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Qué busca Rusia con la invasión, por qué no ha tomado Kiev y la postura de Chile: Analistas internacionales explican conflicto

Karin Ebensperger, Paulina Astroza, Alberto Rojas, Cristián Medina, Guillermo Holzmann y Libardo Buitrago entregaron sus análisis.

27 de Febrero de 2022 | 19:30 | Por Javiera Riquelme y Leonardo Vallejos, Emol.
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EFE
Si en algo concuerdan varios analistas internacionales, es en que Rusia y su Presidente, Vladimir Putin, se preparó durante años para llevar a cabo lo que desde el jueves ha sido centro de atención a nivel mundial, la invasión a Ucrania. Qué busca Rusia con ello, por qué no ha tomado a la capital (Kiev) considerando la asimetría en armamento y otros insumos que existe entre ambos países y cómo ha reaccionado Chile, son solo algunas de las interrogantes que van quedando.

Y es que pese a que para algunos la invasión era una acción "esperada", su desarrollo no ha sido como se imaginaba. Ahora, lo que sí ha quedado registrado frente a los ojos de expertos, es el rechazo a la acción llevada a cabo por Rusia y el apoyo que ha recibido la nación de Volodímir Zelenski.

Asistencia militar a Ucrania, bloqueos económicos a Rusia y cierre de espacio aéreos para las compañías del territorio de Putin son algunas de las medidas que se han notificado durante las últimas horas, todo como un paso más en el proceso sancionador al Kremlin por su decisión.

Para Karin Ebensperger, periodista y analista internacional, Ucrania está entre dos poderes que representaron la Guerra Fría. Por un lado Rusia (la ex URSS) y, por otro, Europa Occidental con la OTAN. No obstante, relató que no se puede seguir con esa lógica. Por el contrario, dijo que "hay que buscar caminos intermedios como Finlandia, también vecino de Rusia, que si bien comparte comercio y valores con Occidente, evita sumarse a alianzas militares contra Rusia".

No se debe olvidar, según precisó que "Putin es profundamente ruso" y que "en su mente está el concepto de la gran madre Rusia de los zares y continuado por los soviéticos de tener fronteras seguras y acceso al cálido Mar Negro, ya que el Ártico se congela".

"Con esa lógica Putin ocupó la península de Crimea donde está la flota rusa y quiere asegurarse que Ucrania no pase al área de influencia de la OTAN. A su vez, los ucranianos tienen derecho a no volver a sentirse satélites de Moscú, por eso han buscado acercarse a Europa Occidental", aseveró Ebensperger.

De acuerdo con la analista, lo que hace confuso el escenario es "que la historia rusa empieza en lo que hoy es Ucrania". "Para muchos rusos profundos -entre ellos el Premio Nobel Alexander Solzhenitsyn- no se concibe Rusia sin Ucrania incluida. En 1954 Nikita Krushev -que era ucraniano- como jefe de la URSS entregó la administración de Crimea con la flota rusa a Ucrania, pero eso era irrelevante cuando todo era URSS gobernado desde Moscú. Muchas cosas como esa quedaron sin resolver tras la caída de la ex URSS y el fin de la Guerra Fría y ahora vemos la consecuencia", sostuvo.

Pese a todo, dijo que la historia evoluciona y por lo mismo la lógica de grandes potencias ocupando enormes territorios por la fuerza, debe dar paso a acuerdos y negociaciones de autonomía.

Ahora bien, explicó que "el problema" es que la propia Ucrania está dividida y ha sufrido guerras civiles constantes, lo que la hace "débil". "Hay importante población rusa ortodoxa además de la ucraniana católica, se hablan ambos idiomas dependiendo de la zona", reconoció, agregando que "fue notable que la ex URSS cayera pacíficamente sin una guerra, pero su desmembramiento en 15 nuevas republicas ha sido un trago muy amargo para Rusia, y Putin basa su popularidad entre los rusos en recuperar parte de lo perdido, en particular Crimea y la zona de Donbass en Ucrania".

