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Ilhan Omar, la congresista musulmana que criticó la relación con Israel y desató una tormenta política en EE.UU.

Quien se convirtió en la primera somalí-estadounidense en acceder al Parlamento en enero, hoy es tildada de antisemita por acusar a algunos grupos de presionar, e incluso pagar, a políticos para apoyar al gobierno israelí.

07 de Marzo de 2019 | 12:56 | Redactado por Valentina Salvo U., Emol
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AP
SANTIAGO.- En enero recién pasado, la demócrata Ilhan Omar hizo historia al convertirse en la primera somalí-americana y en una de las dos primeras musulmanas en jurar como miembro del Congreso de Estados Unidos. Integrante de la nueva camada de legisladores jóvenes junto a políticas como Alexandria Ocasio-Cortez, su futuro era prometedor y fue recibida con sonrisas y abrazos por sus correligionarios en la Cámara de Representantes.

Todo iba bien hasta que la nueva representante de Minnesota sacó a la luz una de las mayores divisiones internas que hoy afectan al Partido Demócrata: la política hacia Israel. Omar causó revuelo la semana pasada al decir que algunos grupos y responsables políticos israelíes suelen presionar para que los legisladores de EE.UU. comprometan "su apoyo a otro país".

"No se debería esperar de mí que exprese lealtad y compromiso hacia otro país para servir al mío en el Congreso o en una comisión"

Ilhan Omar
Sin embargo, esos son solo sus comentarios más recientes. Hace algunas semanas, ofreció disculpas por un mensaje en Twitter publicado en 2012, en el que afirmaba que Israel había "hipnotizado" a EE.UU. y a mediados de febrero, también se vio obligada a dar excusas por insinuar que AIPAC, el principal grupo de apoyo al Estado judío, estaba financiando a "los políticos estadounidenses para que sean pro-Israel".

Tras su última polémica, no obstante, no pidió perdón y lanzó duras críticas a quienes la tildaron de antisemita por sus comentarios. "No se debería esperar de mí que exprese lealtad y compromiso hacia otro país para servir al mío en el Congreso o en una comisión", expresó al respecto en redes sociales.

Primera musulmana en el Congreso

Ilhan Omar nació en Mogadishu, Somalia, hace 36 años atrás, pero cuando tenía solo ocho huyó junto a su familia producto de la guerra civil. Vivieron en un campo de refugiados en Kenia por cuatro años, antes de viajar como solicitante de asilo a Estados Unidos.
Casi toda su infancia y adolescencia la vivió en Minneapolis, donde comenzó su interés por la política. Pese a ser blanco de burlas por su hiyab, su religión y su origen, se convirtió en miembro activo de las juntas de vecinos de su barrio, trabajó como maestra comunitaria en la Universidad de Minnesota y se transformó en una activista por la salud pública y por los derechos humanos y de la mujer.

Cientista política y experta en estudios internacionales, dio su primer gran paso en el ámbito público al incorporarse al Departamento de Educación del estado de Minnesota. También presidió la iniciativa de mujeres jóvenes impulsada por la gobernación del mismo estado.

En 2016 lanzó oficialmente su candidatura para la Cámara de Representantes local de Minnesota. Ese noviembre, mientras Donald Trump ganaba las elecciones presidenciales, ella se convertía en la primera legisladora somalí-americana de la historia del país.

Sin embargo, su ascenso desde la política local a la nacional ocurrió el año pasado. Se postuló a las primarias electorales llevadas a cabo por el Partido Demócrata en el estado donde ha vivido 20 años y ganó, superando a otros seis candidatos en carrera. Tras adjudicarse la postulación, Omar se enfrentó a la republicana Jennifer Zielinski el 5 de noviembre. El resultado fue una aplastante mayoría para la joven política, que se adjudicó un 79,2%.

Se había convertido en una de las dos primeras mujeres musulmanas en acceder al Congreso de EE.UU.. "Lo logramos, juntos. ¡Gracias!", afirmó entonces.

Comentarios sobre Israel

Con sus provocativos comentarios, a cuatro meses de su arrasadora victoria, Omar evidenció la fragmentación al interior de los demócratas, marcada por la brecha generacional, y desató un incómodo debate sobre el apoyo estadounidense al Gobierno de Israel.

Así, sus críticas provocaron no solo cuestionamientos por parte de los republicanos - que no dejaron de avivar la polémica – sino también de sus correligionarios más veteranos, gran parte de los cuales respalda la postura del país sobre el conflicto palestino-israelí.

El Presidente Donald Trump dijo que los comentarios de Omar eran "terribles" y que era "un día oscuro para Israel". Por su parte, Eliot Engel, líder demócrata de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, tildó los dichos como "inaceptables y profundamente ofensivos".

"Nadie impulsa este tipo de regaño cuando los miembros hablan de los latinos y otras comunidades"

Alexandria Ocasio-Cortez, congresista demócrata
Pero los demócratas pro-Israel no solo se quedaron en críticas. Encabezados por la presidenta de la cámara baja, Nancy Pelosi, anunciaron que presentarán una resolución condenando el antisemitismo, en una clara reprimenda a la congresista. "La Cámara de Representantes reconoce las peligrosas consecuencias de perpetuar estereotipos antisemitas y rechaza el antisemitismo como un odiosa expresión de intolerancia que se contradice con los valores que definen al pueblo de EE.UU.", dice un borrador de la resolución, según consigna AP.

El texto provocó el rechazo del ala más progresista de la colectividad, que defendió la postura de Oman, asegurando que ella misma ha sido blanco de amenazas y prejuicios. "Nadie impulsa este tipo de regaño cuando los miembros hablan de los latinos y otras comunidades", sostuvo la popular representante de ascendencia puertorriqueña, Alexandria Ocasio-Cortez, y añadió que su compañera estaba siendo tratada injustamente.

Algunas agrupaciones judías también expresaron su preocupación. "Nos inquieta el que esta resolución sea vista como una condena de una mujer musulmana de color, como si sus puntos de vista y sus comentarios insensibles fuesen una amenaza más grande que el torrente de odio que expresan los nacionalistas blancos de derecha hacia los judíos, los musulmanes, la gente de color y otros grupos minoritarios vulnerables", expresó J. Street, una organización sin fines de lucro que dice representar a "estadounidenses pro-Israel y pro-paz".

Por su parte, Omar resiste a la tormenta. Pese a que tras sus dos primeras polémicas cedió ante las presiones, esta vez no ofreció disculpa alguna. "Todos los días me dicen que soy antiestadounidense si no soy pro-Israel. Creo que eso es un problema y no soy la única", apuntó en Twitter. "Oponerse a (el Primer Ministro israelí, Benjamin) Netanyahu y la ocupación no es lo mismo que ser antisemita", sentenció.
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