Pasadas las 3.00 de la mañana de este lunes, una situación insólita se vivió dentro del Hospital Van Buren en Valparaíso: un hombre de aproximadamente 18 años fue trasladado al box de reanimación por estar aparentemente inconsciente, pero al ser apoyado por el personal clínico "la persona se incorporó y comenzó a gritar y agredir al personal", según consta en la declaración firmada por el director del recinto.
"El individuo que lo acompañaba se sumó a los actos violentos, rompiendo las ventanas de la recepción, lanzando una silla de rueda a los funcionarios y quebrando otros vidrios (...) amenazando con los mismos trozos de vidrio y un cuchillo a los presentes". En el recinto todavía se desconocen las "razones de la reacción" y ya anunciaron que interpondrán acciones legales por el ataque.
Se trata de una realidad que atemoriza al personal de salud y que ha dejado de ser excepcional en medio de la pandemia. Pasó también el viernes 26 de marzo en el Cesfam Leocan Portus, en Talcahuano. Según Ximena Bujes, una de las trabajadoras del recinto, todo empezó cuando un grupo de personas fue a pedir atención en el SAPU. "Nosotros por protocolo no pudimos asistirlos, entonces comenzaron a amenazar que volverían con armas", contó.
Lo que vino después fue una "turba". "Golpearon la ambulancia y uno de los médicos se cortó con uno de los vidrios que rompieron", explicó a LPEM Noticias. Según el alcalde subrogante, Alexis Silva, los sujetos "violentaron la puerta de entrada del establecimiento y además produjeron lesiones a un funcionario y amenazas de muerte a otro", dijo.
"Aunque digan que la atención secundaria se lleva a cabo en la UCI, nosotros somos los que recibimos los casos, cada vez con más nivel de agresividad e inseguridad. Nosotros hemos exigido guardias, que vaya Carabineros, pero a veces se demoran porque están con otros casos. Al final no tenemos dónde acudir", agregó Bujes.
"Estamos siendo agredidos porque esta emergencia ha venido a provocar en la población en general una 'agresividad pandémica', como le digo yo", explica a Emol la presidenta de la Confederación Nacional de Funcionarios de Salud Municipalizada (Confusam), Gabriela Flores. "La gente no controla sus emociones. Van a un centro de salud y porque llegan tú tienes que atenderlos en forma inmediata, y si no lo haces para qué decirte las groserías, amenazas y destrucción de infraestructura que se dan".
Agresiones "más comunes de lo que se cree"
La lista de casos sigue. El 19 de febrero, el Colegio Médico del Maule expresó solidaridad con una doctora que fue agredida en el Cesfam de La Florida. "Nos preocupa la situación de médicos y personal de salud ante bajas medidas de seguridad", dijeron. "Las agresiones físicas y sobre todo verbales a funcionarios son más comunes de lo que se cree", complementó la vocera de Fenpruss, Vanessa Venegas.
En noviembre de 2020 fue otra golpiza a un médico, un asistente y un conductor de ambulancia del Cesfam Las Compañías de La Serena, que quedó captado en una cámara de seguridad. De acuerdo al relato de los funcionarios, fue realizado por un hombre que acompañaba a una mujer cuya mano estaba herida, quien se descontroló y empezó a propinar golpes.
"La gente no controla sus emociones. Van a un centro de salud y porque llegan tú tienes que atenderlos en forma inmediata, y si no lo haces para qué decirte las groserías, amenazas y destrucción de infraestructura que se dan"
Gabriela Flores, Confusam
Ese mismo mes, los autos de dos funcionarios del Cecosf Los Pioneros de Los Ángeles fueron baleados a plena luz del día. Antes, a mediados de octubre, hubo ataques en un SAPU en Puente Alto. "Atacar los recintos sanitarios es inaceptable, incalificable y lo vamos a repudiar permanentemente", dijo el ministro de Salud, Enrique Paris, en esa oportunidad.
"Uno escucha testimonios de los equipos de salud, de esta tensión que está siendo cada día más difícil de manejar, y es comprensible", comentó por su parte el ex ministro de Salud, Osvaldo Artaza, en EmolTV. "Para todos es un caldo de cultivo. Todas las expresiones de rabia generan un escenario favorable para que se den situaciones tensas y violentas", añadió.
Según la presidenta de la Confusam, la violencia ha aumentado la carga emocional que hoy acarrea el personal de salud. "Estamos tratando de proteger a la población y combatiendo esta pandemia, pero más encima existen estos casos que agreden a nuestra gente. Todo eso hace que la salud mental de nuestros funcionarios y funcionarias esté afectada", cerró.
La afectación a la salud mental del personal sanitario es un tema que preocupa al Minsal, que anunció este lunes un plan de ayuda psicológica para los funcionarios de la salud. "¿Por qué nuestros funcionarios están agotados? Porque hay una carga enorme", dijo el ministro Paris. "El personal a veces tiene que hacer dobles turnos, tiene que trabajar intensamente porque luchan por la vida (...) por eso ellos están con alteraciones en su salud no solo física, sino que también mental".
