SANTIAGO.- Las alarmantes cifras sobre la mortalidad en el país por VIH entregadas por el Ministerio de Salud, que presentará un plan nacional de acción en los próximos meses, dio paso a la búsqueda de las causas del aumento.
Los datos revelan que alrededor de 100 mil personas padecen la enfermedad, 50 mil ignoran que están contagiados, que en Chile la mortalidad es tres veces mayor que el promedio mundial, que en 2017 hubo 5.800 casos diagnosticados y que el uso del condón bajó 13% el año pasado.
Emol consultó a infectólogos acerca de cuáles son las causas del crecimiento de esta enfermedad y cuál es la mejor forma de abordarla.
Carolina Chahín, encargada de la Unidad de Infectología y Programa del VIH del Hospital Regional de Temuco, asegura que la situación se arrastra hace años y que se desentendió de forma general la importancia de la enfermedad.
"No hubo promoción del examen, centrando toda la prevención en el uso del preservativo, que no sirvió. Tampoco se avanzó en diagnóstico y hubo falta de evaluación sobre cuál era la realidad que estaban viviendo los jóvenes, y la nueva forma que ahora tienen de relacionarse", aseguró.
Y agregó: "Hay ausencia de la percepción de la gravedad de lo que estaba pasando con esta epidemia. Y hoy día se destapa, y en realidad empezamos a ver cómo se relacionan los jóvenes, el Tinder y todas estas formas de encuentro".
Por otra parte, Rodrigo Blamey, infectólogo de Clínica Las Condes y del Hospital del Salvador, aseguró que entre los jóvenes se ha perdido el respeto a la enfermedad: "Y hay un cuento social de liberalidad sexual. La gente ya le perdió el miedo al VIH, porque saben que hay medicamentos para tratarlo".
Y añadió: "Hay más casos en la población chilena. Según la Encuesta Nacional de la Juventud para personas entre 15 y 30 años, los jóvenes no usan condón, o menos del 50% usa. Entonces el punto de educación sexual es muy importante".
Mientras que Guido Girardi, presidente de la Comisión de Salud del Senado, recalca que "cuando transformas la sexualidad en algo tabú, y no en política pública, esto tiene consecuencias".
"En todas partes del mundo se reparten condones en la calles, hay campañas permanentes de advertencia a las personas respecto el autocuidado y de tener una sexualidad sana. Los dispensadores de condones están en los aeropuertos y a las salidas de las fiestas", expresó.
Test rápido
Hasta el minuto no existe la posibilidad de comprar el test en farmacias o dispensadores, la única opción es realizarse el examen en un hospital público o clínica del sistema privado, donde los resultados pueden llegar en hasta 30 días.
"Hay que destrabar el examen (…) Cuando existe la tecnología (…) para que te hagas un test y a los diez minutos tengas un resultado si te lo hiciste por una técnica del test rápido. Pero no está el acceso a ese test y es cosa de ponerlos”, recalca Carolina Chahín.
Según su relato, "de los 11 pacientes que se nos murieron de Sida el año pasado (en La Araucanía), siete fueron en la primera hospitalización, en la última etapa, cuando consultan ya enfermos (…) Esto demuestra que no hubo acceso al examen, cuando era asintomático, para llegar esto deben haber pasado años (...) Y como es un examen súper burocratizado, en el que hay que firmar muchos papeles y registros, esto no facilita las cosas. Al paciente lo tramitan tanto que termina no haciéndose el examen".
"Esto demuestra ausencia de políticas públicas para fomentar el test. Deberían venderlo en las góndolas de las farmacias y así sería mucho más fácil que la gente llegara, lo comprara, se hiciera el examen y se vinculara al cuidado", aconseja la infectóloga.
Si se descubre tempranamente el padecimiento, es mucho más fácil tratarlo y seguir evitando el contagio. "Acceso al tratamiento universal, porque se sabe que cuando lo das a todos los pacientes que están infectados, también produces un efecto en la prevención de nuevos casos, porque si están tratados dejan de contagiar a otras personas", señaló Blamey.
El senador Girardi aseguró que "esto tiene que ver con cambios culturales, con educación, con recursos para el diagnóstico y el tratamiento, y sobre todo, conciencia en la sociedad".
