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¿Cómo es usar un teléfono de pantalla flexible?: Un primer acercamiento al "futuro" del smartphone

Una unidad preliminar del Huawei Mate X -que recién saldrá a la venta a mediados de año- estuvo en Chile esta semana, mostrando las posibilidades de este nuevo formato.

23 de Marzo de 2019 | 11:07 | Por Javier Neira R., Emol
SANTIAGO.- Si bien las empresas del mercado de telefonía siguen presentando sus smartphones "tradicionales" para este año, varias están trabajando en una segunda línea, más experimental, que en algunos casos hará su estreno durante 2019 y cuyos productos han sido agrupados bajo el concepto de "teléfonos flexibles".

Pareciera que es una de las principales tendencias para este año, con anuncios de marcas como Samsung y Huawei, relativos a fechas y precios en algunos mercados. Precisamente esta última firma tuvo uno de sus prototipos de visita en Chile durante esta semana, mostrándolo por un breve periodo a la prensa, aunque suficiente como para hacerse una idea de cómo se utilizarán estos dispositivos.

El primer "flexible" de Huawei es el Mate X, que saldrá a la venta en algunos mercados a mediados de año y por un precio de 2.300 euros (en Chile se apunta a una llegada a tiendas a fin de año, sin precio aún). Si bien ya hay una estrategia de lanzamiento, el teléfono en sí no es una versión final: el software no es el definitivo, la pantalla también recibiría cambios e incluso las cámaras corresponden a un modelo anterior. Además, no pudimos probar el mecanismo para doblar la pantalla, siendo un ejecutivo el encargado de manipular esa parte de la demostración.

Pero, más allá de estos detalles, el equipo funciona. A diferencia del modelo presentado por Samsung, el Mate X tiene una única pantalla que está en el "exterior" del modelo cuando éste está cerrado. Así al utilizarlo doblado, en efecto apaga la mitad de su display, mostrando una sola cara al usuario. Cuando está extendido, su display es de 8 pulgadas, mientras que al doblarlo muestra pantallas de 6,6 y 6,3 pulgadas.

¿Por qué hay una más chica? Porque ese lado contiene un borde más grueso, donde están instalados los lentes de la cámara. Y aquí se aprecia una de las diferencias respecto a los smartphones actuales: no tiene una cámara frontal o "de selfies", porque para sacar una selfie, se puede dar vuelta el teléfono y usar la pantalla más pequeña para ver lo que está capturando. El mismo lugar que contiene las cámaras también aloja el botón que "desbloquea" la bisagra y permite abrir el dispositivo.

Es difícil juzgar la experiencia de software con el poco tiempo que tuvimos con el equipo, pero todo pareciera funcionar de manera correcta: la pantalla se adapta rápidamente al abrir o cerrar el equipo, permite correr varias aplicaciones al mismo tiempo y todos los contenidos que probamos parecen operar bien. En efecto, abrir la pantalla convierte al Mate X en una tablet, con más espacio para el contenido, en un display OLED que parece tener una buena reproducción de colores. Habrá que ver su uso diario, pero claramente hay un potencial disruptivo, de crear una nueva experiencia.

Pese a que el dispositivo saldrá a la venta este año, todavía quedan dudas alrededor del concepto: qué tanta durabilidad tiene un display con una cubierta de plástico y no de vidrio como se hace tradicionalmente; cuántos usos resistirá la bisagra antes de presentar desgaste, y qué tanto afecta la experiencia el reflejo que se genera en la pantalla en la parte donde se dobla, ya que al quedar estirada no queda totalmente plana, distorsionando la luz que se refleja en ella. Todos esos puntos quedarán pendientes, pero queda claro que la idea tiene potencial.
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