BARCELONA.- Los nativos americanos conservan variantes genéticas que les facilitan la digestión de grasas y les hacen más resistentes al clima ártico, señaló un estudio publicado esta semana.
Estas características fueron heredades de los primeros pobladores que llegaron a América cruzando el estrecho de Bering, donde las bajas temperaturas provocaron que sólo unos cuantos sobrevivieran. Al mismo tiempo, tuvieron que habituarse a una alimentación totalmente diferente.
"Las presiones ambientales y dietéticas que se encontraron los primeros pobladores los marcaron genéticamente", aseveró el científico David Comas del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona.
De acuerdo a la teoría, del grupo de personas que cruzaron el estrecho por primera vez, sólo sobrevivieron los que tenían este tipo de mutaciones que les permitieron sobrevivir al nuevo ambiente.
Estas variantes genéticas, les facilitan la digestión de las grasas, rasgo distintivo de la adaptación a clima ártico y las dietas ricas en proteínas.
Si bien estas mutaciones ya se habían visto en los inuit, poblaciones esquimales que habitan la zona ártica de América, ahora se encontró en muchas de las 53 poblaciones actuales y prehistóricas que se han estudiado, incluyendo tribus del Amazonas y grupos nativos del norte.
Al estar en casi todas, los científicos creen que la adaptación sucedió en una población ancestral, antes de cruzar el estrecho, y que entonces, se seleccionó debido a las condiciones ambientales.
Según Comas, entender cómo la selección natural estableció la actual fisiología en respuesta a cambios del clima, dieta y enfermedades del pasado, permite comprender la composición genética de los humanos en relación a la predisposión de diferentes malestares.
