Llegó el mediodía de este lunes y
Pedro Castillo por fin sacaba cuentas alegres. Tras varias horas de incertidumbre, el candidato del partido Perú Libre logró superar a su adversaria,
Keiko Fujimori, en el balotaje presidencial del domingo, donde los peruanos salieron a elegir a su próximo mandatario.
Los primeros resultados oficiales comenzaron a conocerse cerca de la medianoche peruana, y marcaban una preferencia hacia la abanderada de Fuerza Popular. Desde el comando de Castillo el llamado era a la prudencia, sabiendo que el conteo sería lento y que aún faltaba procesar las mesas de las zonas rurales, donde esperaban dar el golpe, tal como pasó en la primera vuelta de abril pasado.
Así lo recalcaba el secretario general de Perú Libre y ex gobernador de la región de Junín, Vladimir Cerrón:
"Debemos cuidar los votos rurales como oro, que definirán los resultados, los mismos que deben ser favorables a Castillo".
Y equivocado no estaba. Con el paso de las horas, la brecha entre Fujimori y Castillo fue disminuyendo: 100.000 votos, 40.000, 20.000, 15.000... hasta que, cerca del mediodía, las cifras oficiales de la Oficina Nacional de Procesos Electorales lo confirmaban: el profesor izquierdista pasaba al primer lugar. Hasta las 14:35 horas, contaba con el 50,156% de los votos, versus el 49,844% de su rival, con una diferencia de 53.000 sufragios.
Y pese a que aún no se puede proclamar a un nuevo presidente en Perú (falta la mayoría del voto exterior, históricamente favorable a Fujimori), este triunfo en el voto rural claramente puede pavimentar el camino de Castillo hacia el Palacio Pizarro.
Bolsones de votos
Como es tradicional en Perú, una vez que se concretó el cierre de mesas, salieron los sondeos a boca de urna, como el de la consultora Ipsos, el más prestigioso y cuyas proyecciones siempre se acercan a los resultados reales. Esta vez, en un principio, la encuesta daba por ganadora a Keiko Fujimori, por una escasísima diferencia. Horas después, el panorama cambió.
Un fenómeno que los expertos tenían claro. "La mayor probabilidad" la tiene Pedro Castillo, dijo a RPP el ex jefe de la ONPE Fernando Tuesta, ya que el voto rural es "mucho más difícil de capturar" en los sondeos.
"El bolsón electoral importante de Keiko Fujimori en términos de diferencia que ella saca a Pedro Castillo está en el voto de exterior,
en el caso de Castillo está en área rural de fondo. ¿Cuál de los dos va a determinar? es difícil saberlo. Ahora, en Lima, cuando se entregan los resultados de la ONPE es necesario observar: uno, las regiones en qué porcentaje están de votos contabilizados y la densidad poblacional de esa región para ir más o menos calculando o proyectando hacia dónde se está inclinando", dijo.
Era sabido que la líder de Fuerza Popular se impondría en Lima y las zonas urbanas, y así ha ocurrido: en la capital, logró el 64,577% de los votos, versus el 35,423%. También logró la victoria en regiones del norte como Tumbes, Piura y Lambayeque, bastiones históricos del fujimorismo.
Castillo, por su parte, se impuso en las regiones amazónicas de San Martín, Amazonas y Madre de Dios, además de Huancavelica y su natal Cajamarca, entre otros departamentos, donde la población rural es mayoritaria. Esta vez, el campo está derrotando a la ciudad.
Factor común: la pobreza
Dados sus orígenes, Pedro Castillo -hijo de analfabetos y profesor de una escuela rural en Cajamarca- logró que el electorado del campo se identificara con él. Se trata de una zona históricamente postergada de Perú, a la sombra de las grandes urbes y donde la pobreza extrema es un factor común.
Son regiones donde el crecimiento económico no les ha dado grandes beneficios, según consigna el portal Ojo Público. Por ejemplo, en Cajamarca, zona donde la producción de oro es fundamental, el 38% de su población se encuentra en condición de pobreza y el 11,1% en pobreza extrema, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Hogares de 2019. Asimismo, sólo el 8% tiene acceso a agua limpia en sus hogares. Aquí el candidato Castillo arrasó con el 71,289% de los votos.
El mismo medio destaca también la situación de
Huancavelica, donde el abanderado de Perú Libre anota el 85,244% de los sufragios. Aquí,
solo el 13% de los hogares tiene acceso a agua potable, mientras que el nivel de pobreza llega al 36,8% y el de pobreza extrema al 5,9%.
En Apurímac, por su parte, el 13,5% de la población tiene acceso al agua potable, el 29,9% se encuentra en situación de pobreza y el 5,1% en estado de pobreza extrema. En esta región, Castillo se quedó con el 81,477% de los votos.
Toda esta situación recrudeció producto de la pandemia, y propició también el apoyo masivo a Pedro Castillo. Según dijo a Ojo Público el sociólogo de la Universidad Nacional de Cajamarca Herico More Muñoz, el líder de Perú Libre "desde que lideró la huelga del 2017 empezó a ganar importancia en el sector educación, sobre todo en zonas rurales, donde los profesores son los más escuchados por las familias. Son los docentes de esas zonas los que le han hecho propaganda familia por familia".
"Las regiones que lo llevaron (a Castillo) a la segunda vuelta, están diciendo que quieren respuestas rápidas, de corto plazo, a sus problemas más urgentes, como la pandemia y la falta de trabajo", agregó.
Por el momento, el líder izquierdista aún no puede cantar victoria. Si lo hace, está claro que deberá agradecerle al campo.