Con todo, señaló que tanto Europa como Rusia deberían tratar de evitar que la situación escale. "Putin podrá ganar batallas, pero a la larga no la guerra que implica poder administrar la paz después: para eso necesita negociar y sería un error de parte de la Unión Europea no tener una política seria respecto a Ucrania, que no se limite a condenar a Putin sino que de algún modo ayude a terminar con el estado constante de división en la propia Ucrania entre pro rusos y pro occidentales", enfatizó.

Y finalizó: "Urge gestionar una especie de neutralidad que deje tranquila a Rusia, que por sobre todo teme la influencia de la OTAN en sus propias fronteras. Ojalá los líderes mundiales estén a la altura en este difícil momento".

¿Qué busca Rusia?


Para la abogada y académica de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales de la Universidad de Concepción, Paulina Astroza, lo que busca Rusia "no es una Unión Soviética", sino más bien "una gran Rusia" y Ucrania es parte de ese proyecto.

Así detalló que en esa visión de Putin, ella siempre ha repetido un proverbio ruso que se lo escuchó a una especialista española llamada Ruth Ferrero, que dice "que San Petersburgo es la cabeza de Rusia, Moscú es el corazón y Kiev es la madre".

¿Qué quiere decir ello? "Que esta gran Rusia nace de Kiev, es parte identitaria de esta gran Rusia que quiere Putin y que por ningún motivo quiere que sea parte de la OTAN, ni de la Unión Europea (UE), ni quiere que los líderes que estén elegidos democráticamente como Zelenski finalmente no respondan a sus deseos y quiere tenerlo bajo control".

En tanto, para el académico del Instituto de Historia de la Universidad de San Sebastián de Concepción, Cristián Medina, lo que busca Putin, "a la luz de los ideólogos que no son del siglo XX, son del siglo XIX, es recuperar el paso de una Rusia imperial y para eso necesita la presencia de Bielorrusia y de Ucrania al interior de Rusia".

A esta idea de la gran Rusia se sumó el analista internacional Libardo Buitrago, quien señaló que no está seguro si el "sueño de tener la gran Rusia se le va a consolidar a Putin, porque lo que ha hecho como resultado de estas operaciones es primero consolidar la figura de la OTAN, y segundo, solidificar la Unión Europea y todos aquellos países que se van a sentir amenazados y que tienen algún punto histórico con Rusia van a buscar amparo en occidente".

¿Por qué no se ha tomado Kiev?


De acuerdo con los antecedentes, cabe consultar por qué luego de cuatro días Rusia aún no se ha tomado la capital de Ucrania. Por ejemplo, para Astroza con la capacidad militar que tiene el Kremlin "uno habría pensado que en 48 horas Kiev habría estado en mano de los rusos".

"Eso llama la atención", reconoció, "porque si es por voluntad política basta que Putin aumente los contingentes e interfiera la toma de Kiev". Por lo mismo, dijo que eso la lleva a pensar que por un lado la resistencia que se ha puesto en Ucrania "ha sido mucho más de lo pensaba Putin que iba a tener" y, por otro lado, que él "no capturó la reacción internacional que esto está teniendo".

Quien se sumó a esas palabras fue Alberto Rojas, director del Observatorio de Asuntos Internacionales de la Universidad Finis Terrae. "Lo que hemos visto ha sido una ofensiva más lenta de lo esperado. La caída de Kiev debería haberse producido en un lapso de 48 horas y eso no ha ocurrido", dijo.

En relación a los motivos, afirmó que en parte se podría pensar que se debe a que Rusia "no ha enviado a todo el poder militar que tiene hasta ahora" y, por otra parte, "por la resistencia de las fuerzas militares ucranianas, lo que está generando un escenario diferente a cuando esto comenzó el jueves pasado y que genera presión sobre el gobierno ucraniano pero también ruso". Probablemente, aseguró que Putin "esperaba un resultado mucho más rápido y contundente y eso también explica que se haya abierto un espacio para las negociaciones".

