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Detienen en Brasil a miembro del clan Puccio, la familia de secuestradores que estremeció a Argentina

Daniel "Maguila" Puccio fue condenado a 13 años por su participación en el rapto de una empresaria en 1985. Sin embargo, se mantuvo prófugo y volvió a su país luego de que la pena prescribiera.

17 de Septiembre de 2019 | 17:27 | Redactado por Ramón Jara A., Emol
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"Maguila" al momento de la detención.

Policía de carretera
Llevaba varios años lejos de las primeras planas, pero ahora reapareció, luego de ser detenido en Brasil por portar documentación falsa. Se trata de Daniel Arquímedes Puccio Calvo, alias "Maguila", miembro de la familia que protagonizó uno de los capítulos policiales más escabrosos de la historia argentina, al realizar una serie de secuestros y asesinatos en el país trasandino durante la década de los '80.

Según reporta la prensa brasileña, "Maguila" viajaba en un bus desde Foz de Iguazú rumbo a Sao Paulo junto a otras 14 personas, cuando la máquina fue detenida por la policía para ser registrada en medio de un operativo antidrogas.

13años de prisión fue la condena contra "Maguila"
Ahí, de acuerdo con O Globo, los agentes notaron el nerviosismo del hombre argentino, sospecha que confirmaron luego de comprobar que la documentación entregada por éste no correspondía con la foto registrada en el sistema. Al ser consultado por los policías, Puccio les explicó que compró el documento falso con la intención de quedarse en Brasil.

Posteriormente, indica Clarín, las autoridades comprobaron que no había ninguna orden de captura internacional contra "Maguila", por lo que le cursaron una multa y le dieron un plazo de 60 días para regularizar su permanencia en Brasil.

Daniel Puccio, hoy de 58 años, fue condenado en 1998 a 13 años de cárcel por el secuestro de Nélida Bollini de Prado. Sin embargo, evitó la prisión ya que durante todo ese tiempo estuvo prófugo y reapareció una vez que la pena prescribió en agosto de 2011. Después de eso, desapareció de la luz pública.

Un temible clan

El clan Puccio se hizo conocido en la década de los 80 luego de que se descubriera su participación en cuatro secuestros de personas de clase social acomodada de Argentina, donde tres de ellos terminaron en asesinatos. El modus operandi era similar: raptaban a personas cuyos seres queridos estaban en condiciones económicas de pagar un rescate y las mantenían retenidas en la casa familiar en el barrio de San Isidro en Buenos Aires, donde vivía Arquímedes Puccio junto a su esposa, Epifanía Calvo, y sus cinco hijos: Alejandro (un destacado rugbista), Silvia, Daniel "Maguila", Guillermo y Adriana.

El primero de los secuestros ocurrió el 22 de julio de 1982, cuando el grupo liderado por Arquímedes Puccio -un militar retirado y comerciante- raptó a Ricardo Manoukian, de 23 años, por quien pidieron un rescate de 250.000 dólares. No obstante, pese al pago, el joven fue asesinado ocho días después con tres disparos en la cabeza.

Meses después, el 5 de mayo de 1983, el ingeniero y rugbista Eduardo Aulet fue secuestrado cuando se dirigía a su trabajo. En esta ocasión, los raptores pidieron un rescate de US$150.000 y, al igual que la vez anterior, asesinaron a la víctima pese a recibir el pago. Su cuerpo fue hallado cuatro años después.

El tercer caso fue el del empresario Emilio Naum, quien fue asesinado luego de poner resistencia al secuestro, el cual no se concretó. El último rapto fue el de la empresaria Nélida Bollini de Prado, quien estuvo secuestrada durante 32 días hasta que el 23 de agosto de 1985 la policía logró rescatarla y, por ende, desmantelar el grupo delictual.

De acuerdo con la investigación, se comprobó la participación directa de Arquímedes, Alejandro y "Maguila" Puccio. Los dos primeros (los mayores implicados) fueron condenados a presidio perpetuo, no obstante, ambos recibieron el beneficio de la libertad condicional y murieron en esa situación, en 2013 y 2007, respectivamente. Daniel, por su parte, no pisó la cárcel pese a haber recibido una pena de 13 años.

Las mujeres del clan, en tanto, no recibieron pena alguna, aunque varios conocedores del caso aseguran que jugaron un rol de cómplices, mientras que otros afirman que son víctimas. De Guillermo, en tanto, nunca se supo de su paradero luego de huir de su casa aprovechando una gira de su club de rugby a Australia. Ahí se quedó y nunca más volvió.

El caso ha marcado a la sociedad trasandina e incluso fue retratada en la exitosa película El Clan, de 2015, que permitió al resto del mundo adentrarse y conocer esta escabrosa historia.
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