A las 12:00 horas de este martes, el Presidente de Argentina
, Alberto Fernández, finalmente aterrizará en Chile en el marco de su visita de Estado al país, la primera de este tipo que realiza desde que llegó a la Casa Rosada, en diciembre de 2019. Un viaje altamente esperado, que tuvo algunas complicaciones en su organización, pero que muestra el acercamiento del Gobierno trasandino con el de
Sebastián Piñera.
Fernández llega a suelo nacional acompañado de la Primera Dama, Fabiola Yáñez, y una comitiva integrada, entre otros, por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; y los ministros de Defensa, Agustín Rossi; de Salud, Ginés González; y de RR.EE, Comercio Internacional y Culto, Felipe Solá.
Y es con este último que el Presidente argentino ha protagonizado algunas diferencias en los últimos días. La relación entre ambos viene desgastándose desde hace un tiempo al punto de que, según reportó Clarín, el líder de la Casa Rosada no atiende ni le contesta el teléfono a su canciller.
El último conflicto entre Fernández y Solá ocurrió la semana pasada, después de que la Cancillería saludara a través de redes sociales al recién asumido Mandatario estadounidense Joe Biden repasando a su antecesor, el republicano Donald Trump: "Argentina desea fortalecer las relaciones y que se respete a los organismos multilaterales. Espera también que no se apueste a la desunión de nuestras naciones como en la etapa anterior".
El mensaje molestó bastante en Presidencia, afirmó el citado medio, sobre todo considerando la estrategia del Mandatario de reposicionar al país en el ámbito internacional desmarcándose de la línea más dura de la izquierda latinoamericana y mostrándose como un líder más transversal (he ahí su visita a Chile y también los intentos de acercar posiciones con el Gobierno del brasileño Jair Bolsonaro).
Este episodio vino a fracturar aún más las desaveniencias entre Solá y Fernández. Según medios trasandinos, el canciller cuenta con varios detractores al interior de la Casa Rosada, lo que perjudica su labor. Ahora, con la visita a Chile a la vuelta de la esquina, ambos se reunieron el sábado, donde limaron asperezas y echaron por tierra posibilidades como la salida del titular de RR.EE. del Gobierno.
No es el único conflicto interno que ha debido enfrentar el Presidente argentino. El principal tiene relación con la influencia en el Ejecutivo de la actual vicepresidenta,
Cristina Fernández. Actualmente, son muchos los que aseguran que es ella quien lleva realmente las riendas del Ejecutivo.
Cierto o no, lo claro es que el poder de la ex Mandataria
sigue siendo fuerte y ha habido diferencias, como ocurrió con el nuevo rumbo tomado por Argentina en cuanto a las relaciones con con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. Asimismo, declaraciones de la vicepresidenta como que en la Casa Rosada hay "funcionarios que no funcionan" ciertamente han tensionado aún más la relación, aunque ellos lo nieguen.
Un ojo en la economía y la pandemia
Alberto Fernández también tiene la mente puesta en la situación actual de la pandemia de covid-19. El país suma casi 1,9 millones de casos de coronavirus y 47.000 muertes con algunas alzas, por lo que han debido tomar medidas como el decreto de toques de queda.
Ahora, los ojos están puestos en la campaña de vacunación, donde el fármaco que se está utilizando es el
Sputnik V, desarrollado por el Instituto Gamaleya de Rusia. El Gobierno adquirió unas 51 millones de dosis del medicamento, en un proceso que de todos modos
ha recibido críticas por parte de la oposición, ante los cuestionamientos por la verdadera efectividad de la vacuna.
El propio Ejecutivo, además, ha levantado polémica. Los dichos de la secretaria de Acceso a la Salud de Argentina, Carla Vizzotti, de que estaban estudiando inocular solo la primera dosis de la Sputnik V para así abarcar a un mayor número de personas, llamó la atención y generó críticas tanto de la comunidad científica como de los políticos opositores. Luego de eso, la funcionaria tuvo que echar pie atrás.
Con todo, el Presidente Fernández se aplicó el pasado jueves la vacuna rusa, luego de que se aprobara su uso en mayores de 60 años. Dos días después, Cristina Fernández hizo lo mismo.
El Mandatario, además,
no deja de pensar en la economía. Sumida en una crisis agravada por la pandemia, Argentina repactó la deuda con sus principales acreedores, mientras sigue renegociando el préstamo de US$44 mil millones que le hizo el
Fondo Monetario Internacional (FMI) al país trasandino, durante el Gobierno de Mauricio Macri.
Ahora, el jefe de Estado sostuvo una conversación telefónica con la Canciller alemana, Angela Merkel, a quien le pidió apoyo en los diálogos con el FMI.
La agenda con Piñera
Además de los ministros ya mencionados, Alberto Fernández llegará al país acompañado del embajador de Argentina en Chile, Rafael Bielsa; y los gobernadores de las provincias de Catamarca, Raúl Jalil; de La Rioja, Ricardo Quintela; de Salta, Gustavo Sáenz; y de San Juan, Sergio Uñac.
El líder trasandino será recibido en La Moneda por el Presidente Sebastián Piñera, acompañado de la Primera Dama, Cecilia Morel; los ministros de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand; de Interior, Rodrigo Delgado; de Salud, Enrique Paris; y de Defensa (S) Cristián de la Maza; y el embajador de Chile en Argentina, Nicolás Monckeberg.
Ambos mandatarios sostendrán una reunión de trabajo junto a sus respectivos cancilleres. Posterior a eso, encabezarán una ceremonia de firma de acuerdos y realizarán una declaración conjunta. Las actividades conjuntas concluirán con un almuerzo de Estado en honor al Presidente visitante.
Las primeras damas, en tanto, también tendrán su agenda propia. Cecilia Morel recibirá a Fabiola Yáñez, con quien sostendrá una reunión bilateral de trabajo y participará en el lanzamiento de la campaña "Adulto Mejor".
Se espera que, durante su visita, Alberto Fernández se reúna con miembros del Congreso y el Poder Judicial. Además, sostendrá citas con diversas figuras de la cultura y la política nacional.
