SANTIAGO.- Los cielos de Chile habitualmente son reconocidos como de los mejores del mundo para la astronomía, pero durante este año no será necesario poseer modernos telescopios o movilizarse a pleno desierto de Atacama, ya que existe una nutrida agenda de eventos que los aficionados podrán observar a simple vista o con recursos mínimos.
El evento que dio inicio al calendario de este año fue la primera lluvia de estrellas Quadrántidas, acontecimiento que se da siempre dentro de los primeros cinco días del año y que en este caso tuvo lugar el pasado 3 de enero. Su nombre lo recibe por la constelación Quadrans Muralis, de la cual pareciera venir.
Patricio Rojo, académico del Departamento de Astronomía de la Universidad de Chile, define las lluvias de estrellas como "partículas que expulsan los cometas cuando pasan por el Sistema Solar, las que quedan flotando en el espacio, orbitando en torno al Sol en su propia órbita".
A esta lluvia de estrellas se le sumarán nueve más durante el año: las Líridas que se podrá ver la noche del 22 de abril y que contará con 10 a 20 meteoros por hora; Eta Acuáridas el 4 de mayo, cuyos meteoros son de una velocidad muy alta; Delta Acuáridas el 27 de julio, que se caracteriza por la debilidad de sus meteoros; Perseidas el 12 de agosto; Oriónidas el 21 de octubre; Táuridas del Sur y Norte el 5 y 12 de noviembre respectivamente; Leónidas el 17 de noviembre; y para finalizar el año, Gemínidas el 14 de diciembre.
El experto indicó que las lluvias de estrellas podrán ser vistas sin tener la necesidad de usar ningún instrumento, sólo se necesita un cielo despejado y evitar las luces artificiales. "Para poder observar con mayor claridad las lluvias de estrellas, la clave está en la oscuridad y que el cielo esté despejado, ya que si está nublado no podremos observar nada. Es por eso que hay que buscar un lugar con un buen clima, dependiendo el pronóstico de ese día, y que sea oscuro".
Eclipses y "Súper Luna"
Además del espectáculo ofrecido por los meteoros, hay otros acontecimientos que prometen sorprender durante el año. Entre ellos, el eclipse lunar penumbral del 11 de febrero, el que consiste en "que ciertas partes de la Luna recibirán menos luz del sol". Esto produce un sutil oscurecimiento en la superficie lunar, y aunque a simple vista será difícil notarlo, podemos agudizar el ojo o usar algún instrumento que nos facilite la visión.
Días después, el 26 de febrero, tendrá lugar el primer eclipse solar del año."En este caso será un eclipse anular, esto significa que la luna no alcanza a cubrir totalmente el Sol, por lo tanto, se va a ver un círculo negro con un aro de sol entorno, lo que se llama anillo del fuego", explicó el experto.
El eclipse se verá en su totalidad sólo en Coyhaique, en otras zonas del país como Santiago sólo se podrá ver en un 60%. En cuanto a su duración, será de un minuto aproximadamente.
Para poder observar este fenómeno, ya sea en Coyhaique o en cualquier otro lugar, "es recomendable buscar un filtro que cubra más del 99,9% de la luz. Las personas pueden utilizar lentes de soldar o algún objeto con otro tipo de proyección", indicó el astrónomo.
Meses más tarde, en agosto, se originarán dos sucesos que no serán visibles para el ojo humano. El primero será el 7 de agosto y será un eclipse parcial de luna de aproximadamente dos horas, que al igual que el eclipse solar que se producirá el 21 de ese mes, no se podrá observar.
En cuanto a "Súper Lunas", sólo habrá una este año y tiene como fecha el
3 de diciembre. "Efectivamente va a estar más grande la Luna, pero eso va a ser menos del 1% más grande de lo que estuvo el 4 de noviembre", comenta Rojo, haciendo alusión al
evento ocurrido el 2016 que no se repetirá en esa magnitud sino en 18 años más. Estos fenómenos se producen cuando la luna llena coincide con el periodo en que el satélite terrestre alcanza su distancia más cercana a nuestro planeta, viéndose más grande y brillante de lo normal.
