Exterior de los tribunales de Comodoro Py, a donde llegaron los empresarios imputados.
EFE
SANTIAGO.- Continúan las confesiones en Argentina. Luego de que tres empresarios admitieran este lunes haber hecho pagos ilegítimos a funcionarios del kirchnerismo, horas después
otras tres personas reconocieron ante la justicia haber incurrido en el mismo delito. Todo esto, en el marco de la investigación por el pago de sobornos desde empresas constructoras y energéticas, conocido como "los cuadernos de las coimas".
Según informa La Nación, se trata de
Raimundo Peduto, Alejandro Pedro Ivanissevich (dueño de Emgasud) y Manuel Santos Uribelarrea (directivo de UCSA), los que comparecieron ante el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli, luego de que sus nombres aparecieran en los cuadernos del chofer Oscar Centeno, cuyos apuntes reveló la enorme trama de corrupción que estaría liderada por el fallecido ex Presidente Néstor Kirchner.
El argumento de los tres imputados es el mismo: fueron presionados por el Gobierno (particularmente por el ex segundo a bordo del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta) para emitir pagos destinados a financiar las campañas políticas de 2013 y 2015 del Frente para la Victoria, el referente político encabezado por Cristina Fernández, a cambio de liberar presupuesto para las obras públicas que estaban en ejecución.
Así, de acuerdo a Clarín, Uribelarrea afirmó ante Bonadio que fue llamado por Roberto Baratta en 2015 para "tener una reunión", ocasión en la que el entonces mano derecha del ministro Julio de Vido le pidió "dinero para la campaña electoral" de ese año. De este modo, habrían acordado el pago de 100 mil dólares.
Tanto Uribelarrea como Ivanissevich y Peduto identificaron al ex secretario de Baratta, Nelson Lazarte, como el encargado de recibir el dinero la mayotía de las veces.
Así, los hombres de negocios aseguraron que actuaron presionados "por el poder que tenían" en el Gobierno.
Estas nuevas confesiones se suman a las del ex dueño de la constructora Iecsa y primo del Presidente Mauricio Macri,
Ángelo Calcaterra, su ex gerente general
Javier Sánchez Caballero y
Juan Carlos de Goycoechea, quienes se acogieron a la figura del "imputado colaborador" para dar su testimonio a cambio de beneficios judiciales y penas de menor cuantía.
En el caso de Calcaterra, el relato es parecido: acusó a Baratta de presionarlo para hacer los millonarios pagos a la campaña electoral kirchnerista, a cambio de beneficios para su empresa.
