Después de que se rechazara la propuesta de Constitución que reconfiguraba todo el sistema legislativo y reemplazaba el Senado por una Cámara de las Regiones, el diseño de un nuevo proceso constituyente quedará otra vez en manos del Congreso.
Las conversaciones entre los parlamentarios y partidos iniciaron previamente al Plebiscito, pero desde que se conocieron los resultados, el proceso ganó mayor intensidad y este lunes los presidentes de la Cámara y del Senado, Raúl Soto y Álvaro Elizalde, anunciaron una serie de conversaciones con las colectividades y la organización civil para generar un "itinerario constituyente".
"Esto es cíclico. Cuando queda la embarrada, vuelve la pelota hacia acá", grafica un senador de la oposición.
"El Senado siempre ha tenido esa característica, por eso para muchos resultó bien incomprensible -y se expresó en la decisión soberana del domingo- que se pretendiera terminar con el Senado, cuando efectivamente ha sido un espacio de acuerdos", comenta a Emol el senador Jaime Quintana (PPD).
¿Una "revalorización" o una "oportunidad"?
Como remarca Quintana, parte de lo que rechazó la ciudadanía el domingo fue el fin del Senado como se conoce, decisión que había tomado la Convención con algunos argumentos sumamente criticados por académicos y por los mismos parlamentarios. Entre esos, que era una institución "elitista", cuna de la política de la "cocina".
De hecho, parte de los independientes y pueblos originarios criticaron que el acuerdo del 15-N, conducido por las principales fuerzas del Congreso, fue una "cocina" y que los habían dejado fuera. La crítica se repitió este domingo, tras los contundentes resultados.
"No hubo pacto social. Entregadas las decisiones a los partidos políticos. Sin mujeres, sin independientes, sin pueblos indígenas, sin descentralización", dijo en un tuit la ex constituyente mapuche, Natividad Llanquileo.
"Y vieron cómo la ciudadanía se terminó relacionando con la Convención, cayó en un desprestigio enorme", retruca el senador Luciano Cruz-Coke (Evópoli).
"En general, los órganos colegiados tienden a tener la desconfianza ciudadana, pero
es una paradoja porque son imprescindibles. Tanto el Senado como la Cámara de Diputados tenemos votaciones altas, probablemente mucho más altas que las que tenía la misma Convención. Y claro, si bien hay que tratar de generar todos los mecanismos para que esté lo más prestigiada socialmente posible, no podemos prescindir de un Congreso", dice Cruz-Coke a Emol.
Para el senador DC, Francisco Huenchumilla, el Rechazo no provocó una "revalorización" de las instituciones políticas ya desprestigiadas. "Lo que sí produce el Rechazo es la necesaria intervención que tiene que tener el Senado y la Cámara de Diputados en la continuación de este proceso constituyente. Otra cosa es la imagen que tiene la gente del trabajo que hemos hecho".
"Hay una oportunidad a raíz de este proceso de que el Parlamento pueda tener una revalorización en la percepción de la gente en la medida de que tengamos una visión de Estado y cumplamos con que este proceso que tiene que tener legitimidad, participación, tiene que ser con apertura de mente, sin maximalismos, tratando de buscar reglas del juego en virtud del cual la gente se sienta tranquila", suma Huenchumilla.
"Creo que el Congreso tiene una tarea. Es el primer Congreso elegido íntegramente por sistema proporcional desde que recuperamos la democracia y espero que todos los actores estén a la altura de lo que nos pide el país. Promover un diálogo inclusivo, incluyente, que nos permita realizar una propuesta para avanzar en el desafío constitucional con participación de todos los sectores y lo más importante, con un rol protagónico de la ciudadanía", agrega el presidente del Senado, Álvaro Elizalde.
Cómo integrar a la sociedad civil en el nuevo acuerdo
Cuándo habrá novedades del nuevo consenso entre los partidos para reiniciar el proceso constituyente aún es poco claro. Entre oficialismo y oposición tienen posturas distintas: desde Socialismo Democrático esperan que sea "lo antes posible" y el PS y PPD ya han estado trabajando en un documento para presentar a Apruebo Dignidad.
En tanto, en Chile Vamos hay distintas miradas sobre la velocidad requerida, hay quienes sostienen que hay que darse un tiempo -teniendo en cuenta que viene el 11 de septiembre y luego Fiestas Patrias- y quienes quieren concretar la base del acuerdo antes del próximo domingo.
Por lo pronto, el senador Elizalde anunció que citará a los jefes de bancada del Senado y cada sector está haciendo sus propias reuniones. Este lunes fue el turno, por ejemplo, de los parlamentarios de Renovación Nacional; y el PPD hizo lo suyo en un almuerzo en ex Congreso.
Pero lo que es claro es que el llamado que hicieron las cabezas del Parlamento este lunes remarcó que de alguna forma el proceso tiene que incorporar a la sociedad civil.
"Si alguien puede articular la escucha a la organización civil es el Congreso. Pero lo primero que hay que hacer es entender, y creo que el Ejecutivo también está entendiendo aquello, que el Congreso recupera su poder constituyente. Nosotros tenemos que ponernos de acuerdo entre nosotros a través de los jefes de bancada y los presidentes de ambas corporaciones son los que tienen que convocar a los jefes de bancadas", responde a este medio la senadora RN, Paulina Núñez.
Quintana, en tanto, critica que la visión que se tuvo sobre el acuerdo del 15-N estuvo "alejada de la realidad" con relación a la participación de la sociedad civil.
"Hubo aquí un discurso muy alejado de la realidad sobre el acuerdo del 2019. Mientras estábamos discutiendo el acuerdo hubo una consulta en todo momento a las fuerzas más organizadas, la mesa social, estuvo al lado de nosotros. Me imagino que este proceso será con acompañamiento de todos esos sectores", contesta.
