Patricio Manríquez/ El Mercurio
SANTIAGO.- Es uno de los recursos marítimos más importantes que ofrece el litoral chileno y solo se encuentra, además, en las costas del sur de Perú. Se llama Concholepas concholepas y es conocido popularmente como "loco".
Se trata de un molusco que, según investigaciones arqueológicas, existe hace seis mil años y se alimenta de piures, picorocos, lapas y choritos. Sin embargo, en el último tiempo ha sido objeto de extracciones indiscriminadas y enfrentado largos períodos de explotación.
Es por esto que la Subsecretaría de Pesca (Subpesca) extendió su prohibición de extracción en 15 regiones del país desde el 1 de enero y por cinco años, esto es, hasta 2022. Asimismo, su comercialización, transporte, elaboración y almacenamiento.
De esta forma, se busca evitar la disminución de este molusco que habita en fondos rocosos, entre los 0 y 50 metros, cuya talla promedio es de 10 centímetros y se extrae con cercos y de forma artesanal
Pero esta no es primera vez que la Subpesca debe recurrir a la veda del "loco", medida que debió renovar y que data de 2012, año desde que está prohibida su extracción desde las regiones de Arica y Parinacota hasta Aysén.
Veces que ha estado en veda
Los límites a la captura del loco provienen desde 1985, cuando la autoridad pesquera cerró su extracción por dos años en prácticamente todo Chile, exceptuando las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes.
El motivo fue la masiva explotación del producto que pasó de 4.000 toneladas anuales hasta las 25 mil, que hubo a fines de los años setenta.
Misma determinación se adoptó entre 1989 y 1992; medida que se extendió el año siguiente, cuando comenzaron a existir cuotas globales e individuales de pesca sobre la base de la disponibilidad de este codiciado recurso.
Pese a las estrictas medidas adoptadas por la autoridad para evitar su explotación ilegal, no se ha podido detener el comercio clandestino.
Según las informaciones que revelan los decomisos realizados a través de los años, la mayor parte de los moluscos son extraídos en Chiloé y Puerto Montt, desde donde son llevados a Santiago.
Pero no solo a la capital. Otro de sus principales mercados de destinos son Taiwán, Japón, Singapur, Hong Kong, República Popular de China, además de Estados Unidos, Canadá, México y Malasia.
Un valioso recurso marino
Debido a la sobreexplotación que sufre este apetecido molusco que forma parte de las raíces gastronómicas del país, se instaló a nivel nacional un gran interés para recuperarlo y preservarlo.
Una preocupación que se ha reflejado en proyectos de investigación que tienen como desafío establecer planes y políticas de manejo para repoblar esta especie, a través de vías naturales y artificiales.
Este recurso marino tiene tres etapas en su vida: una en estado de larva, después como semilla y, luego, como juvenil y adulto. Desde su origen hasta llegar a su edad de explotación comercial pueden pasar cuatro años, hasta que alcanza los 60 milímetros (seis centímetros).