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Estudio revela que la mitad de los universitarios chilenos declara haber sufrido un abuso sexual

Las más afectadas son las mujeres, pero también hay un alto número de hombres que reconoce haber sido víctima. La mayor socialización y el consumo de alcohol son factores de riesgo durante la vida universitaria.

05 de Octubre de 2016 | 07:30 | Por Natacha Ramírez, Emol
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Quienes más cometen los abusos sexuales en la etapa universitaria son las ex parejas y los amigos o conocidos.

El Mercurio (archivo)
SANTIAGO.- Tener más independencia, conocer gente nueva, ir a fiestas y mudarse lejos de la familia es parte de la vida universitaria. Sin embargo, en algunos casos, esas situaciones podrían representar factores de riesgo para que los jóvenes se vean más expuestos a sufrir un abuso sexual.

Así lo evidencia un inédito estudio, que revela que la mitad de los universitarios chilenos reconoce haber sido víctima de un abuso sexual.

El estudio fue realizado por la U. de Playa Ancha y la U. Santo Tomás, junto a dos investigadoras alemanas, y entrevistó a más de mil alumnos de cinco universidades chilenas, tanto estatales como privadas, de diferentes carreras.

Al contrario de lo que se puede pensar, los abusos sexuales afectan a ambos sexos, ya que el 51% de las mujeres y el 48% de los hombres declara haber pasado por una situación de ese tipo, desde una tocación indebida hasta una violación.

El Dr. José Antonio Muñoz, del Centro de Estudios Avanzados de la UPLA y uno de los autores del estudio, explica que si bien la cifra de victimización es similar en ambos sexos, la forma en que lo perciben es muy distinta, ya que mayoría de los hombres "no se sienten víctimas", mientras que las mujeres "siempre lo perciben como una agresión".

Dice que eso se debería a que "hay una asimetría física muy grande", ya que "aunque un hombre sea tocado por una mujer, él mantiene el control de la situación, porque puede frenarla. Por lo tanto, si bien es una víctima, hasta cierto punto tiene el control de la situación. En cambio, las mujeres nunca tienen el control, porque no son capaces de detener físicamente a su agresor, por eso siempre va a ser más grave para las mujeres".

Ex parejas y amigos son los principales agresores


De acuerdo al estudio, quienes más cometen los abusos sexuales en la etapa universitaria son las ex parejas, luego los amigos y conocidos, y en tercer lugar personas extrañas. Muñoz comenta que es más probable que actué este último tipo de agresor cuando hay consumo de alcohol de por medio.

La investigación revela además que el 26% de los hombres encuestados y el 16% de las mujeres reconocieron haber cometido un acto de abuso sexual. Aunque el experto advierte que "muchas veces no son conscientes de que haya sido una agresión". "Creen que haber tocado a alguien sin su consentimiento en una fiesta no es algo tan malo", señala.

Respecto del 16% de mujeres que declara haber cometido un abuso, Muñoz dice que si bien "es una cifra que culturalmente nos impacta", se asemeja a los datos que se observan en otros países donde se ha aplicado el estudio.

La vida social y el alcohol aumentan los riesgos


El experto señala que la vida universitaria "tiene un montón de factores de riesgo" que podrían propiciar la ocurrencia de estos hechos. Entre éstos indica que "muchos jóvenes deben ir a otra ciudad, pierden el apoyo familiar, están solos, comienzan a mandar sobre sus propias vidas, tienen muchas fiestas y mucho proceso de socialización", a lo que se suma el consumo de alcohol, que "acentúa la posibilidad de sufrir abusos".

Afirma que "mientras más factores de riesgo se vayan añadiendo, más probabilidades tiene de que le ocurra algo". "Por ejemplo, si una mujer va sola a una fiesta y llega con alcohol, el riesgo aumenta muchísimo", señala.

El experto sostiene que las universidades debieran hacerse cargo de esta situación y adoptar medidas de prevención, como programas de educación sexual y de apoyo a las víctimas. "Éste es un aviso para que la cultura de la universidad en torno a este tema comience a tener un giro y se empiecen a implementar políticas internas que protejan a las víctimas, y que traten de quitar la banalización de los riesgos que hay detrás de este tipo de fenómenos", señala.
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