Pese a que tienen solo dos semanas para realizar campaña electoral, los candidatos a la gobernación metropolitana que pasaron a segunda vuelta, Claudio Orrego (DC) y Karina Oliva (Comunes), no realizarán grandes cambios en sus estrategias y discursos para triunfar en los comicios que se realizarán el próximo 13 de junio.
Así lo señalaron a Emol distintos expertos quienes coincidieron en que debido al escaso tiempo que tienen para desplegarse, ambos optarán por reforzar el apoyo que poseensin realizar apuestas arriesgadas. No obstante, apuntan a que en lo que queda se presidencializará la definición e intentarán diferenciarse por su trayectoria e ideas.
De hecho, esta semana, ambos protagonizaron algunos debates en los que insistieron en las posturas que marcaron antes de la primera vuelta,
aunque con mayor fuerza. Mientras Orrego emplazó al FA por no respaldar el requerimiento sobre el fraude en San Ramón, Oliva ha apuntado a su rival por representar el pasado.
Al respecto, el cientista político y académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, sostuvo que "queda muy poco tiempo para la elección, pero ambos han decidido presidencializar la campaña. Orrego recibió el apoyo de Provoste, mientras que Oliva ha sido flanqueada por los candidatos a las primarias de su pacto".
"A Orrego le acomodarían más debates con Oliva, pues claramente es un candidato más seguro y con mayor dominio de todas las materias asociadas al gobierno local. A Oliva, por otra parte, le juega a favor el apoyo de Jadue. Debiese evitar debates públicos, pues queda muy expuesta", añadió.
En tanto, la doctora en ciencias políticas y académica de la Universidad Católica, Julieta Suárez-Cao, comentó que "la estrategia y el discurso de ambos es el esperado, creo que ninguna de las dos candidaturas ha arriesgado mucho y se han mantenido en la estrategia que pareciera ser que es la que más les sirve a sus fines".
"Oliva se presenta como lo nuevo para diferenciarse, capitalizando algo que a primera vista puede ser visto como una desventaja, que es la falta de experiencia, y Orrego tratando de capitalizar precisamente sus conocimientos y experiencia, y tratando de despegarse de alguna manera del abrazo del oso de la derecha", indicó.
Mientras, el cientista político y director de Tresquintos.cl,
Kenneth Bunker, destacó que hasta ahora "Orrego se ha mostrado más propositivo, muy fijado en su programa y en desarrollar ideas y proyectos, tal vez del punto de vista de una política más tradicional, mientras que Oliva ha sido más reactiva a lo que hace Orrego".
"Si bien ella también tiene un programa, su estrategia ha sido más bien política más que programática. No es siempre un debate de ideas, sino también de ataques políticos. Entonces, creo que eso dice mucho de las posiciones, diría que Orrego está más activo y Oliva un poco más reactiva", añadió.
Según Bunker, Olíva ha estado más enfocada "en el candidato que en su programa. De ahí viene la critica a Orrego de que formó un acuerdo tácito con la derecha y esa crítica política tal vez tiene más sentido de parte de ella, que viene de una coalición que busca reemplazar a la de Orrego y no necesariamente trabajar en conjunto".
Las alternativas para los candidatos
Sobre qué efectos puede tener el intento de Orrego de marcar distancia con la centro-derecha, cuyos votos son claves para él, los analistas plantearon distintas visiones. Para Morales, "él sabe que parte de la derecha votará por él independiente de lo que haga. No es necesario que los convoque ni que haga alguna clase de guiños".
"Él debe mantener su identidad hasta el final, pues de lo contrario será percibido como un simple mercenario electoral. Una cuestión que los votantes valoran es la credibilidad y consistencia de los candidatos", advirtió.
Según Suárez-Cao, si Orrego no moviliza a ese sector "
puede terminar perjudicado. Pero es difícil, tampoco se puede acercar mucho porque eso también podría ser que pierda votos más a la izquierda. Es una estrategia arriesgada, pero a la vez comprensible, teniendo en cuenta los pésimos resultados de la derecha en mayo".
