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Los puntos que ponen en riesgo la elección de Rajevic como nuevo contralor en el Senado

Enrique Petar Rajevic Mosler es doctor en derecho, pero su vinculación casi permanente con la NM, además de una antigua demanda y un contrato vigente con Hacienda, despertaron resquemores en su contra.

06 de Octubre de 2015 | 14:05 | Por Francisco Águila V., Emol
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El abogado Enrique Rajevic ha estado ligado a los gobiernos de la centro-izquierda durante los últimos 19 años.

El Mercurio (archivo)
SANTIAGO.- Son 22 los votos de los senadores que necesita el abogado Enrique Rajevic para convertirse en el nuevo contralor general de la República por los próximos 8 años.

Desde el momento en que su nombre fue propuesto por el Ejecutivo, de inmediato comenzaron los resquemores a raíz de varios episodios de su pasado y -particularmente- por su vinculación con el Gobierno.

¿Pero quién es el profesional que este martes compareció ante el Senado para realizar sus propuestas, pese a que concita opiniones divididas incluso entre los parlamentarios oficialistas?

Enrique Petar Rajevic Mosler es abogado de la Pontifica Universidad Católica, Master en Política Territorial y doctor en Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid.

Fue profesor de Derecho Público en la Universidad Alberto Hurtado, donde ha realizado varias publicaciones en torno a ese ámbito y a las normas que rigen el acceso a la información. Además, ha impartido clases en diversos postgrados.

Cargos


Pero los principales cuestionamientos que han surgido en su contra son por su cercanía con la Democracia Cristiana y -por ende- con la antigua Concertación. Además, sus lazos cruzan a la Nueva Mayoría. De hecho, se dice que habría aportado dinero para la campaña del primer gobierno de Michelle Bachelet.

En efecto, fue asesor en el Comité Interministerial de Modernización de la Gestión Pública en el año 1999. El mismo cargo lo ocupó en la Agenda de Probidad y Transparencia de la Presidencia, en 2007.

A lo anterior, se suma una asesoría jurídica para el Consejo para la Transparencia entre los años 2009 y 2013 y además, que fue jefe de gabinete del Ministro de Vivienda y Urbanismo en los periodos que van de 1996 a 1999; 2000, 2005 y 2006.

De hecho antes de ser nominado por la Presidenta Bachelet, se desempeñaba como asesor de esa cartera.

Demanda y contrato


Más allá de todo esto, uno de los principales resquemores surgió a raíz de una demanda en su contra por parte del Consejo de Defensa del Estado (CDE), por el no pago de una beca para cursar un postgrado en España, cuyo monto supera los $31 millones.

El beneficio le fue otorgado entre los años 2000 a 2003, cuando estuvo en la Universidad Carlos III de dicho país cursando su doctorado, pero no cumplió con las condiciones establecidas, por lo que el Estado le solicitó la devolución de los gastos.

Finalmente, dicha deuda habría sido cancelada, situación que fue comunicada por el CDE, tras hacerse público el caso.

Otro antecedente que lo complica es un contrato que suscribió con el ministerio de Hacienda. Éste se titula así: "Estudios y asesoría técnica en materias referidas a empleo público para el cumplimiento del protocolo de acuerdo entre la mesa del sector público y el Gobierno de Chile año 2015".

El acuerdo contempla el pago de 24 millones de pesos en total, divididos en cuotas de $3 millones -contra entrega de avances- y que tiene fecha de término en diciembre próximo.

Críticas


Todo lo anterior ha llevado a varios parlamentarios a cuestionar abiertamente su nominación al cargo de Contralor.

Uno de ellos es el diputado Felipe Ward, quien aseguró que con el contrato con la cartera de Hacienda "es evidente la existencia de inhabilidades para ejercer el cargo, hecho que es inaudito (...) No es la persona idónea porque tiene asuntos pendientes con el Estado".

Otro que rechazó su nombramiento fue el rector de la Universidad Diego Portales, Carlos Peña, para quien Rajevic "no alcanza el estándar para ser contralor".

Mientras que el senador Manuel José Ossandón aseguró en su cuenta de Twitter que "en vez de nominar a un contralor, la Presidenta nominó a un hincha".

Incluso los cuestionamientos han aparecido desde el oficialismo. Por ejemplo, el senador del PS, Alfonso de Urresti. Él criticó que no se les haya avisado de su nombre como la opción para el cargo, lo que habría generado molestia entre los parlamentarios.

Por su parte el senador pro DC, Pedro Araya, cuestionó en diversos medios la "poca cautela" del Ejecutivo para proponer al candidato.

Todo esto ha generado las reacciones que hemos visto en los últimos días, tanto en la prensa como en el Congreso. De hecho, hay algunos que incluso se atreven a proyectar un eventual "conflicto" en la cúpula del Ejecutivo si es que Enrique Rajevic no es nombrado. Se especula que incluso el ministro del Interior, Jorge Burgos, se vería afectado a tal nivel, que podría renunciar.


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