SANTIAGO.- Este domingo 28 de abril se realizarán las decimocuartas elecciones generales en España tras su retorno a la democracia , las cuales se desarrollarán en medio de un complejo escenario marcado por el auge del multipartidismo y la dificultad de las fuerzas políticas tradicionales para aunar mayorías y conformar gobierno.
De acuerdo a las últimas encuestas, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), liderado por el actual presidente Pedro Sánchez, estaría regresando al Palacio de la Moncloa por el voto popular, pero sin lograr el apoyo masivo de la ciudadanía. Para ello, estaría obligado a conformar una alianza con Podemos, el bloque de izquierda encabezado por Pablo Iglesias.
El otro foco de atención estará puesto en la
dispersión ocurrida en la centroderecha, la cual mantiene al Partido Popular (PP) como principal referente, pero que ha tenido que lidiar con el rápido crecimiento de Ciudadanos y la irrupción de Vox, colectividad de ultra derecha que apuesta por confirmar el avance de esas posiciones en Europa y el resto del mundo.
Todos esos elementos hacen que lo que ocurra en estos comicios sean vistos con atención en Chile, en donde históricamente se ha visto de cerca el proceso político español, primero por la enseñanza que dejó para nuestro país la transición a la democracia de ese país y luego por la semejanza que han alcanzado los esquemas partidistas de ambas naciones.
El desarrollo de la política de los acuerdos impulsada por el
PSOE y la Concertación, la creación del Frente Amplio chileno mirando al Podemos como ejemplo, la similitud entre Ciudadanos y la aparición de fuerzas de centro liberal como Evópoli, y la inevitable comparación entre Vox y Acción Republicana de José Antonio Kast, son algunos ejemplos.
En ese contexto, los ex embajadores de Chile en Madrid, Mariano Fernández y Juan Gabriel Valdés, junto al Director Regional de IDEA Internacional para América Latina y el Caribe, Daniel Zovatto, conversaron junto a Emol sobre los aspectos que podrían dejar enseñanzas para nuestro país, con miras a los próximos procesos eleccionarios locales.
De acuerdo a Fernández, la dispersión política que se ha visto en España "es un fenómeno que está tocando a todos los países que forman parte de la cultura occidental, tanto en América Latina como en Europa. Ha ocurrido en Francia, en Alemania, en Brasil y en Chile, donde también hay una dispersión grande, así que esto no me extraña".
"Lo importante es que los partidos entiendan que en los países nuestros, con sociedades multitudinarias, hay que tomar algunas medidas para que la dispersión política no signifique el caos o el populismo. Por ejemplo, en Chile uno de los grandes errores cometidos, y del que me excluyo porque me opuse siempre, es lo del voto voluntario", añadió.
En cuanto a si el buen momento del PSOE puede representar una esperanza para el progresismo chileno, el ex canciller sostuvo que "
es demasiado temprano, pero creo que esto puede pasar, porque también tenemos, hablando de América Latina, un vendaval de populismo de derecha".
"Esto viene por temporadas y está empezando en Chile, no solamente con el rol del Presidente Piñera, sino que también de José Antonio Kast, entonces, son temporadas. Yo supongo que la gente que tiene ideas más afines como son la DC con el PS, el PPD y el PR, para las elecciones próximas podrán encontrar un camino común", enfatizó.
No obstante, recalcó que es difícil ver un correlato entre España y Chile actualmente, "porque nosotros estamos en el periodo que los alemanes definen siempre como el periodo de las crisis. No porque haya crisis, sino que como no hay elección en 2019, el Gobierno y la oposición toman riesgos porque no están enfocados en una elección".
"Es interesante esta cosa más progresista que representa Sánchez y que se ha empezado a recuperar en España y que si uno mira las encuestas probablemente se confirme y eso también echa una mirada sobre América Latina o sobre Chile. Pero en las otras cosas estamos en periodos muy distintos", indicó.
En tanto, Valdés coincidió con Fernández, señalando que "hay pocas similitudes ahora, porque primero están los partidos regionalistas que aquí en Chile no están y en segundo lugar, salvo el entendimiento entre el PSOE y el Podemos, que es la única cosa que parece más cercana".
No obstante, subrayó que el resurgir del socialismo español puede ser un impulso para la centroizquierda chilena. "Si, no cabe la menor duda que España es un país donde parece haberse acabado el ciclo de los partidos más conservadores y está volviendo a generarse una fuerza entorno al PSOE y a la socialdemocracia. Pero todavía no estoy seguro de que constituya una tendencia, habrá que ver cómo se desarrolla", aseveró.
Ojo con la ultraderecha
De acuerdo a Zovatto, master en Administración Pública de Harvard y ex columnista de El País de España, "estas elecciones generales son muy importantes, pero hay que ver las de mayo en el parlamento europeo. Ahí hay que ver si los partidos más tradicionales siguen manteniendo mayoría o si los grupos de extrema derecha tienen un crecimiento".
"Ese elemento es el más importante. Si se llegara a ratificar o materializar un crecimiento importante en el tema electoral de la extrema derecha en Europa, eso sí creo que es un elemento a tomar en cuenta para ver si ese fenómeno que está siendo cada vez más global pudiera terminar teniendo un impacto en Chile", recalcó.
En ese sentido, apuntó que "tendríamos que ver cuál es la performance electoral de Vox, qué pasa con las elecciones del parlamento Europeo, en España y el resto de Europa y
qué efecto rebote podría llegar a tener en el crecimiento del sector en Chile".
"Lo segundo es un gobierno de izquierda entre el PSOE y Podemos, qué efecto espejo podría determinar en la realidad chilena de un incentivo para lograr un mayor nivel de alianzas y acuerdos entre las posiciones de centroizquierda chilena, de cara a las elecciones de 2021. Ese es otro elemento importante", recalcó.
Un tercer punto a juicio del jurista es ver "la capacidad del sistema político para lograr acuerdos, porque estamos yendo a elecciones cada vez más polarizadas y sociedades más polarizadas, donde los puntos de consenso, que fueron tan fundamentales tanto para España como para Chile para sus transiciones, se han ido erosionando".
"La sociedad española y la chilena están con un nivel muy alto de expectativas ante gobiernos que por lo general no tienen la capacidad de estar a la altura de esas expectativas. Eso genera este efecto de polarización y de búsqueda de nuevos mecanismos de representación", puntualizó.
Finalmente, advirtió que "hay elementos diferenciadores importantes, pero también creo que podemos identificar algunos elementos comunes, que tienen que ver con las condiciones de gobernabilidad, con el sistema político partidista, con el sistema socioeconómico y las expectativas de una ciudadanía cada vez más exigente y empoderada".
