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Pesa tu vida: La gloria consiste en saber levantarse después de cada tropiezo

Nuestra bloguera Denisse Fuente recuerda el episodio vivido esta semana por Nikki Hamblin y Abbey D'Agostino en los Juegos Olímpicos, e insta a quienes luchan contra la anorexia, a seguir el ejemplo de las deportistas. "Cada caída es una victoria ganada", les dice.

19 de Agosto de 2016 | 14:11 | Por Denisse Fuentes
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Reuters
Estas últimas semanas hemos estado inundados de medallas, de triunfos, de victorias, de esfuerzos, de lesiones y de deportistas que en sus distintas disciplinas, han dejado todo por llevarse la tan preciada y a veces tan esquiva medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

He visto diferentes competencias. Debo reconocer que no soy una fiel televidente de éstas, pero mi padre sí y muchas veces me he sentado junto a él a escuchar su apasionante relato. Y aunque me he sentido tentada a cambiar de canal, debo agradecer no haberlo hecho cuando, hace un par de días, el mundo entero pudo presenciar el verdadero espíritu de los Juegos Olímpicos, cuando la neozelandesa Nikki Hamblin tropezó e hizo caer a la estadounidense Abbey D'Agostino.

Ambas corrían para clasificar en la preciada búsqueda del oro. Pero en ese minuto no hubo medalla más brillante, ni oro más radiante que el inigualable gesto de nobleza y grandeza que nos hicieron presenciar. Cuando la neozelandesa caía, y hacía tropezar y lesionarse a la estadounidense, ésta lejos de reclamarle y viendo cómo sus competidoras saltaban por encima de ella ganando su lugar y metros de ventaja, fue y levantó a Nikki que estaba sumida en el dolor de haber perdido -según ella- la pelea.

Pero Abbey le mostró que la meta aún estaba ahí, que el espíritu de los Juegos Olímpicos y la fuerza con que se defendía la nación, orgullo y bandera, no radicaba en un tropiezo, ni en cuantas recaídas hubiera en el camino. Que éste era solo un obstáculo, pero que llegar al final del camino dependía de ella.

Fue ahí cuando Nikki se levantó y empezó a correr con un coraje que no daba lugar ni al más mínimo miedo, sin mirar parar atrás y solo con la absoluta convicción de que su destino no estaba en el tropiezo del pasado, sino el paso que decidía correr con el corazón hacia delante.

Sin embargo, Abbey sintió dolor, empezó a cojear y en un minuto se quiso entregar. Y es ahí donde vi, sentí y viví el verdadero espíritu de los Juegos Olímpicos, es ahí donde vi cómo se levantaba verdaderamente el oro. Ya que Nikki, cuando vio a Abbey tendida en el suelo, se detuvo y le dijo: "Estos son los Juegos Olímpicos, tenemos que terminar la carrera". Y así, ocupando los últimos lugares y saliendo una de ellas en sillas de ruedas, llegaron a la meta, representando el verdadero espíritu de lo que significa triunfar.

Porque, ¿saben una cosa? Cada vez que nos equivocamos, nuestras posibilidades de acertar aumentan; cada vez que nos caemos, aprendemos más rápido a levantarnos. El camino, la vida y las distintas luchas que damos a diario, están llenas de obstáculos, muchas veces tan intimidantes que nos inmovilizan, muchas veces nos hacen caer en la frustración del "no pude" o, peor, "no puedo". Y es ahí cuando es todo lo contrario, cuando estamos de rodillas, cuando nos caímos, cuando nos equivocamos, cuando erramos y fallamos e incluso en el camino dañamos, es cuando más tenemos que saber que "sí se puede".

El triunfo más grande radica ahí, en el saber que cada caída es una victoria ganada y que la gloria no consiste en no caer, sino en saber levantarse después de cada tropiezo.

A todos ustedes que están luchando por algo en su vida, a todos esos amigos desconocidos que dan hoy la misma pelea que yo di con valor y millones de recaídas en el camino, les digo: luchen con convicción y alegría; cojeen, tropiecen y hasta con muletas caminen. Porque aunque todo se venga abajo, siempre queda una piedra para construir. En un terremoto por más réplicas que haya, siempre hay una reconstrucción futura. Levanten ustedes su propia medalla de oro, ya que aunque lleguen en último lugar, el éxito no radica en ganar, sino en cómo se llega a triunfar.

Con cariño,

Denisse Fuentes Estrada, Fundadora & Directora Fundación "Pesa Tu Vida" (www.pesatuvida.cl; Facebook: Pesa Tu Vida; Twitter: @PesaTuVida/@D_FUENTESE; Instagram: Pesa Tu Vida/Denisse.fuentes.e); autora de "La Dieta de la Muerte"; Joven Líder 2015; Diplomada Internacional en Coaching Neurolingüístico.
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