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Santiago: Viernes 19 de abril del 2024 | Actualizado 01:32
El 11 de marzo de 1990, después de 17 años de dictadura de Augusto Pinochet, el demócrata cristiano Patricio Aylwin asume la Presidencia del país, emprendiendo lo que sería el retorno a la democracia.
Tres días después, 21 miembros del Frente Manuel Rodríguez que estaban detenidos en la ex Penitenciaría de Santiago, iniciaron una huelga de hambre, exigiendo la libertad de “todos los llamados presos políticos”, según consignó El Mercurio de la época, convirtiéndose en la primera dificultad que el Mandatario debió enfrentar, mientras se encontraba en Brasil participando en el cambio de mando de Fernando Collor de Mello.
En la instancia, Aylwin aseguró que no aceptaría "la presión como instrumento para alterar decisiones". Asimismo, refiriéndose al proceso democrático que vivía el país, destacó la necesidad de "restablecer una convivencia sobre bases democráticas; saldar heridas del pasado en materia de derechos humanos, esclareciendo la verdad y haciendo justicia; encontrar la reconciliación; y dar satisfacción a las demandas más urgentes de justicia social de los sectores más postergados del país".
En abril de 1994 Eduardo Frei Ruiz-Tagle enfrentó un hecho muy similar al que vivió este lunes el Presidente Sebastián Piñera, pues a poco menos de un mes de haber asumido su Mandato, solicitó la renuncia del entonces general director de Carabineros, Rodolfo Stange.
El jefe de la institución uniformada fue denunciado ante la justicia militar por el ministro en visita Milton Juica, por obstrucción a la justicia, al no investigar el homicidio de Santiago Nattino, José Manuel Parada y Manuel Guerrero en el marco del Caso Degollados.
Stange se opuso a la solicitud de renuncia, lo que sumió en una crisis al Gobierno y la institución policial. Sin embargo, tres días después el jefe policial inició un periodo de vacaciones con el objetivo de facilitar la investigación, gesto que destacó el Gobierno de turno.
Finalmente, 18 meses después, el director general de carabineros presentó su “retiro voluntario” de la institución, a pesar de haber sido absuelto por la Corte Marcial por los cargos que se le acusaban. En la ocasión negó que su decisión estuviera vinculada su relación con Eduardo Frei.
A menos de diez días de que Ricardo Lagos Escobar asumiera como Jefe de Gobierno, cuatro mineros tocopillanos se encerraron en un socavón, en protesta por la rebaja en las tarifas de compras de óxido de cobre dispuestas por la Empresa Nacional de Minería, iniciando una huelga de hambre.
Tras dos días de manifestación y luego de que se terminara el suministro de agua, la salud de los trabajadores se deterioró, situación que provocó que las acciones por parte del Gobierno se aceleraran, conformando una mesa de negociación, lo que se convirtió en el paso inicial para finalizar el conflicto.
El primer conflicto político de la primera administración de Bachelet fue provocado por la abrupta renuncia de la gobernadora de Cautín, Solange Chesta -quien sólo duró 72 horas en el cargo-, tras ser vinculada a casos de violaciones de derechos humanos.
Chesta condicionó su permanencia en el cargo a disculpas públicas por parte del entonces ministro del Interior, Andrés Zaldívar, tras considerar agraviante la investigación que éste inició para establecer si las imputaciones eran o no efectivas.
Frente a tal exigencia Zaldívar fue categórico: "No tengo por qué darle ninguna disculpa a nadie. A ella, primero, porque no tiene razón de pedirla, porque lo que he hecho es lo que corresponde. Como lo dije ayer (el lunes), cualquier persona que es objetada en una materia tan delicada como ésa, por supuesto hay que requerir los antecedentes y luego pronunciarse. Eso es lo que he hecho. Yo no he hecho ningún juicio negativo respecto de su persona".
La Presidenta reaccionó a la disputa por la nominación de gobernadores, que culminó con la renuncia de Solange Chesta en Cautín, con el rechazo a asumir de Gonzalo Riquelme en Chañaral y con una molestia de los partidos y en específico de la DC, y aseguró que "Se hizo todo lo que había que hacer".
El actual Presidente asumió su primer Mandato el 11 de marzo de 2010, exactamente 12 días después de que un terremoto de magnitud 8.8 y un posterior tsunami afectaran al país dejando al menos 525 fallecidos, cerca de 500 mil viviendas destruidas y un total de 2 millones de damnificados.
A ocho años de la catástrofe, el pasado 27 de febrero Sebastián Piñera recordó la situación que debió enfrentar el país y su gobierno ante la tragedia, destacando el proceso de reconstrucción que llevó adelante su administración: "Nosotros nos estábamos preparando al igual que hoy para asumir el gobierno que democráticamente ustedes nos confiaron. Recuerdo muy bien la devastadora destrucción".
Cuatro años después, Michelle Bachelet asumió por segunda vez el cargo de Presidenta de la República y nuevamente debió enfrentar la renuncia, esta vez de cuatro gobernadores, a ocho días de ser designados: Claudia Placencio (Chiloé, PPD), Cristián Fernández (Ñuble, MAS), Salvador Delgadillo (Santiago, PC) y Hernán Vargas (Antofagasta, PS).
Placencio fue cuestionada por contar con puntaje correspondiente a una persona indigente en su Ficha de Protección Social. Fernández, en tanto, había recibido denuncias relacionadas con su gestión como alcalde en la comuna de San Fabián de Alico.
Delgadillo enfrentaba una investigación del Consejo de Defensa del Estado por denuncias sobre supuestos desvíos de fondos cuando era alcalde de Tiltil. Vargas, en tanto, fue cuestionado por recibir beneficios encuadrados en la "ley Valech" pese a que se esgrimieron dudas sobre su calidad de ex preso político.
A esto se sumó la dimisión de cuatro subsecretarios y dos seremis, situación que generó diversas críticas por parte de los jefes de bancada de la Nueva Mayoría.
