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¿Ganó o perdió?: En qué pie queda Donald Trump tras las elecciones de EE.UU.

El Mandatario celebró los resultados del martes, donde los republicanos conservan la mayoría del Senado. Sin embargo, el triunfo demócrata en la Cámara de Representantes también supondrá trabas a su gestión en los próximos dos años.

07 de Noviembre de 2018 | 10:42 | Por Ramón Jara A., Emol
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Trump participó activamente en la campaña electoral apoyando a diversos candidatos republicanos. En la foto, con Elise Stefanik, quien fue reelecta en el distrito 21 de Nueva York para la Cámara de Representantes.

AP
SANTIAGO.- Después de conocerse los resultados de las elecciones de medio mandato en Estados Unidos, el Presidente Donald Trump no se guardó la euforia. "Tremendo éxito esta noche ¡Gracias a todos!", indicó el Mandatario en su cuenta de Twitter, celebrando lo ocurrido en el Senado, donde el Partido Republicano aumentó su mayoría en la Cámara Alta y evitó el avance demócrata.

Así, fiel a su estilo, el jefe de Estado calificó de "increíble" lo ocurrido el martes, describiéndolo como "una gran victoria, y todo bajo la presión de la prensa desagradable y hostil".

No obstante, los comicios que fueron descritos como un "referéndum" sobre la gestión del Gobierno de Trump y que ya evidenciaban una marcada polaridad, dejaron cierto gusto amargo en la Casa Blanca, luego de que el Partido Demócrata recuperara la mayoría en la Cámara de Representantes, con varios triunfos significativos de postulantes pertenecientes a minorías, como musulmanes e indígenas.

Ante esto, surge la duda respecto de si la efusiva celebración del Mandatario está acorde a lo que ocurrió o si es excesiva y ahora tendrá complicaciones en los dos años que le quedan de mandato, pensando en la reelección. Por un lado, el oficialismo conserva su hegemonía en una cámara, pero perdió en otra, lo que significaría más trabas para la gestión de Trump.

El triunfo

En lo que respecta al Senado, los números son categóricos: el Partido Republicano continúa con la mayoría, quedándose con al menos 51 escaños e impidiendo así el deseo demócrata de romper ese liderazgo pensando en los dos próximos años. Sin duda, un alivio para el gobierno de Trump.

Con este resultado, se desvanecen las posibilidades de que prospere un juicio político en contra del Mandatario en el marco de la investigación por la presunta injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016, donde se indaga una supuesta relación entre el Kremlin y la campaña del ex magnate. Esto, ya que la oposición será minoría nuevamente y no tendrá los votos suficientes.

Por otro lado, Trump tampoco tendrá trabas en lo que se refiere a la nominación de jueces, secretarios de gobierno o embajadores, donde el Senado tiene que dar su visto bueno. Una mayoría republicana le permitirá al gobernante realizar designaciones más cercanas al conservadurismo, como ya ocurrió con la llegada de Brett Kavanaugh a la Corte Suprema.

En este sentido, y considerando la gran ofensiva en su contra de parte de los demócratas y los innumerables cuestionamientos a su gestión en materia de inmigración, medio ambiente y relaciones exteriores, el Gobierno puede respirar tranquilo al haber evitado la llamada "ola azul" que finalmente no llegó.

De todos modos, este triunfo republicano en el Senado no causó mayores sorpresas y ya se preveía una tarea bastante complicada para los demócratas. Al fin de cuentas, Trump sigue contando con un apoyo importante en varias partes del país (sobre todo rurales), impulsado por las buenas cifras económicas que registra.

La derrota

Pero no todo son cuentas alegres para el Presidente estadounidense. También hay que observar con detención el triunfo demócrata en la Cámara de Representantes, recuperando la hegemonía perdida en los comicios de 2010 a manos de los republicanos. Un resultado importante para la oposición que le permite controlar una parte del Congreso.

Esto le abrirá la posibilidad a los demócratas de bloquear varios proyectos de ley que intente impulsar la Casa Blanca, sobre todo considerando las grandes diferencias que hay en temas como migración y salud, con la construcción de un muro fronterizo y el fin del "Obamacare" como ejemplos claros.

Asimismo, y pese a que la posibilidad de un impeachment se truncará en el Senado, el bando opositor sí podrá hacerle la vida más difícil al Mandatario abriendo una serie de investigaciones en su contra con temas como la ya mencionada trama rusa y la negativa de Trump de hacer públicas sus declaraciones de impuestos.

Esta nueva Cámara, además, estará compuesta por varios representantes del ala más progresista del Partido Demócrata y miembros de diversas minorías, lo que podría también significar un cambio en el rumbo que tome la entidad.

Por otro lado, la alta votación en unas elecciones que generalmente tienen baja participación electoral también ha sido interpretada como una respuesta al ferviente llamado que hicieron los demócratas a la ciudadanía joven a expresar su rechazo al gobernante, marcando la polarización que vive el país.

Ahora, quedan dos años en el que Donald Trump deberá lidiar con una oposición más fortalecida en la Cámara Baja, pero aún aliviado en que el oficialismo es mayoría en el Senado. Sólo el tiempo dirá si ganó o perdió.
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