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Convención estrecha vínculo con el 18-O y alista puesta en escena para celebrar inicio del debate constitucional

Mientras algunos convencionales relacionan ese día con el origen del proceso constituyente, otros recuerdan que fue una jornada de extrema violencia.

15 de Octubre de 2021 | 07:50 | Por Equipo de Crónica Constitucional
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El Mercurio
"Volveremos a trabajar los contenidos de la nueva Constitución el lunes 18 de octubre", anunciaba el vicepresidente de la Convención Constitucional, Jaime Bassa, al cerrar la última sesión del pleno en la cual los convencionales despacharon los reglamentos.

Confirmaba así que la nueva etapa de la Convención, de redacción de la Carta Fundamental, coincidirá con el segundo aniversario de una de las jornadas más violentas que vivió el país en las últimas décadas, el inicio del denominado “estallido social” del 18 de octubre de 2019.

Si bien Bassa lo ha calificado como "cosas del destino", la presidenta de la Convención, Elisa Loncon, afirmó la semana pasada en entrevista con el Canal 24H que "es un hito que queremos lograr. Lo tenemos agendado y vamos a hacer los esfuerzos para empezar ese 18 de octubre". Agregó que, para ella, ese "es un día simbólico. Es un día que se lo ganó Chile. Es un día que marca esta historia de resolver la vulneración de derechos que tiene Chile por la vía de una nueva Constitución".

Y en esa línea, la Mesa Ampliada de la Convención acordó por mayoría —sin conseguir unanimidad— realizar el próximo lunes una exposición fotográfica en las afueras del ex-Congreso "que refleje las diversidades del país", exhibir postales elaboradas por niños en las que escriben sus sueños sobre el proceso constituyente e instalar un lienzo que dé cuenta del inicio de la nueva etapa del trabajo constitucional, según el documento enviado a los convencionales el 8 de octubre.

El voto en contra para el acuerdo fue de Rodrigo Álvarez (UDI), quien explicó que "no me parece conmemorar una fecha donde hay hechos de violencia (...) y quiebres de la legalidad que, a mi modo de ver, son absolutamente inaceptables".

Punto de inflexión


El 18 de octubre de 2019 hubo protestas desde temprano en distintas estaciones del metro en la capital, como venía ocurriendo los días previos cuando estudiantes secundarios, principalmente, protagonizaron evasiones masivas en el tren subterráneo. Las manifestaciones crecieron y a las 14:51 horas, Metro informó el cierre de las líneas 1 y 2 "por desmanes causados por manifestantes que impiden contar con las condiciones mínimas de seguridad para pasajeros y trabajadores". Luego se sumó la paralización de las líneas 6, 4 y 4A, para terminar con el cierre total y miles de personas caminando por las calles de Santiago intentando volver a sus hogares.

El día finalizó con incendios en una veintena de estaciones de las líneas 1, 3, 4, 4A y 5, la torre corporativa de Enel siniestrada, ataques a locales comerciales, 16 micros quemadas, 180 detenidos, 57 carabineros lesionados, millonarios daños a la propiedad pública y privada, y el Presidente Sebastián Piñera decretando estado de emergencia.

Pero para buena parte de los convencionales, el 18 de octubre de 2019 está íntimamente ligado a la Convención, quizás más que otros hechos que lo sucedieron, como la firma del Acuerdo por la Paz que estableció la vía por la cual se avanzaría en la redacción de una nueva Constitución.

El convencional Marcos Barraza (PC) plantea que "no sería posible entender la existencia de la Convención sin los sucesos del 18 de octubre, en términos de protesta y de desobediencia civil que dan origen a lo que vive el país en cuanto a transformaciones políticas, económicas, culturales profundas. Lo que establece ese 18 de octubre es una ruptura constitucional y política con un orden social que está en extinción".

Su par Bárbara Sepúlveda (PC) coincide: "el 18 de octubre es un punto de inflexión donde el descontento larvado durante décadas en la ciudadanía estalló y se transformó en un movimiento gigantesco como no habíamos visto desde el retorno a la democracia".

Desde la ex Lista del Pueblo, María Rivera afirma que se trata de "una fecha histórica y debe ser un día de lucha". Fiel a su estilo confrontacional que ha mostrado en sus intervenciones en el pleno, dice que "hasta el día de hoy no hemos ganado nada. No ha habido juicio y castigo por los crímenes y violaciones a los DD.HH., siguen los presos políticos en la cárcel, La Araucanía militarizada y hoy con estado de excepción, además (el Presidente Sebastián) Piñera sigue en el gobierno y la Convención está regida por el espurio Acuerdo por la Paz firmado por los partidos de los 30 años. No hay nada que celebrar, solo seguir luchando".

