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Santiago: Viernes 19 de abril del 2024 | Actualizado 21:10
Los ciudadanos alemanes de 18 años o más tienen derecho a voto y también a ser elegidos. Cerca de 60,4 millones de personas en un país donde habitan 83 millones tienen derecho a voto, de los cuales 2,8 millones podrán ir a las urnas por primera vez.
Los centros de votación estarán abiertos entre las 08:00 y 18:00 horas (03:00 a 13:00 h de Chile) de este domingo. Los votos a través de correo son permitidos desde varias semanas antes del día de la elección, aunque deben llegar antes de que se cierren las urnas el domingo. Todos los votos deberían ser contados para la mañana del lunes 27 de septiembre.
Una imagen del Bundestag, el parlamento alemán. | EFELa votación del domingo decidirá quiénes se sentarán en la Cámara Baja del Parlamento, conocida como Bundestag, que luego procede a elegir al canciller. El Bundestag tiene un período de funciones de cuatro años hasta la siguiente elección.
Cada elector tiene dos votos: uno para un candidato de elección directa y otro para la lista de algún partido.
Cada uno de los 299 distritos electorales eligen a un legislador por mayoría simple. Al menos 299 otros escaños van para candidatos elegidos a través del sistema de listas de partidos. Ese voto es crítico, porque determina el porcentaje de escaños que cada partido obtiene.
Si un partido gana más escaños a través del voto directo que del voto de listas de partido, mantiene los escaños adicionales, pero el sistema también agrega puestos a otros partidos para asegurar que el voto proporcional es reflejado de manera certera.
Debido a que los grandes partidos tradicionales alemanes han dominado el voto directo pese a que su apoyo general ha disminuido, eso puede resultar en que el Bundestag tenga muchos más legisladores que el mínimo de 598; la cámara saliente llegó a un récord de 709 miembros. Un pequeño ajuste hecho en esta ocasión para reducir el número de escaños extras, no sería suficiente para prevenir que la nueva cámara sea aún más grande que la anterior.
Para ser parte de la división de escaños, un partido debe obtener al menos un 5% del voto que va a las listas de partido o tener al menos tres legisladores que ganaron a través del sistema de voto directo.
Existen 47 partidos que participan de esta elección, pero son pocos los que tienen esperanzas realistas de superar el umbral del 5%.
El mayor grupo en el parlamento saliente fue el bloque de la Unión (centro-derecha), conformado por la Unión Demócrata Cristiana (el partido de Merkel) y su partido hermano de Baviera, la Unión Social Cristiana. La centro-izquierda, con los Social Demócratas, el otro gran partido tradicional, era el segundo mayor bloque.
También representados en el parlamento estaban la derecha más dura de Alternativa para Alemania, que entró al Bundestag por primera vez en 2017; el pro-negocios Partido Demócrata Libre; La Izquierda que representa a un sector más duro de ese espectro; y los medioambientalistas de Los Verdes.
Angela Merkel dejará el cargo de canciller tras 16 años. | ReutersEl sistema electoral de Alemania produce gobiernos de coalición. Las encuestas sugieren que ningún partido llegará remotamente cerca de una mayoría parlamentaria en esta votación. El país no tiene una tradición de gobiernos de minoría.
Hay tres partidos que han impulsado candidatos para el puesto de canciller: Armin Laschet de la Unión, Olaf Scholz de los Social Demócratas y Annalena Baerbock de Los Verdes, partido que por primera vez ha hecho campaña por un candidato propio para el máximo cargo.
Los resultados de las elecciones mostrarán las coaliciones que son matemáticamente posibles, luego los líderes de los partidos discutirán cuáles son políticamente viables. El partido que culmine en el primer lugar habitualmente tiene la ventaja, pero podría terminar incluso en la oposición si otros partidos logran formar una coalición sin necesitarlos.
Una cosa se sabe con bastante certeza: Alternativa para Alemania no será parte del próximo gobierno. Todos los otros partidos relevantes han dicho que no trabajarán con ellos.
Olaf Scholz (Social Demócratas), Annalena Baerbock (Los Verdes) y Armin Laschet (Unión) en un debate televisivo. | AFPEl proceso puede tardar semanas o incluso meses, y encuestas recientes sugieren que probablemente esta vez sea bastante complicado. Las negociaciones típicamente producen detallados acuerdos de gobiernos de coalición, que necesitan ser aprobados por los congresos de los partidos o incluso en votación abierta a todos los militantes de una tienda política.
Una vez que una coalición está lista, el presidente de Alemania nomina al Bundestag un candidato para la cancillería, quien necesita la mayoría de la votación del pleno para ser elegido. La persona es habitualmente -aunque no tiene que serlo- un miembro del parlamento. Hasta que un nuevo gobierno esté formado, el anterior se mantiene vigente en rol de cuidador.
La saliente coalición de Merkel entre la Unión y los Social Demócratas tiene el récord de tiempo para formar gobierno, luego que un intento de formar una alianza alternativa fracasara. El Bundestag eligió a Merkel para su cuarto período el 14 de marzo de 2018, casi seis meses después de que los electores alemanes fueran a las urnas el 24 de septiembre de 2017.
Si después de dos intentos para elegir a un canciller por mayoría se no lograra, la Constitución permite al presidente designar al candidato que obtenga más votos en un tercer sondeo como nuevo canciller, o simplemente disolver el Bundestag para repetir las elecciones generales. Sin embargo, este último camino nunca ha ocurrido.
