SANTIAGO.- Este martes, el presidente del directorio de Metro, Louis de Grange, recibió en su domicilio un sospechoso paquete enviado por correo. Antes de abrirlo, alertó a Carabineros, quienes constataron que se trataba de una bomba.
Al llegar hasta el lugar en Las Condes, la policía uniformada dio aviso a la Fiscalía Sur. Desde el Ministerio Público, a su vez, enviaron a personal del OS-9 y a efectivos del Grupo de Operaciones Especiales (GOPE), quienes desactivaron el artefacto.
El hecho se dio a conocer recién ayer en la noche y entre los primeros antecedentes que se recabaron llamó la atención la similitud entre este caso y el que afectó al
ex presidente del directorio de Codelco, Óscar Landerretche.
El 13 de enero de 2017, cerca de las 18 horas, el economista abrió un paquete que también fue enviado vía postal, lo cual provocó que la bomba se activara, generándole lesiones menores y trauma acústico a su hija y a una asesora del hogar.
Es decir, en ambos casos, se envió un explosivo por correo dirigido a altas autoridades de empresas estatales. Por ello, el recuerdo del grupo "ecoterrorista" llamado Individualistas Tendiendo a lo Salvaje (ITS) se hizo presente.
De acuerdo a los primeros peritajes, la configuración del artefacto encontrado por De Grange es similar a la que se halló en el caso Landerretche y a la que explotó en un paradero del Transantiago en la comuna de Providencia el 4 de enero de este año.
En esa oportunidad, el estallido dejó cuatro personas heridas y provocó el cierre temporal de las avenidas Vicuña Mackenna y Francisco Bilbao.
El artefacto habría sido construido en Argentina
Este jueves, el grupo ITS finalmente se adjudicó el ataque, dando la razón al ministro del Interior, Andrés Chadwick, quien este mañana ya había advertido cierto "patrón común" en el ataque a De Grange y Landerretche.
A través de un comunicado, los "ecoterroristas" aseguraron que "cruzamos la cordillera como nuestros ancestros que se movían de un lugar a otro por las sierras nevadas para hacer trueques, solo que en esta ocasión transamos un artefacto explosivo".
Según el relato, "
el artilugio que fue confeccionado por un cómplice artesano de las tierras del oeste, el que, sin duda, y como ha quedado demostrado en atentados anteriores, sabe trabajar muy bien este tipo de mecanismos".
En cuanto al motivo del ataque, desde ITS señalaron que "Metro es la empresa que dice dar soluciones y progreso a la 'gran ciudad', con sus proyectos futuros y los ya realizados sólo consiguen roer y destruir aún más la tierra, abriéndola y desgarrándola en cada vez más kilómetros, dañando terriblemente el suelo".
"Con nuestro atentado no buscamos acabar con la empresa Metro, ni que depongan sus proyectos, eso sería estúpido e iluso. Solo buscamos honrar la tierra con explosiones y sangre. Esta vez ha sido el representante máximo de Metro, ayer fue el de Codelco, mañana algún otro ejecutivo importante", advirtieron.
Asimismo, señalaron que "al igual que como lo hicimos con Óscar Landerretche, una vez escogida nuestra presa, merodeamos su casa, comprobamos su seguridad y nos paseamos por los barrios residenciales que dicen ser los más seguros de la ciudad, nosotros los más buscados, frente a sus narices nos reímos una vez más".
"Vimos al objetivo a los ojos, él nos miró, pero no nos vio, no vio nuestras intenciones. Hicimos exactamente lo mismo y no aprenden, pero dicen que el humano es la única especie que tropieza dos veces con la misma piedra… tal vez es por eso que la humanidad está condenada a la extinción", dice la nota.
