Plasma extraído de paciente donante (foto referencial).
La Segunda
Luego de conocerse el caso de un médico de San Antonio, quien dio a conocer que se logró recuperar de covid-19, luego que le practicaran una terapia experimental con plasma, se reabrió el debate respecto a eventuales tratamientos que podrían ayudar a las personas a tener mejor pronóstico al ser infectadas.
En concreto, la práctica consiste en tomar este componente de la sangre de un paciente que ya fue infectado y se recuperó, para transmitirla a un paciente que se encuentra grave, debido a que organismo no la logrado generar los anticuerpos necesarios para combatir la enfermedad por si solo. Son, precisamente, esos anticuerpos generados y ubicados en el plasma los que ayudarían a la persona enferma, a superar el cuadro.
Esta mañana, durante el balance diario, el ministro de Salud, Jaime Mañalich indicó que "respecto al uso de plasma, no hay una autorización, y no hay evidencia cierta de que sea una terapia que contribuye al manejo de los pacientes más graves".
En ese sentido, agregó que "lo que es completamente cierto, es que es un tipo de tratamiento extraordinariamente riesgoso porque, efectivamente, estamos usando plasma de una persona que ha tenido una infección covid, que puede tener otras enfermedades que tienen que chequearse muy estrictamente, para que no vayan a ser transmitidas por ese plasma".
"El uso de plasma para tratar pacientes graves de coronavirus, está en un trámite esencialmente experimental, así como ha habido muchos otros experimentos en el mundo", indicó. Además, la autoridad recordó lo que ha ocurrido con otras búsquedas de un antídoto, como las investigaciones del uso de la cloroquina para esta enfermedad, destacando que hace unos días "se demostró que producía más daños que beneficios para el manejo del coronavirus".
Con todo, Mañalich dijo esperar que "esta experiencia con plasma no se sume a la larga historia de fracasos respecto al tratamiento por coronavirus, y sigo insistiendo: esto se circunscribe donde tiene que haber un control ético, un consentimiento informado, para que las personas participen voluntariamente de este tratamiento".
