Autoridades han decretado alerta máxima ante la actividad volcánica del macizo que en 1963 hizo erupción matando a más de mil personas.
EFE
La turística isla de Bali, en Indonesia, ha sufrido un duro golpe en su principal actividad económica luego que el volcán Agung entrara en actividad y las autoridades decretaran alerta máxima ante una posible erupción del macizo. Debido a esto, la Asociación de Restaurantes y Hoteles de Indonesia (PHRI por sus siglas en el idioma local) estimó que unos 70.000 turistas dejaran de visitar este paradisíaco destino.
"Hemos recopilado información sobre clientes que habían planeado venir para reuniones y otros motivos. Habrá un descenso en la llegada de turistas del 20%, o unos 70.000", dijo el presidente de la sección de Bali de la PHRI, Tjokorda Artha Ardana Sukawati, a la agencia de noticias local Antara.
Esta isla recibe mensualmente un promedio de 200 mil visitantes extranjeros, lo que la posiciona como el destino más demandado de este país ubicado entre el Sudeste Asiático y Oceanía.
El Centro de Vulcanología y Mitigación de Peligros Geológicos (CVMPG) declaró el pasado 22 de septiembre el máximo nivel de alerta (categoría 4) ante la actividad volcánica y ordenó establecer un perímetro de seguridad en un radio de 12 kilómetros en torno al Agung y se ha dispuesto la evacuación de quienes viven dentro del área delimitada.
Además se han establecido refugios y albergues para atender, en caso que sea necesario, a una parte importante de las 140 mil personas que residen en el distrito Karangasem, en el este de Bali y lugar donde se halla en poderoso volcán que en 1963 hizo erupción, fenómeno que se extendió por cerca de un año.
El gobernador de Bali, Made Mangku Pastikasostienen, dijo a los medios de prensa local que pese a la actividad del macizo aún es seguro viajar a la isla.
Por su parte, el Ministerio de Transporte ha diseñado un plan para reconducir el tráfico aéreo a otros aeropuertos en caso de que la erupción inutilice el terminal de Denpasar, Bali Ngurah Rai.
Las autoridades indicaron hace dos semanas que la actividad que registraba el Agung era similar a la que mostró antes de la erupción en 1963, oportunidad en la que mató a más de 1.100 personas.