Pero el convencional Fuad Chahin (DC), quien participó del Acuerdo por la Paz, afirma que “sin el 18 de octubre y lo que ocurrió a continuación de eso no hubiese existido acuerdo del 15 de noviembre. Y sin el 15 de noviembre no hubiese existido el proceso constituyente". A su juicio, las manifestaciones "con todos los aspectos negativos que también tuvieron, de destrozos, de saqueos que rechazamos, indudablemente que fueron un contexto que generó una apertura de un sector que siempre había estado cerrado a un proceso de nueva Constitución" y el Acuerdo por la Paz, plantea, "permitió que, de alguna manera, la política buscara un camino de salida a la crisis social institucional que estábamos viviendo".

La constituyente Constanza Schönhaut (Frente Amplio) prefiere mirar más allá de la fecha en sí. A su juicio, el 18 de octubre es "un momento cúlmine de al menos una década de movilización social", por lo que el inicio de la discusión de los temas de fondo en esa misma fecha es “bastante simbólico de este proceso refundacional que se expresa en el proceso constituyente y que yo creo va a ser significativo también para la sociedad”. Además, la convencional cree que "hay otras fechas simbólicas que también van a ser reivindicadas por la Convención".

Sin embargo, Agustín Squella (ind. en cupo PL) advierte que ese "fue un día importante y va a ser recordado como tal. Pero cuidado con glorificar la violencia y la destrucción, puesto que bastaría con que una mínima parte de ellas cayera sobre nosotros, nuestros trabajos, nuestras viviendas o nuestras familias para que cambiáramos rápidamente de opinión al respecto". Para él, "que la Convención tiene que ver con ese día, claro que sí, pero tiene mucho más que ver con las masivas y extendidas marchas y protestas pacíficas que ocurrieron también en el mes de octubre a lo largo de todo Chile y que reunieron a millones de personas".

"No es un día para celebrar", sostiene Angélica Tepper (ind. en cupo RN), quien asegura que "queríamos un cambio, uno que fuera institucional, sin violencia, sin destrucción. Entonces, lamentablemente, se llegó a la violencia en la que muchas pymes quebraron. Creo que para construir, tú no tienes que destruir. Hay gente que perdió todo, que no puede celebrar, gente que quedó amargada, que perdió el trabajo de una vida".

Carga simbólica


A ojos de Daniel Chernilo, director del doctorado en Procesos e Instituciones Políticas de la U. Adolfo Ibáñez, que se comience a redactar la Constitución el 18 de octubre es "muy coherente con lo que la Convención ha hecho desde el inicio. La Convención ha hecho un trabajo bien importante, un esfuerzo bien decidido por cargar simbólicamente la mayoría de sus decisiones: la sesión inaugural, las discusiones sobre reglamento, la declaración respecto de los presos".

Añade que "ha pasado que el 18-O ha quedado encapsulado en la imaginación colectiva como que ese día se produjo el inicio de un proceso que es muy significativo y que va a rematar con esta nueva Constitución".

Iván Jaksic, Premio Nacional de Historia 2020 y director de la Cátedra Andrés Bello de la UAI, señala que "no hay nada mágico en las fechas o en las coincidencias numéricas como para que de por sí tengan significado". El historiador ejemplifica con el 18 de septiembre, día en que se celebra la independencia de Chile, que en realidad se declaró el 12 de febrero de 1818; o con la independencia de Estados Unidos, que se conmemora el 4 de julio, "cuando en realidad la declaración se hizo algunos días antes y no fue reconocida hasta el Tratado de París, en 1783".

A juicio de Jaksic, los hechos de octubre de 2019 son "susceptibles de muchas miradas y no será posible ponderarlos hasta que se reúna toda la información que hace posible la historia. Se dicen muchas cosas, pero se requieren fuentes y una causalidad probada por los hechos. Mientras tanto lo que hay es memoria, no por ello menos legítima, pero que tiende a estar mezclada con sesgos políticos y experiencias individuales". Y sentencia que si queremos hablar de historia, "no pensemos en fechas, pensemos en procesos y no les impongamos un significado que solo el tiempo y la perspectiva nos pueden entregar".


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