Otra postura planteó Bunker, quien sostuvo que "si Orrego hace un pacto implícito o tácito con la derecha, si es que recibe el apoyo y lo busca utilizar de alguna forma vamos a ver. Creo que esa es su apuesta, ser un gobernador transversal, entonces es consistente al menos con su estrategia recibir ese apoyo".
Del mismo modo, sobre si será suficiente para Oliva hablar solo a su sector y reafirmar su peso en la izquierda, Morales aseveró que a la frenteamplista "sólo le resta esperar. La movilización electoral de la izquierda ya se hizo y funcionó, por lo que el trabajo está hecho y ahora falta que dé un nuevo fruto: el triunfo en la segunda vuelta".
Según Suárez, "todo depende de la participación y de cuánta gente se acerque a votar. Creo que ahí el peso de la prueba lo va a tener más el FA para mostrar su capacidad de movilización, porque no hay que olvidar que del otro lado tienen más aceitado un grueso de militantes más acostumbrados a participar de estas instancias".
"Creo que ahí vamos a ver cuánto del voto de Oliva fue también voto de personas que se acercaron a las urnas en mayo por la elección de convenciones. Yo diría que el resultado de la elección, como su impacto en noviembre, va a depender de la participación y las personas que participen", indicó.
Para Bunker, la estrategia de Oliva "tiene sentido y también es consistente con su coalición política, que más bien está buscando consolidarse en la izquierda como una alternativa política que reacciona frente a un modelo del cual ellos rehúsan o critican fuertemente. Su estrategia no es de dialogo, es de reemplazo".
Impacto en la oposición
En cuanto a qué impacto tendrá esta elección en la carrera presidencial de la oposición, Morales explicó que "será una medición de fuerzas muy relevante, pero no decisiva. Probablemente, la participación sea muy inferior a la participación en la elección presidencial, por lo que es difícil que se constituya en un predictor infalible".
"Sin embargo, el simple hecho de gobernar la RM es un suceso político de alta relevancia. No es poco administrar una región que concentra el 40% de la población. Además, si llega a ganar la izquierda, esto encenderá las alarmas no sólo en Unidad Constituyente, sino que también en la derecha", advirtió.
Para el experto, "
cualquiera que gane se sentirá con mayores bríos para enfrentar la presidencial, pero claramente una derrota de Orrego sería difícil de digerir para los partidos de la centroizquierda. Un triunfo del FA, en tanto, consolidará la fuerza de la alianza con el PC y a una coalición con posibilidades de acceder a la Presidencia".
En este punto, Suárez-Cao recalcó que "el impacto va a depender mucho de la tasa de participación. Si bien es cierto que se ha dicho que de alguna manera esta elección va a ser como una especie de encuesta bastante buena sobre lo que podría llegar a pasar en noviembre, creo que eso tuvo más que ver la primera vuelva que ahora".
"Entonces, me parece va a depender mucho de la cantidad de personas que vayan a votar y qué se pueda inferir de esta participación con miras a noviembre, porque puede terminar siendo un público muy diferente, mucha menos gente y además una muestra muy diferente de la que podría participar en noviembre", subrayó.
Finalmente, Bunker detalló que "va a ser bastante indicativo ver cómo las estrategias de cada uno de los candidatos van a determinar la estrategia de las coaliciones para la presidencial y parlamentarias, de los candidatos presidenciales en la primera vuelta y cómo se forman las coaliciones también".
"Es interesante analizar cuáles son los puntos en que están en acuerdo y desacuerdo Orrego y Oliva y si es que se puede de alguna forma construir puentes o simplemente van a haber algunas cosas que son irremediablemente opuestas que van a ser un escollo para permitir cualquier tipo de negociación hacia el futuro", describió.
Por ello, expuso que "el resultado va a definir obviamente cuál de las dos partes adoptó la mejor estrategia. En ese sentido, vamos a ver si es que tal vez la posición de centroizquierda moderada de Orrego de más dialogo y pasiva tiene sentido para la gente o la estrategia más activa y agresiva de Oliva".
"Si Orrego gana, la lectura va a ser que la moderación y posicionarse hacia el centro es un buen indicador para dónde deben estar las coaliciones y las estrategias políticas para noviembre y si es al revés, es indicativo de que hay mucha evidencia que del 80% del Plebiscito quiere el cambio y fortalece al polo de izquierda", concluyó.
