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Desde un Brexit sin acuerdo hasta su suspensión: Los posibles escenarios ante la histórica votación en el Parlamento británico

El cuestionado acuerdo negociado por la Primera Ministra, Theresa May, y la UE se someterá al escrutinio de la Cámara de los Comunes con bajas expectativas de ser aprobado. ¿Qué podría pasar? Te lo contamos a continuación.

15 de Enero de 2019 | 08:01 | Redactado por Valentina Salvo U., Emol/Agencias
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Manifestantes pro y anti Brexit se han manifestado en los últimos días en Londres, de cara a la inédita votación que se lleva a cabo este martes.

AFP
SANTIAGO.- Las cartas están echadas. La suerte del acuerdo para el Brexit, negociado entre el Gobierno británico y la Unión Europea (UE), se definirá este martes en una histórica votación en el Palacio de Westminster.

El escenario no es alentador para la Primera Ministra, Theresa May. Tras posponer la primera sesión, fijada en principio para el 11 de diciembre, la "Premier" no logró recabar las garantías que le exigía el Parlamento para dar luz verde al pacto de salida. Este lunes jugó sus últimos ases bajo la manga al publicar una carta enviada por los líderes de la UE, en la que "aclaraban" que no tenían la intención de activar el "backstop" sobre el tema de Irlanda, principal piedra de tope para la aprobación.

Sin embargo, los conservadores euroescépticos y el Partido Unionista Democrático norirlandés (DUP) han insistido en su descontento. Ambos grupos parlamentarios son claves para el Gobierno de May, pues su apoyo le permite mantenerse en el poder pese a la minoría parlamentaria. Sin este respaldo, todo hace prever que el acuerdo tendría sus horas contadas.

Es en este contexto que se ha abierto todo un abanico de opciones que podrían definir el futuro del Reino Unido: desde un "catastrófico" Brexit sin acuerdo, pasando por elecciones anticipadas, hasta la suspensión definitiva de la salida de la UE.

Un nuevo plan

Si los diputados rechazan el acuerdo, la Primera Ministra está obligada a regresar a la Cámara tres días después para exponer una nueva hoja de ruta. Previsiblemente, los diputados podrán debatir y enmendar esa propuesta, lo que les otorgaría cierto control sobre los siguientes pasos.

El Gobierno puede decidir someter a votación por segunda vez el acuerdo, confiando en que la presión por la falta de tiempo y de alternativas viables haga cambiar de opinión a los diputados. Si convoca otra votación, puede intentar reforzar el pacto con nuevas "aclaraciones" por parte de Bruselas.

Salida sin pacto

Durante mucho tiempo, May había afirmado que si su texto era rechazado, la única alternativa sería una ruptura no negociada que se ejecutaría el 29 de marzo próximo (fecha del Brexit). Pero tanto la "Premier" como los medios empresariales han pronosticado que este camino tendría caóticas consecuencias. El Banco de Inglaterra advirtió en noviembre que una salida sin negociar provocaría una grave crisis económica, dispararía el desempleo y la inflación, causaría el desplome de la libra y del precio de la vivienda, y reduciría el PIB en casi un 10%.

Un quiebre de estas características necesita la aprobación del Parlamento británico y la idea ha generado un fuerte rechazo en un numeroso grupo de legisladores que ha tomado varias iniciativas para intentar impedirlo. Así, los expertos de la Economist Intelligence Unit, con sede en Londres, consideraron este lunes que "un Brexit sin acuerdo es ahora el escenario menos probable", aunque no imposible.

Elecciones anticipadas o referéndum

Pese a que May ha aseverado en diversas ocasiones que no está dispuesta a tirar la toalla, lo cierto es que un rechazo podría significar un golpe letal para la jefa de Gobierno. Es posible que si fracasa este martes, la Primera Ministra de un paso al costado y convoque a elecciones anticipadas. Sería una opción extraña eso sí, debido a que May ya logró imponerse a una moción de confianza como líder de su partido en diciembre pasado.

Si lo anterior no ocurre, el Partido Laborista (opositor) pretende presentar una moción de censura para forzar la salida de May. El éxito de esta medida, sin embargo, depende de si logran que parlamentarios conservadores traicionen a su coalición y voten contra su propio gobierno. El DUP ya ha asegurado que continuará respaldando a la jefa del Ejecutivo siempre que no se apruebe el acuerdo de divorcio.

Por otro lado, la opción de agendar un nuevo referéndum se ha hecho popular entre algunos parlamentarios y grupos de la ciudadanía que se plantean si el Brexit vale la pena. En la primera consulta celebrada en junio de 2016, el 51,9% de los votantes se decantó por dejar la UE. No obstante, según una encuesta publicada por la firma YouGov a comienzos de mes, solo un 22% de los británicos respalda el pacto alcanzado por el Gobierno.

En octubre, unas 700.000 personas se manifestaron en Londres en favor de un segundo referéndum y este lunes un grupo de diputados "antibrexit" publicó un anteproyecto de ley que busca concretarlo: "¿Debería el Reino Unido seguir siendo un miembro de la Unión Europea o abandonar la UE en los términos negociados?", es la propuesta para la pregunta. El Ejecutivo ha descartado esta posibilidad, pero el fantasma del referéndum no ha dejado de rondarlo.

Posponer o suspender la activación del Artículo 50

Tanto para un referéndum como para unas eventuales elecciones anticipadas sería necesario que se aplazara la fecha del Brexit, fijada para el 29 de marzo. Londres puede pedir una extensión del periodo de negociaciones bajo el amparo del artículo 50 del Tratado de Lisboa, para lo cual necesita el visto bueno de los 27 socios comunitarios restantes.

Una de las dificultades de ese escenario son los comicios europeos previstos entre el 23 y el 26 de mayo. Bruselas pronostica que el Reino Unido ya estará fuera del bloque en ese momento, por lo que el Parlamento Europeo reducirá sus escaños y modificará su distribución. Un retraso de unos tres meses permitiría que el Brexit se ejecutara antes de la primera sesión del Parlamento Europeo, mientras que un plazo mayor complicaría el escenario.

Otra opción sobre la que ha advertido la propia Theresa May es la suspensión del Brexit. Una sentencia del Tribunal de Justicia europeo le permite a Londres revocar de forma unilateral la notificación con la que inició el proceso de salida de la UE, en marzo de 2017. Aunque May se ha negado a esta alternativa, el dominical "The Sunday Times" reveló que un grupo de diputados busca tomar el control del Brexit en el Legislativo e impedir el quiebre.

Su idea es forzar un cambio en el protocolo parlamentario de manera que los diputados, y no solo el Gobierno, definan la agenda de trabajo y el calendario del Legislativo. Ello les daría más voz sobre el proceso de divorcio, incluso, pudiendo pausarlo de forma indefinida. "Como hemos visto en las últimas semanas, hay algunos en Westminster que pretenden retrasar o incluso detener el Brexit y usarán cualquier mecanismo para lograrlo", afirmó May. "Pido a los diputados que sopesen las consecuencias que sus actos pueden tener sobre la fe de los británicos en la democracia", aseveró.

Que se apruebe el acuerdo

Para aprobar el acuerdo May necesita que 320 de sus pares diputados voten a favor del acuerdo de separación. Para ello, debería contar con el apoyo de todos los conservadores, incluidos los 117 que votaron para sacarla del liderazgo del partido, y sus socios norirlandeses del DUP. Si contra todo pronóstico lo logra, el Gobierno deberá tramitar una ley que incorpore los términos del pacto a la legislación británica, un complejo proceso parlamentario para el que le quedarán poco más de dos meses.
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