Después de tres de los cuatro mandatos que tuvo Angela Merkel en una "gran coalición", hay poco apetito dentro de cualquiera de las partes por otra oportunidad. El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), en particular, está desesperado por encontrar una alternativa. Sin embargo, junto a la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) y la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU), han demostrado que pueden trabajar juntas y podrían elaborar un programa de “más de lo mismo” con un mayor énfasis en los problemas ecológicos si tuvieran que hacerlo.
Algunos expertos piensan que este es un escenario probable, pero sería complicado dadas las prioridades opuestas de Los Verdes y los Demócratas Libres (CDU/CSU), especialmente en la política fiscal y su enfoque hacia la Unión Europea. Esta alianza de tres vías casi tomó el poder bajo Merkel después de las elecciones de 2017, pero se derrumbó cuando el Partido Democrático Libre (FDP) abandonó las conversaciones, lo que dañó seriamente la confianza para volver a intentarlo.
Hasta las últimas semanas, esta se consideraba la coalición más probable. El presidente de la CDU, Armin Laschet, ha dejado claro que está abierto a una agenda más respetuosa con el medio ambiente y que hay espacio para un compromiso en la política fiscal, como una mayor inversión para abordar el cambio climático. Esta coalición está actualmente en el poder en el estado de Hesse.
Con una larga historia de compartir el poder a nivel federal y estatal, ambas partes —CDU/CSU y FDP— preferirían esta alianza que priorizaría reglas presupuestarias estrictas y bajar los impuestos. Las políticas ecológicas se centrarían principalmente en el uso de instrumentos de mercado, como un esquema de comercio de emisiones, para lograr los objetivos de reducción de CO2. Pero las cifras actuales de las encuestas de ambas partes hacen que sea poco probable que esta asociación se combine para obtener una mayoría.
Esta coalición, que se convertiría en los tres partidos más grandes —CDU/CSU, SPD y Los Verdes— tendría una gran mayoría parlamentaria. Podría acordar intensificar los esfuerzos para abordar el cambio climático, pero habría grandes diferencias que superar en materia de política financiera, social y de inversión.
Esta parece una alianza muy difícil de acordar debido a las diferencias entre la Iz quierda, Los Verdes y el FDP, que quiere impuestos bajos y reglas presupuestarias estrictas. Los Verdes presionarían por mayores impuestos a las emisiones y reducciones de emisiones de carbono más ambiciosas. Dependería de que el FDP hiciera grandes concesiones.
Teóricamente, esta alianza de izquierda podría ser liderada por el SPD o por Los Verdes, dependiendo del resultado de las elecciones. Después de años de descartar una alianza con la izquierda a nivel federal, el SPD ya no excluye la posibilidad y los tres partidos ya comparten el poder en algunas asambleas regionales. Tal coalición probablemente aumentaría el gasto, relajaría las estrictas reglas fiscales de Alemania e impondría regulaciones laborales más estrictas, pero sería una asociación complicada debido a la postura radical de algunos en el partido de Izquierda, especialmente en política exterior.
