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"Esperaba que mi hijo dejara de respirar mientras dormía": Británica comparte su experiencia con la depresión postparto

Hoy, Tahnee Knowles se siente feliz junto a su familia y ayuda a mujeres que están pasando por lo mismo que ella, a que puedan buscar ayuda y terminar con "el tabú de esta enfermedad".

15 de Marzo de 2019 | 09:46 | Redactado por M.J. Hermosilla, Emol
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Tahnee Knowles / Instagram
Tahnee Knowles (27) planeó durante los nueves meses de embarazo, cómo sería su parto y la bienvenida que le daría a su primer hijo en noviembre de 2017: de forma natural y en una piscina con agua.

Sin embargo, su "momento mágico" no pudo concretarse debido a complicaciones en sus últimos días de embarazo, que la obligaron a internarse en el hospital St Mary’s en Newport para ser sometida a una cesárea de emergencia.

Al término de la intervención, en el tan esperado momento en que le pasaron por primera vez a su hijo, la joven confesó que "no sintió conexión" con el recién nacido.

Al recibir el alta médica y volver a su casa junto a su marido Bernardo y su hijo Gus, la madre primeriza vivió en silencio una larga batalla de depresión postparto, antes de poder revelarle a sus familiares los duros momentos por los que estaba atravesando.

Hoy, ya recuperada y considerando a su hijo de 17 meses como su mejor amigo, decidió relatar su proceso para motivar a otras mujeres que pasan por lo mismo que ella, a buscar ayuda. "Hay tantas reglas sociales alrededor de cómo tienes que actuar cuando te conviertes por primera vez en madre, me sentí bajo presión y puse mi cara más valiente", afirmó Tahnee.

"Al principio, me preguntaba si solo estaría pasando por una pena después del parto, pero una noche, mientras lo miraba dormir me di cuenta que no sabía si seguía respirando y un pensamiento pasó por mi cabeza: casi esperé que no lo estuviera y que las cosas volvieran a como estaban antes de tenerlo", afirmó la joven.

Ese fue el momento donde empezó a sospechar que estaba pasando algo más que una "pena después del parto".

Según informó el Daily Mail, a pesar de que la joven se encontraba bien físicamente -hacía ejercicios y leía libros acerca de crianza-, por el lado psicológico pasaba por una montaña rusa debido a las hormonas.

Preparación para el parto


En noviembre de 2017, a sus 39 semanas de embarazo, la mujer planificaba todo para lo que sería su primer parto natural, pero mientras arreglaba las cosas en su casa sintió que su pantalón estaba mojado.

"Llamé a la mujer que me ayudaría con el parto y llegó a los minutos. Ella vio el líquido y afirmó que era amniótico por lo que me dijo que si no daba a luz dentro de las 24 horas siguientes tenía que ir al hospital", señaló la británica.

"Me costó dormir esa noche, intenté relajarme, pero a cada momento me sentía más emocionada", señaló la joven.

Al día siguiente, no mostró signos de trabajo de parto, por lo que sus cercanos le recomendaron que fuera al hospital. Tahnee llegó al centro de salud y los doctores le avisaron que debían inducir el nacimiento, por lo que la joven se nubló y quedó muy molesta por no poder cumplir lo que tenía planificado.

"El nacimiento de tu primer hijo es una cosa tan importante y nada de lo que había planificado iba a poder realizarse", contó la madre.

A pesar de su decepción, Tahnee sabía que lo más importante en ese momento era su hijo, por lo que aceptó quedarse en el hospital para poder dar a luz a Gus. Después de cuatro horas en que no pudo dilatarse, los doctores empezaron a hablar de una posible cesárea.

El doctor a cargo de llevar la intervención fue a la habitación de los padres y les explicó que sentía mucho que el plan para el parto natural no se fuera a realizar, pero aseguró que, a pesar de que realizarían una cesárea podían continuar con algunas cosas que habían pensado, como la música y una luz baja.

"Podría conocer a mi hijo en menos de una hora y lo podía hacer en un ambiente tranquilo y relajado, en vez de seguir esperando que saliera de forma natural y quedar agotada", afirmó Tahnee.

Después del parto


Finalmente, el 23 de noviembre a las 10 de la mañana llegó el pequeño Gus a la vida de Tahnee y Bernardo vía cesárea, pero a los segundos después de tomarlo la madre tuvo un sentimiento extraño.

"Pedí que me lo entregaran inmediatamente para tener contacto de piel, pero al minuto que me lo pasaron no sentí ninguna conexión. Era como si fuera un extraterrestre, podría haber sido el hijo de cualquier persona", contó Tahnee.

"Todos alrededor mío estaban felices con Gus y sentí una enorme presión a reaccionar de cierta forma, así que me tuve que poner una careta, pero por dentro simplemente no quería tomarlo", confesó la madre.

Al día siguiente los médicos del hospital le dieron el alta, pero la mujer sentía que no quería estar cerca de su recién nacido. Pasaron algunas semanas, y su sentimiento no cambiaba, fue en ese momento cuando supo que se trataba de algo más serio.


Crédito: Tahnee Knowles / Instagram

"Cuando Gus tenía alrededor de dos semanas de vida, tuve un momento de conexión con él y cuando me miraba me dije 'realmente lo amo', lloré del alivio que sentía. Después de eso el sentimiento de dudas de mi rol como madre fue creciendo cada vez más", relató.

"No me atrevía a contar lo que me estaba pasando, sentía miedo de que la gente pensara que yo era una mala madre, luchaba por conectarme con Gus", contó la joven.

Después de algunos meses del nacimiento de Gus, la madre tuvo un momento de luz cuando una de sus amigas le preguntó algo que nadie había hecho antes: "¿Cómo estás mentalmente?". Gracias a esta conversación, pudo hablar de los tristes momentos por los que estaba pasando y cuenta que fue un gran alivio solo el poder decirlo en voz alta.

Desde ese momento buscó ayuda con una consejera de parto que se le había asignado en el centro de salud, y no tuvo la necesidad de tomar antidepresivos, pero cuenta que las personas deberían hacerlo si es necesario.

Hoy, esperando poder traspasar todo lo que aprendió de esta etapa, Tahnee ofrece retiros de bienestar durante el embarazo a otras mujeres, llamados Bump and Mind. Además, se formó como profesora de técnicas y cuidados del embarazo donde proporciona, entre otras cosas, materiales de meditación guiada para utilizar en los primeros meses de vida de los recién nacidos.

"Ahora que ya no he sufrido en un largo tiempo, Gus es mi mejor amigo y no me siento culpable por lo que pasé. Quiero romper con ese tabú de la depresión postparto y mostrar a los demás que no son malas las personas que necesitan ayuda", finalizó Tahnee.


Crédito: Tahnee Knowles / Instagram
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