"La planificación para invadir Ucrania es algo que probablemente el gobierno ruso ha venido trabajando desde hace años y ha calculado la intensidad y poder militar que necesitaba. Sabemos que hay una asimetría militar muy grande y probablemente Rusia en un primer momento consideró que no necesitaba desplegar todo su poder militar, sino una porción lo suficientemente contundente para enfrentar a las fuerzas de ucrania. Esto está en desarrollo, veremos lo que Rusia va a hacer y hasta donde quiere llegar. Aumentar la presencia militar o la intensidad de los ataques sin duda que va a generar una mayor destrucción" agregó.

Para Medina en este caso siempre se plantean al menos cinco escenarios posibles, algunos son de guerra relámpago, de guerra de desgaste y aquí lo que según "una hipótesis es que lo que ha hecho el Ejército de Rusia es alargar el conflicto hasta generar el desgaste de la población ucraniana".

Según indicó, todos conocen por números la enorme disparidad de recursos de contingente militar que hay entre Ucrania y Rusia, por lo tanto, una guerra total habría sido una devastadora para la nación de Zelenski y, probablemente, "esta guerra dosificada, pongámosle ese nombre como concepto, tiene por finalidad tampoco dar una imagen peor de la que ya se tiene del accionar de Vladimir Putin".

"Una guerra devastadora, bombardeo sistemático supone también una alta cantidad de bajas civiles. No existe el bombardeo quirúrgico, lo vimos en Irak y Afganistan, eso fue un eufemismo. Pero una guerra total significa una mortandad en la población enorme y obviamente eso no es lo que se espera. Es un tema estratégico, de desgaste y también de no aparecer como colocando de rodillas a Ucrania de buenas a primeras en dos a tres días", señaló.

Guillermo Holzmann, analista internacional y académico de la Universidades de Valparaíso, Autónoma y Talca, dijo que en su opinión hay varios factores. Por un lado está "la resistencia que ha colocado Ucrania tanto por sus fuerzas armadas como por la defensa civil" y otro tiene que ver con que "se ha conformado una coalición internacional de apoyo a Ucrania que no estaba considerada por Putin". "Tenía considerada las sanciones económicas y financieras que fueron las que se anunciaron, pero sucede que se ha sumado la banca privada al aceptar cortar el Swift a Rusia, también empresas multinacionales privadas (...) esos eventos colocan a Rusia en una situación de mayor presión de lo de Ucrania", aseveró.

A su vez, Buitrago sostuvo que "la guerra relámpago imaginada no ha dado el resultado esperado por dos razones fundamentales". La primera de ellas es que el cálculo de ofrecer la guerra como una defensa propia "se cayó rápidamente y no ha habido un argumento jurídico que le permita Moscú presentar ética y moralmente la guerra como legítima". En cuanto a la segunda condición, advirtió que en el diseño pareciera que ellos iban a atacar sobre la región este de Ucrania y después lo hicieron con todo el territorio, por lo que no solo afectan la propuesta jurídica que querían presentar de defensa propia, sino que además pasan a ser agresores.

Junto con ello, aclaró que seguramente, "nunca imaginaron la capacidad de resistencia del Presidente de Ucrania y lo que no calculaba Putin era la determinación del liderazgo y el arrojo que iba a demostrar el presidente de Ucrania en defensa de su pueblo (...) Yo creo que ahí se explica un poco el por qué ha avanzado poco ya llevamos cuatro días, ya no es una guerra relámpago y pasa a una invasión generalizada. El diseño inicial se le ha caído".

La imagen de Putin


"Yo creo que desde que asumió como presidente, Putin estaba esperando llegar a este momento y fue dando paso a paso muy meticulosamente, estudiando mucho las debilidades de los socios, de la UE de la OTAN, de Estados Unidos, lo tenía todo calculado", reveló la académica Astroza.

Sin embargo, dijo que en su visión Putin "se está dando cuenta ahora de que esto se le puede ir incluso en contra, porque tiene al interior de Rusia una oposición cada día mayor que es fuertemente reprimida en que se ha encarcelado a sus líderes". "Hay una suerte de factores que yo creo que están haciendo a Putin no lograr este gran objetivo que él tiene de crear la gran Rusia", destacó.

