SANTIAGO.- Este martes se cumplen cuatro años de la abdicación del Papa emérito Benedicto XVI, tiempo en el cual ha aparecido contadas veces en público y su vida después de la sorpresiva decisión es una incógnita para la mayoría de los feligreses.
Joseph Ratzinger renunció al cargo el 28 de febrero de 2013 cuando llevaba casi ocho años en la cabeza del Vaticano. Sus razones para dimitir fueron la intención de dedicarse a la oración y al retiro espiritual, lo que ha estado realizando en un convento llamado Mater Ecclesiae ubicado dentro del Vaticano, su residencia definitiva.
Momentos importantes en estos 4 años
Una de sus primeras apariciones tras su renuncia al Vaticano, fue el 27 de abril de 2014, cuando Benedicto XVI llegó a la basílica de San Pedro para asistir a la canonización de su antecesor, el Papa Juan Pablo II. El Papa Emérito tuvo una estrecha relación con él ya que fue prefecto de la Doctrina de la Fe por 25 años, es decir, guardián del dogma.
Por otro lado, en su cumpleaños número 88 (16 de abril 2015), celebró con una fiesta de estilo bávaro, en la cual hubo música y la cerveza típica de esta región alemana de la que es originario. La celebración se realizó en las puertas del convento donde vive, junto a un grupo de personas vestidas con el traje típico de su región de origen.
Otra aparición pública del Pontífice emérito fue el 8 de diciembre del 2015, cuando acompañó al Papa Francisco en el solemne rito de la apertura de la Puerta Santa de la basílica de San Pedro con la que se inició el Jubileo Extraordinario de la Misericordia.
Sin embargo, se lleva toda la atención el libro publicado el 9 de septiembre de 2016, con el título "Conversaciones finales". Este texto tiene la forma de una extensa entrevista con el periodista alemán Peter Seewald, en el cual Benedicto XVI realiza un balance de sus ocho años de pontificado.
Uno de los temas de sus confesiones fue sobre el "lobby gay" dentro del Vaticano, formada por clérigos homosexuales que aspiraban a obtener cargos influyentes en la Congregación Romana.
En el mismo texto tuvo palabras sobre la Mandataria chilena Michelle Bachelet, donde expresó que "es atea, marxista, por lo que hay muchas cosas con las que no estamos de acuerdo. Pero de algún modo percibí en ella una voluntad ética básica, cercana a lo cristiano".
Una vida tranquila
Se dice que Ratzinger pasa sus días tocando en el piano melodías de Mozart, Beethoven y Bach, leyendo publicaciones, mirando las noticias por la noche, actuando de anfitrión para visitas ocasionales y estudiando teología.
El secretario del retirado Papa, Georg Gänswein, describe un ritmo de vida "muy metódico": levantarse a las 07:45 horas, "un poco más tarde que antes", misa, resumen, desayuno, oración, lectura, correspondencia, y "a veces, visitas". El resto del día, lo reparte entre paseos, oración, lectura de correos y de las noticias de Italia, agregó el confidente de Benedicto XVI.
Así, Joseph Ratzinger ha elegido "un estilo de vida monacal. Sólo sale cuando el Papa Francisco se lo pide. No acepta otras invitaciones", afirmó Gänswein.
Gänswein afirmó recientemente en una entrevista que Benedicto XVI está "bien para su edad" y que cada día caminan media hora por los Jardines Vaticanos. "Por lo general le acompaño yo. Rezamos juntos el rosario. Caminamos media hora. El Papa emérito, por consejo del médico, usa un andador durante sus paseos y en casa el bastón", comentó.
La tranquilidad que hoy marca el estilo de vida de Ratzinger se contrasta con la del actual Papa Francisco, quien se ha caracterizado por mantener un ajetreado día a día como cabeza de la Iglesia Católica, comenzando por su activa participando a través de Twitter y finalizando por sus polémicas declaraciones en actos alrededor del mundo.
