SANTIAGO.- Como el "movimiento feminista más grande de la historia de Chile" ha sido catalogado estos días la agrupación de estudiantes que mantienen a 15 universidades en toma y que lograron una alta convocatoria en la marcha realizada este miércoles por Santiago y varias ciudades del país.
Las acusaciones de machismo, acoso sexual y abuso de poder por parte de algunos profesores han puesto en duda los protocolos actuales de prevención y denuncia dentro de los planteles, pero también ha permitido abrir un espacio para que los propios docentes reflexionen sobre su rol dentro de la comunidad universitaria.
Ernesto Treviño, académico de la Facultad de Educación de la PUC, asegura que toman la movilización con "mucha amplitud y comprensión" ya que "pone un punto indispensable en la agenda y que lo habíamos dejado por mucho tiempo de lado" y agrega que "se trata de un problema social real, muy grave y generalizado de una estructura de discriminación y poder que deja muy en desventaja a las mujeres".
"Fuimos criados en una estructura de machismo que reproducimos innecesariamente sin darnos cuenta y ahí tenemos que hacer un trabajo".
Ernesto Treviño, académico UC
El también experto en educación superior asegura que como académicos "estamos en un proceso de reflexión" ya que explica que "fuimos criados en una estructura de machismo que reproducimos innecesariamente sin darnos cuenta y ahí tenemos que hacer un trabajo".
En este punto indica que "nuestras colegas profesoras como nuestras estudiantes, nos ayudan mucho a reflexionar sobre patrones de relación y formas de interactuar que reflejan esas estructuras de machismo".
Por su parte, Sergio Celis, académico de la Escuela de Ingeniería y Ciencias de la U. de Chile, considera que "esta transformación de temas de género es una de las mayores que estamos viviendo" y que "las instituciones estamos avanzando mucho más lento de lo que es necesario".
En cuanto a las tomas, el docente afirma que "a veces molesta que la forma sea la toma porque entorpece nuestro trabajo y eso a mi me gustaría que ocurriera de otra manera", pero de igual forma hace un mea culpa.
"Como institución y como profesores no hemos sido capaces de atender ciertos temas con mayor diligencia para que esto no suceda".
Sergio Celis, académico U. de Chile
"Como institución y como profesores no hemos sido capaces de atender ciertos temas con mayor diligencia para que esto no suceda. Yo sí hago un mea culpa y sé que muchos profesores opinan como yo", señala.
Para Celis, desde Ingeniería "la voluntad de los profesores ha sido ver qué necesitamos hacer para movernos de ahora en adelante" ya que los temas trascienden también a la participación de mujeres en cargos directivos y a "atraer a mujeres a estas carreras y darles el apoyo para especializarse y después darles los espacio para que asuman el liderazgo".
En tanto, María Cristina Escudero, académica del Instituto de Asuntos Públicos de la universidad estatal, destaca que "el remezón en la universidad es bien fuerte y nos ha obligado a conversar entre nosotros como cuerpo académico" y que "vendrán cambios profundos" en cuanto a los protocolos y formas de enfrentar los casos de abusos desde una "mirada más preventiva".
De esta manera, dice que es fundamental "conversar bien cuáles son las actitudes que molestan, sobre todo los comportamientos más normalizados hay que visibilizarlos para entender que esas estructuras hay que cambiarlas".
¿Relación de amistad entre profesor y estudiante?
Hace unos días el ex ministro de Educación y actual rector de la Universidad Adolfo Ibáñez, Harald Beyer, se refirió a los casos de abuso sexual señalando que "entre profesor y alumno no debiera haber amistad".
Según Treviño, "el entablar amistades cuando uno es profesor con las estudiantes puede llevar a confusiones pero eso no quiere decir que no haya buen trato ni aprecio pero no se deben confundir los planos".
El académico explica que si bien no se debe descuidar el buen trato, apoyo emocional y aprecio entre estudiante y profesor, la relación "no se debe confundir con la amistad y me parece que mientras haya una asimetría de poder en el marco de un curso, es mejor mantener una distancia".
Mientras que Celis afirma que si bien "hay que cambiar ciertos hábitos en la sala de clases" son "exageradas las palabras de Beyer". Esto, explica, debido a que sí "se pueden formar lazos y uno interactúa con personas que después pueden ser tus mentores o guías, sino para qué uno va a la universidad".