Para Rojas, la imagen de Vladimir Putin está "comprometida" desde el momento en que inició esta ofensiva militar. "El rechazo de la comunidad internacional ha sido absoluto y eso se ha visto reflejado en las sanciones que se han comenzado a aplicar en términos económicos, el irlos aislando de instancias y espacios internacionales y, por lo tanto, es un precio muy alto el que está pagando", apuntó.

Aunque sí precisó que se esperaría que así como ha tomado años la planificación de la invasión a Ucrania, "también es esperable que Rusia se haya preparado durante años para resistir las eventuales sanciones y medidas de occidente".

El analista Holzmann dijo que en en este minuto y en el contexto de guerra, lo que es el escenario comunicacional "está jugando en contra" del Presidente ruso y a favor de Ucrania, sobre todo "al ver que Zelenski se está transformando en un líder en un momento muy complejo como Ucrania y está siendo reconocido como tal no solo por Ucrania, sino también por el resto del mundo".

De forma más categórica, Buitrago afirmó que Putin "ha retrocedido en términos reputacionales", porque cuando se decide realizar una operación militar de la envergadura que él ha ejecutado desde el pasado día jueves, "debe tener anclaje ético y moral" y ocurre que en este caso "no hay justificación militar, ni política, ni económica para lanzar esta operación".

Por lo tanto, aseveró que lo que se ha visto aquí "es a un líder invadiendo a una nación soberana, particularmente el ataque generalizado sobre Ucrania es lo que más le castiga la imagen".

La postura de Chile


En Chile tanto desde la Cancillería como del Gobierno entrante condenaron los hechos. Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores, incluso, se informó un trabajo coordinado con otros países de Latinoamérica para ayudar a los nacionales de cada nación residentes en Ucrania.

Para Astroza, Chile lo ha hecho bien ya que "se está coordinando". "Nosotros no tenemos embajada en Ucrania, tenemos consulado, pero está la embajada de Polonia que está haciendo todo los esfuerzos para ayudar a los chilenos que no es fácil en esta situación de guerra. Ojalá así como hemos visto en la UE con tantas diferencias que han tenido en el pasado y están súper unidos, ojalá también esto en Latinoamérica fuera un factor de unidad y no sigamos tan fragmentados como hemos estado hasta el día de hoy", reconoció.

Lo único que sí criticó, según indicó, fue la tardanza de la declaración de condena por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores.

En cuanto al tuit del Presidente electo, Gabriel Boric, precisó que "me parece excelente, o sea, fue súper claro el punto, condena violación al derecho internacional, que uno no puede estar a favor de eso. Yo creo que en ese sentido Chile está clarísimo".

Por su parte, el académico Medina dijo que "países pequeños como el nuestro tan vulnerables y permeables a las crisis internacionales no les queda más que la adhesión al derecho internacional".

Mientras Holzmann destacó que el país ha reaccionado de manera "correcta en términos de que siendo Chile pequeño e independiente de ese tema internacional, Chile no puede hacer otra cosa más que ser obediente con su tradición en política exterior y con su tradición de apoyo de apoyo al sistema internacional en términos de la multilateralidad y el irrestricto respeto a los principios de no violación de los pasos soberanos de cada país".

Por último, Buitrago dio énfasis a que Chile reaccionó "con lo que le corresponde". "Creo que es una invasión, que no tiene asidero jurídico y no puede una nación como Chile no manifestarse en la forma que hasta el momento lo ha hecho tanto la Cancillería como el Presidente electo Gabriel Boric en el sentido de condenar la invasión, porque aquí se trata de una flagrante violación del derecho internacional que ha hecho Putin", señaló.

Todo, porque según su análisis, "este precedente puede quedar en la historia de que un país tiene cierta fuerza o suficiente musculatura económica, militar o política puede agredir a otro, yo creo que este precedente el mundo lo tiene que sancionar más allá de la forma en que termine este conflicto".
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