Una nueva
investigación independiente sobre la situación sanitaria mundial a raíz de la pandemia de
covid-19 reveló una serie de falencias a nivel global en el manejo de este tipo de situaciones, por lo que sus autores hicieron un llamado a
"pasar de las palabras a la acción", donde urge fortalecer el rol de la
Organización Mundial de la Salud (OMS).
El informe "De mundos aparte a un mundo preparado", presentado este martes en el marco de la Cumbre Mundial de la Salud en Berlín, fue elaborado por la Junta de Monitoreo de la Preparación Global (GPMB, por sus siglas en inglés), organismo independiente de supervisión y rendición de cuentas para garantizar la preparación de crisis sanitarias, convocado por la OMS y el Banco Mundial.
El GPMB, que fue creado en 2018, estuvo desde el año pasado evaluando el trabajo y los diagnósticos de paneles internacionales y regionales encargados de revisar los sistemas sanitarios. En el informe, al que tuvo acceso
Emol, recalca que la actual pandemia "ha dejado al descubierto un mundo desigual, dividido e irresponsable.
El ecosistema de emergencia sanitaria refleja este mundo roto. No es adecuado para su propósito y necesita una reforma importante".
En esa línea, los investigadores remarcan que "necesitamos un nuevo contrato social global para prevenir y mitigar las emergencias sanitarias". Este nuevo contrato social "debe servir como base del ecosistema de emergencia sanitaria mundial. Debe basarse en los principios de equidad, solidaridad, inclusión y reciprocidad, responsabilidad y transparencia, sostenibilidad y acción".
Soluciones
Es por eso que, para "pasar de las palabras a la acción", el organismo enfatiza en "seis soluciones que tendrán el mayor impacto en la construcción de un mundo más seguro". La primera tiene que ver con el fortalecimiento de la gobernanza global, que implica la adopción de "un acuerdo internacional sobre preparación y respuesta ante emergencias sanitarias" y convocar "una Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, junto con otras partes interesadas, sobre preparación y respuesta ante emergencias sanitarias".
"Un marco sólido y cohesivo puede proporcionar dirección, coordinación, administración y rendición de cuentas, respaldado por un compromiso político sostenido de alto nivel y obligaciones legalmente vinculantes", agrega el GPMB.
Por otro lado, la entidad aboga por
la construcción de "una OMS fuerte con mayores recursos, autoridad y responsabilidad", ya que se trata de "la única organización con el mandato y la legitimidad para liderar la preparación y respuesta a emergencias sanitarias mundiales".
En este sentido, los Estados miembros del organismo deberían "establecer un comité permanente para emergencias sanitarias dependiente del Consejo Ejecutivo de la OMS y finalizar los debates sobre los medios para financiar de forma sostenible a la OMS, incluso mediante un aumento sustancial de las contribuciones señaladas".
En tercer lugar, el informe propone crear "un sistema de emergencia de salud ágil que pueda generar equidad mediante un mejor intercambio de información y un mecanismo integral para la investigación, el desarrollo y el acceso equitativo a los bienes comunes", donde deberían participar organismos como la OMS, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Asimismo, el documento habla sobre "establecer un mecanismo de financiación colectiva para la preparación a fin de garantizar una financiación más sostenible, predecible, flexible y escalable", el cual se crearía dentro del Banco Mundial como un fondo intermediario financiero administrado, cuyo mecanismo "debería basarse en un sistema de contribuciones señaladas con una fórmula basada en la equidad y la capacidad de pago".
Por otro lado, el GPMB postula "empoderar a las comunidades y
asegurar la participación de la sociedad civil y el sector privado", ya que se necesita un enfoque comunitario más fuerte centrado en la atención de salud primaria.
Por último, el informe aboga por el fortalecimiento de "la supervisión independiente y la responsabilidad mutua", ya que "el monitoreo independiente es esencial para evaluar el progreso de la preparación, aprender y difundir lecciones, identificar brechas y prioridades e incentivar la acción".
"Los líderes deben fortalecer el papel del monitoreo independiente en la gobernanza y la implementación de la preparación y respuesta a emergencias de salud. El seguimiento independiente debe integrarse en el acuerdo internacional sobre preparación y respuesta ante emergencias sanitarias para respaldar la rendición de cuentas y el mecanismo de financiación colectiva", concluye.
