El Vaticano ya había publicado una buena parte de los archivos más delicados que tienen relación con la Segunda Guerra Mundial, por lo que tampoco se esperan grandes revelaciones a partir del 2 de marzo. Sin embargo, por primera vez los investigadores tendrán acceso directo a todos los documentos del período del Holocausto, por lo que podrán buscar las piezas que faltan del rompecabezas.
Gran parte de la polémica en torno a Pío XII despertó a comienzo de la década de 1960, con el lanzamiento de la obra teatral "El Vicario", del alemán Rolf Hochhuth, en la que se critica al pontífice por no haber adoptado medidas ni haber expresado una clara posición contra el Holocausto durante su pontificado.
En respuesta, cuatro sacerdotes jesuitas entregaron en 1981, tras unos 16 años de trabajo, once volúmenes de documentos titulados "Actas y documentos de la Santa Sede relativos a la Segunda Guerra Mundial", que es la información que se conoce hasta ahora.
Posteriormente, en 1999, el Vaticano decidió la formación de una comisión internacional de historiadores judíos y cristianos, con el fin de "acabar las polémicas sobre el papel del Vaticano durante la guerra". El grupo entregó un informe en octubre de 2000 donde explicaron que los trabajos existentes estaban incompletos y por tanto reclamaban acceso a los archivos del Vaticano entre 1939 y 1945. Sin embargo, la solicitud fue desestimada y la comisión terminó disolviéndose en 2001.
La Santa Sede ya divulgó unos 30.000 volúmenes de archivos del pontificado de Pío XI (1922-1939), su predecesor, proporcionando así información sobre el entonces cardenal romano Eugenio Pacelli, quien luego se convertiría en el papa Pío XII. Este último fue nombrado secretario de Estado (número dos del Vaticano) en 1930. En 1933 firmó un concordato con la Alemania hitleriana sobre las relaciones entre las autoridades alemanas y la Iglesia.
Estos archivos también cubren gran parte de su larga estancia en Alemania desde 1917 hasta 1929 como nuncio (embajador de la Santa Sede), es decir, en el período correspondiente al ascenso de Hitler al poder.
La Iglesia católica ha defendido el papel de Pío XII durante la Segunda Guerra Mundial, afirmando que contribuyó al rescate de miles de judíos, escondiéndolos en instituciones religiosas en Roma bajo la ocupación alemana. También considera que la prudencia verbal del papa evitó represalias contra los católicos en Europa.
El proceso de beatificación de Pío XII se abrió en octubre de 1967. Benedicto XVI lo proclamó "venerable" a finales de 2009, el primer paso hacia una beatificación con la condición de que se le reconozca un milagro, una decisión que provocó protestas de las organizaciones judías.
En 2010, Benedicto XVI afirmó que el papa Pío XII había sido "uno de los grandes justos, que salvó a más judíos que nadie". "Personalmente sufrió mucho, lo sabemos. Sabía que tenía que hablar y, sin embargo, la situación se lo impedía", señaló.
En 2014, el papa Francisco dijo que tenía "un poco de urticaria existencial" cuando ve los ataques a Pío XII, "un gran defensor de los judíos", criticando la actitud de las grandes potencias aliadas que podrían haber bombardeado las vías férreas que conducían a la campos de concentración.
Muchos historiadores critican al silencioso y muy diplomático Pío XII, una voz moral que podría haber calado entre los católicos alemanes, por nunca haber condenado explícitamente el exterminio de los judíos por el régimen nazi.
También se le critica por haber guardado silencio cuando, el 16 de octubre de 1943, más de mil personas de la comunidad judía de Roma fueron detenidas en redadas en su barrio (el antiguo gueto), cerca del Vaticano.
Después de este operativo, los testimonios confirman que se escondió a judíos en muchas instituciones católicas, pero ningún documento escrito prueba que Pío XII lo hubiera pedido, afirman los críticos.
Muchos historiadores concluyen que este papa condenaba el antisemitismo de Hitler, pero que también era el producto de una enseñanza católica tradicionalmente antijudía hasta la toma de conciencia del Concilio Vaticano II (1962-1965). Por lo tanto, los judíos no eran la prioridad de este pontífice, preocupado sobre todo por los católicos y totalmente opuesto al comunismo.