reino Unido. A las acusaciones del príncipe Andrés de abuso sexual, se le suma el reciente anuncio de Harry y Meghan de dar un paso al costado de sus cargos en la corona, para volverse "financieramente independientes".

La reciente decisión de los duques de Sussex no solo habría dejado a la familia real "dolida y decepcionada", sino que también generó una ola de críticas por parte de ciudadanos, periodistas y famosos a través de las redes sociales, quienes le cargaron la mayor parte de la responsabilidad a Meghan.

Varios compararon la situación, y a la duquesa, con Wallis Simpson, la polémica estadounidense divorciada razón de que Eduardo VIII abdicara al trono, tras su decisión de continuar su vida junto a ella a pesar de que el Parlamento rechazara su matrimonio.

Ambas mujeres comparten historias en común. No solo su nacionalidad norteamericana, sino que su estado civil de divorciadas, algo que para la corona no suele ser bien visto y menos en 1936, año en que Eduardo VIII conoció a Simpson. Pero, ¿quién era la mujer que enamoró profundamente al tío de Isabel II, y cuya historia ha sido recordada en diversas series y programas de televisión?

El romance que provocó la abdicación al trono


Simpson nació en Pensilvania, Estados Unidos, en una familia humilde marcada por la muerte de su padre a pocos meses de su llegada al mundo. En 1900 conoció a su primer marido, un piloto de la Armada local de quien, debido a su adicción al alcohol y diversas peleas entre ambos, se divorció una década después.

Su segundo matrimonio fue con Ernest Simpson, con el que se trasladó a Londres, donde se introdujo en la alta sociedad inglesa. En 1931, entre fiestas, conoció a Eduardo VIII, en ese momento con el rango de príncipe, quien ya tenía otras dos novias. Sin embargo, ninguna de ellas logró superar los encantos de Wallis, quien lo enamoró gracias a su "acento americano", según el Washington Post.


Crédito: The New York Times.

Desde que el tío de Isabel II eligió a Simpson comenzaron las polémicas en el país, ya que Eduardo VIII era quien se convertiría en la cabeza de la iglesia de Inglaterra, institución que prohibía el divorcio y el matrimonio por segunda o tercera vez, algo que el Parlamento británico tampoco aceptaría.

Pero antes de contraer matrimonio, Simpson debía divorciarse por segunda vez, algo que no era fácil en Reino Unido. Por esto, los abogados de la estadounidense debieron incluso recrear una supuesta infidelidad por parte de su entonces esposo para lograr la disolución del vínculo.

Finalmente, Eduardo VIII- quien asumió como rey en 1936 tras la muerte de su padre, Jorge V- tomó la decisión de elegir un camino junto a Wallis y con solo ocho meses en el trono anunció través de un comunicado que emitió por radio, su abdicación con un sincero mensaje en el que explicó que la decisión había sido tomada ya que no podría llevar la vida de un rey sin el apoyo y la ayuda de la mujer a la que amaba, dando paso al siguiente en la sucesión a la corona, Jorge VI, su hermano y padre de la actual monarca.

Fue así como la pareja, tras provocar una crisis constitucional y en la monarquía británica, logró contraer matrimonio en junio de 1937 en Francia y sin la presencia de ningún miembro de la realeza británica. Diversas biografías y documentales aseguraron que al enterarse que Eduardo VIII abdicaría al trono solo para poder estar con ella, Simpson intentó dejarlo para que no lo hiciera. Sin embargo, el príncipe ya había tomado una decisión.


Crédito: The New York Times.

Tras radicarse en Francia, el gobierno británico habría enviado una carta a Eduardo VIII para advertirle que la única forma de poder ingresar nuevamente al país debía ser con un permiso de su hermano rey y que, de seguir las reglas, sería compensado con una suma de dinero anual. Este fue entregado por la reina Isabel II hasta el día de la muerte de su tío e incluso siguió enviándolo a su viuda, según publicó Express UK.

Eduardo VIII murió en 1972 y Wallis volvió a Reino Unido para asistir al funeral de su marido. Por su lado, Simpson falleció en 1986 en París y fue enterrada en el Castillo de Windsor junto a su esposo.

Según han recordado varios medios británicos, el automóvil que utilizó Simpson para su traslado al funeral de su marido, fue el mismo que se le otorgó a Meghan para llegar a la capilla en el Castillo de Windsor, donde el 19 de mayo de 2018 contrajo matrimonio con el príncipe Harry.


Crédito: Capturas Daily Mail.
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