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Andrés Escala, el astrofísico nacional que cruzó las ciencias para corregir una teoría biológica

El único egresado de Física en su generación, investigador asociado de Stanford y doctorado doble en la Universidad de Yale y la Universidad de Chile, este científico sorprendió tras su reformulación de la teoría de "El Fuego de la Vida".

24 de Enero de 2019 | 08:01 | Redactado por Camila Díaz S., Emol
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JM Vilches
SANTIAGO.- Que un doctor en Astrofísica mire al cielo en busca de respuestas sobre la formación y el crecimiento de agujeros negros, es algo esperable. Sin embargo, que cuando baje la vista decida fijarse en una ley de la Alometría, un área de la Biología, es inusual. Que logre corregir una fórmula que lleva ahí desde 1932 podría sorprender a muchos más. Fue eso, precisamente, lo que hizo el astrofísico Andrés Escala, un científico nacional que desde su formación de pregrado sorprendió a sus pares y académicos.

Licenciado en Ciencias mención Física en la Universidad de Chile en 1998, Escala no sólo fue el único que logró este cometido en su generación, sino además se destaca como alumno sobresaliente desde 1995 hasta su egreso en el pregrado, siendo recordado por sus profesores de la época.

"[Andrés] fue un alumno muy destacado. Era claramente una persona que destacaba del resto, lo suficiente como para que al resto no le fuera muy bien", con estas palabras recuerda al científico el académico del Departamento de Física, Francisco Brieva en conversación con Emol.

"Lo tuve como alumno por el año 1998, en un curso bastante especial de la licenciatura de Física, él en esa época ya estaba entre Física y Astronomía, que es un curso de mecánica cuántica", agrega quien también fue decano de la FCFM de la Universidad de Chile y ex presidente de Conicyt. "Yo no era un profesor de la mano muy blanda y al único que no le podía doblar la mano era a Andrés Escala".

Ese fue el año en que el científico egresó de su pregrado, el único que lo logró en la mención Física, dos años después estaría terminando su magíster en la Universidad de Yale y en 2004 culminó su doctorado doble en la Universidad de Yale y la Universidad de Chile.

Con este posgrado, Escala no sólo continuaba una carrera de éxitos, sino también marcando historia en el país, ya que fue el primer doctor en Astronomía de una universidad nacional a mediados de la década pasada.

Tras esto, estuvo entre 2006 y 2009 como investigador asociado del Kavli Institute for Particle Astrophysics and Cosmology de la Universidad de Stanford, para luego regresar a su país.

Ese momento Brieva lo recuerda como decisivo: "Había dos departamentos que lo querían tener como académico, que era el Departamento de Astronomía donde se quedó y el departamento de Física, que es donde yo estoy". Finalmente Escala optó por la Astronomía, centro del cual actualmente es director.

Además, el astrofísico se desempeña como director del Observatorio Astronómico Nacional Cerro Calán, donde también ha debido compartir con su ex profesor, pero ahora con una distancia entre sus áreas de estudio.

Una mirada a la Biología

Si bien Escala en algún momento estuvo entre seguir una carrera en la Física o la Astronomía, es la Biología la ciencia que actualmente lo tiene en la palestra, ya que esta semana la revista Theoretical Ecology finalmente publicó su investigación sobre el principio de similitud en esta materia, específicamente en lo que ha sido denominado como "El Fuego de la Vida".

Su interés por corregir la Ley de Kleiber, y lograrlo, causó el interés en su trabajo. Si bien es la primera vez que cruza sus campos de investigación y llega directo a la Biología.

Un aterrizaje exitoso, por cierto, ya que demostró que aplicando la analogía de la Ley de Gravitación de Isaac Newton se podía arreglar un problema planteado por el científico suizo Max Kleiber en 1932.

En la presentación de su descubrimiento, el propio Escala reconoció que las implicancias que esto tenga a nivel académico mundial sólo hay que esperarlas, ya que el mismo científico detalló que "estamos en un primer paso" y agregó que "Newton no supo que iba a ser la semilla para todo el desarrollo científico tecnológico que fue por su estudio y por estudio de gente que lo siguió a él bajo su metodología".

"Con esto se da un salto importante en el que ahora podemos predecir y con las predicciones podríamos utilizar la naturaleza viva para cosas que el humano necesitara o encontrar mejores soluciones para la vida de esos organismos vivientes porque sabemos cómo se va a comportar bajo ciertas condiciones", puntualizó Escala en su presentación.
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